Robsten Moments, Dirty Rob

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 Dirty Rob

“Si pudiera detener el tiempo, echarle un vistazo al pasado, si el ayer fuera el hoy y el hoy el ayer… si pudiera volverte a ver.

Buscaría tu sonrisa y tu forma de andar por el mundo, si pudiera guardar tiempos de ayer… me gustaría volverte a ver.”

  

Mmm… que increíble se sentía despertarse con su voz fluyendo en mis oídos. Era presagio de un buen comienzo de día, porque sabía que Rob había despertado inspirado. Y ahora me estaba cantando para despertar…

“Si pudiera en una botella guardar tiempos, acudir a ellos en la tristeza… buscaría cada uno de los días de ayer y procuraría volverte a ver”

Estiré mis brazos por encima de mi cabeza y volteé entre las sábanas para quedar boca arriba, abrí mis ojos y busqué a Rob por el cuarto.  Estaba sentado en un sofá cerca de la ventana que daba hacia el exterior. Su pierna derecha doblada sobre la izquierda y su guitarra Gibson reposaba en su regazo. Sus ojos estaban fijos en los míos y un cigarrillo se consumía en un cenicero cercano. Suspiré inaudiblemente… mierda, este hombre me iba a matar.

No había nada más sexy que Rob recién salido de la ducha en la mañana vestido simplemente con unos jeans negros y su camiseta raída en blanco… y su barba de dos días. Y por supuestos sus ojos grises adormilados.

Sacudí la cabeza cuando tuve el impulso de decir alguna grosería producto de mi excitación matutina. Pero él me conocía, lo supo por esa sonrisa divertida que me dio luego de dejar su guitarra acostada sobre su regazo y terminar así con su improvisación de cada día.

─ ¿Por qué no sigues?─ pregunté mirándolo desde nuestra cama, sin querer moverme todavía.

─ Porque no quería perderme el suceso más hermoso del día… junto al verte tener un orgasmo claro_

Rodé los ojos riendo, Rob solía decir las cosas por su nombre muchas veces, tantas hasta lograr sonrojarme.

─ ¿Y cuál es ese fabuloso suceso diario que detiene tu música?─

─ Verte despertar ─ alzó los hombros.

Sonreí jugueteando con un mechón de mi largo cabello negro. Él me devolvió la sonrisa y volvió a las cuerdas de su guitarra para que, con su voz particularmente hermosa, continuara improvisando.

“Yo solía pensar  que sabía quien eras tu, yo no sabía que dentro de ti iba a encontrar la luz… no sabía que existía un mundo así, no sabía que podía ser tan feliz.”

Ok, me venció…

Me levanté de la cama de un salto vestida con mi pijama, mi camiseta blanca de tiritas y mis bragas blancas de algodón. Caminé hacia él y le arrebaté la bendita guitarra de sus manos para dejarlas a un lado del sofá y reemplazarla con mi cuerpo. Me acomodé a horcajadas sobre su regazo y tomé sus mejillas en mis manos para acercar sus labios a los míos y besarlo sin sentido mientras él reía y sostenía mi cintura con sus manos.

─ Te amo…─ susurré antes de besarlo de nuevo, colando mi lengua en su cálida boca. Y nos perdimos en ese beso que debilitaba mis piernas y me sumergía en un éxtasis sin remedio. Rodeé su cuello con mis brazos y acerqué mi pelvis a la suya que comenzaba a “despertar”. ─ Mmm…. Rob ─ susurré moviendo mi cadera en círculos.

─ Diablos ─ gimió deteniendo mis movimientos con sus manos firmes en mi cintura. Mis labios se desviaron hacia su cuello que olía a una mezcla de jabón perfumado y colonia. Delicioso. Tarareé al besarlo chupando levemente su yugular. Sus manos comenzaron a recorrer mi piel por debajo de mi camiseta hasta llegar debajo de mis pechos desnudos.

─ ¿Qué debemos hacer hoy? ─ murmuré separándome de él para tomar la orilla de mi camiseta y sacármela por la cabeza, provocando así un gemido de su parte. Sus ojos ahora más despiertos estaban comiendo literalmente mis pechos.

