Aunque no te pueda ver. Capitulo 11: Increible

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Increible

_Lo estás haciendo bien Edward, recuerda que las yemas de tus dedos se irán haciendo cada vez más sensibles al tacto y pronto podrás reconocer con más facilidad la técnica. _

Asentí a lo que Zafrina me decía, tomé otra de las tarjetas de braile que estaban esparcidas sobre la mesa y me concentré lo mejor posible cuando comencé a pasar suavemente las yemas de mis dedos sobre los diseños en relieve. Era tan difícil… pero debía aprender de una buena vez por todas, tenía que ser capaz de leerle a mi hijo y no esperar oír siempre una buena historia de sus labios, quería ser capaz de que Bella viese que estoy haciendo algo con mi problema, no solo lamentarme, quería superarme y asimilar de una buena vez por todas que mi visión no volvería de la noche a la mañana, que no era algo reversible. Estaba ciego… bueno, tenía que hacer algo con ello.

_¿Puedes leer que dice?_ murmuró Zafrina a mi lado pacientemente mientras mis dedos pasaban por una línea escrita en braile.

_Mmm…El viento… sopla fuerte sobre… el mar… haciendo que… las olas cheq… choquen en las rocas_

_Eso es, muy bien Edward!_ dijo añadiendo al escándalo un par de aplausos, lo cual me hizo querer rodar los ojos, mierda… no era un niño aprendiendo a leer, bueno… era un adulto aprendiendo a leer.

Diablos.

_No pierdas la costumbre de practicar, te has hecho de una buena cantidad de libros en braile, yo diría que te has jugado a lo grande por lo que debes aprovechar e ir de a poco, leyendo de a poco… no te aflijas si no puedes avanzar como si fuera una lectura normal, ve de a poco y pronto estarás leyendo de corrido_

_¿En cuanto a escribir?_ pregunté dejando las fichas sobre la mesa.

_Wouu