─ Almuerzo con Nick… mi agenda… luego podemos ir de compras ─ alzó sus manos distraídamente hasta mis picos y los rodeó con sus pulgares haciéndolos endurecer rápidamente. Vi con deleite la manera en que la punta de su lengua asomó entre sus labios para mojarlos sin separar su mirada de mis pechos.  ─ Aburrido ─ dijo mientras mis manos viajaban hacia el cierre de su pantalón. ─En este momento la idea de permanecer encerrados en esta habitación todo el día me parece de lo más atractiva ─

Reí negando ─ Lamentablemente no podremos cumplir tu deseo bebé. A la noche hay una fiesta, debemos ir… nos invitó Scoutt. ¿Recuerdas?─

_ Oh… cierto._ murmuró haciendo una mueca.

 Estaba esa fiesta temática con el lema “Dirty dance” y yo ya tenía mi atuendo, la verdad era que quería estrenar mi ouffit, quería sentirme ochentosa y esta era la ocasión y no podía esperar para ver a Rob en esos pantalones pitillos deslavados, aunque él aún no estaba muy convencido de usarlos.

Para no perder tiempo bajé el cierre de su pantalón y mordí mi labio concentrándome en alzarme un poco para que él alzara sus caderas y pudiera así arrastrar su pantalón hacia abajo junto con su boxer. Su erección saltó airosa.

─ Dirty dance…─ casi gemí tomando su miembro en mi mano y acariciándolo como si fuera mi trofeo más preciado. Rob gimió dejando caer su cabeza en el sofá, con su ceño fruncido y sus labios entreabiertos en una mueca placentera. ─ Debo admitir que Patrick Swayze fue mi fijación por años ─

─ Mierda Kris! ─ gimió él tomando mi cadera fuertemente con una mano mientras que con la otra me ayudaba a acariciarlo, colocándola sobre la mía. Me encantaba incitarlo…

─ Por años me imaginé ser Jennifer Grey y bailar con él como ella lo hizo antes de que hicieran el amor en la casa del lago… fue tan, tan caliente… ─

─ No me provoques nena… ─ murmuró por lo bajo con su voz engrosada por la excitación. ─ Que suficiente tendré que soportar cuando vea tu “Dirty dance” en On the road.─

─ Oh mi amor… no es nada comparado con lo que en mi mente imagino al bailar contigo ─

Y fue suficiente, yo sabía como picar a mi hombre.

Rob gimió lastimosamente antes de tomarme por la cintura y llevarme en dos pasos rápidos a la cama y tirarme sobre ella. Sus manos se apresuraron a sacarme las bragas de un tirón y separarme las piernas hasta quedar bien expuesta ante él. Mierda… me encantaba provocarlo así.

― Patrick Swayze y una mierda! ―

―No se compara bebé…― gemí sintiendo la intrusión de sus dedos en mi entrada.  Grité cuando esos mismos dedos comenzaron a envestirme, haciéndome aferrarme a las sábanas al arquear mi espalda. _Rob!_

_Abre más tus piernas_ demandó con voz suave, él era así, podía simular tomar el control en la cama pero nunca dejaba de ser dulce. _Déjame verte entera, mojada para mi Kris…_ murmuró penetrandome con sus dedos

_Oh cielos_ cerré los ojos y abrí las piernas como él me lo pedía. Comencé a lamentarme cuando sus dedos fueron reemplazados por su lengua, mojada, caliente y experta. No pude evitar llevar mis manos a su cabello y maldecir cuando lo encontré corto. Él besaba a boca abierta mi clítoris y la extensión de mis labios.

_Me vas a matar, me vas a matar…_ susurré entre jadeos. Sentí entonces el sonido de un cierre y sonreí, otra de las cosas que amaba de mi hombre era que no tenía mucha paciencia en el plano sexual, lo cual compensaba en otros aspectos.

Levanté la cabeza y abrí mis ojos solo para gemir más al ver su lengua entrando y saliendo de mi cavidad y una de sus manos acariciándose él mismo. Eso me excitó imposiblemente aún más por lo que me incliné para tomar su rostro entre mis manos y alzarlo hacia mí para besarlo. Lo necesitaba urgente.

_Te necesito dentro mío Rob_ imploré sobre sus labios mientras él se arrastraba sobre mí. Bajé una de mis manos hacia su erección y la rodeé con mis dedos para acariciarlo yo misma, mierda… era mi trabajo, mi obligación y mi deseo. Por dios… cuántas veces nos habíamos masturbado uno enfrente del otro solo por divertirnos, lo hacíamos en videos conferencias o por teléfono. Pero no podía evitar sentirme celosa de eso, yo solo le daba placer a mi hombre, yo y nada más.

_Sabes que me tienes bebé…_ murmuró él antes de buscar mi entrada con la punta de su erección y al encontrarla penetrarme fuertemente de un empujón.

Oh cielos, no necesitaba una fiesta caliente del remake de una película para sentir todo lo que él me hacía sentir. No necesitaba nada más. Era en estos momentos en que mi mente desaparecía de mí, se desconectaba de mi cuerpo y solo me dedicaba a sentir, el momento en que todo desaparecía, las responsabilidades, las presiones, los rumores que a veces nos atribuían con intención de separarnos, los encontronazos con los paparazis, todo… todo se convertía en una mierda cuando Rob penetraba en mí.

Solo era suya… en cuerpo y a alma, éramos nosotros y era nuestra burbuja.

Él gimió profundo quedándose quieto un instante, absorbiendo cada segundo de este momento, sintiendo cada centímetro de mí, viviendo la magnitud de nuestra unión mirándome a los ojos con su frente tocando la mía. Como si no pudiera creer tenerme frente a él, como si adorara lo que veía.

_Te amo_ dijo simplemente antes de separarse levemente y empujar contra mí. Mis manos continuaban en su rostro acariciando con las yemas de mis dedos su barba de tres días. Cuánto lo amaba por dios…

_Yo igual_ dije entrecortadamente mientras él continuaba invistiéndome, haciéndonos uno con nuestros cuerpos como casi siempre sucedía con nuestras almas, nuestras mentes.

Nos besamos tratando de comprender lo que nos sucedía, éramos uno… éramos un todo, algo inalterable, irrompible e inseparable. Su corazón y el mío latiendo a un mismo compas, rápido, más y más rápido… como si quisieran abandonar nuestros pechos y salir volando para unirse en lo que eran, un solo corazón.

_Oh dios…_ la intensidad era abrumadora.

Grité cuando sus dedos pellizcaron mi clítoris, su pelvis chocando con la mía en un ritmo constante, fuerte, rápido y profundo… haciéndome ahogarme en mis propias palabras. Abracé su cuello y hundí mi rostro en su hombro… tratando de respirar, llenando mis pulmones de su olor, de su aroma y su aire.

_Kris!_ gimió en mi oído. Oh cielos, sí… lo sabía. Podía sentirlo endurecerse en mi interior, más de lo que ya estaba. Baje mis manos por su cuerpo llevándolas a su baja espalda y presionándolo para que sus envestidas se tornaran más profundas… más, quería más.

Hasta que sus dedos hicieron el trabajo y apretaron allí, donde necesitaba para estallar en un orgasmo arrollador. _Rob!!... ohhh…._ mi cuerpo se tensó como un arco, arqueándose mientras el placer me recorría en oleadas. No fui consciente de nada… solo del hombre que me sostenía cuando mi cuerpo se rompía en mil pedazos.

_Mi ave… mi hermosa ave que vuela_ susurró en mi oído jadeante. Mi conciencia despertaba bajando de mi orgasmo, su voz se colaba ronca y suave al mismo tiempo. Yo no podía más… él me undía y me sacaba de la profundidad.

_Eres un fanfarrón_ alcancé a susurrar antes de que sus labios se acoplaran a los míos para sentir su sonrisa allí.

_Y espero que aprendas que esto… es mucho más intenso que una simple escena caliente de esa película_ sus ojos bailaban con humor, sonreí asintiendo.

Ok, ok… sí… mucho más intenso, en eso no podía discutir.

_De ahora en más, cuando recuerde esa escena… seremos tu y yo… bailando y tocándonos._

Él rió y negó con la cabeza,  _Que bueno, porque solo puedo bailar así en tu imaginación_ era tristemente cierto, mi hombre tenía dos pies izquierdos.

Empujé su pecho separándolo de mí, _Vamos Patrick… digo Rob, tenemos una fiesta que nos espera!_

_Maldición…_ gimió saliendo de mí para luego pararse y buscar su ropa _está bien, pero no pienso usar esos ridículos pantalones._

_Mmm… ¿entonces quieres los acampanados?_ Reí cuando me dio la mirada de muerte. _Estoy segura que Scoutt te perdonará por ir vestido de chico del milenio. Vamos cariño…_ tomé su remera enganchando su cuello a mi dedo y tiré de ella, atrayéndolo a él. _Necesito una ducha… y quiero que luego me pases la toalla_ reí mientras desaparecíamos en el baño con sus manos atrapando mi cintura.

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Lo que sigue es extremadamente HOT!!!!!!!!!!!!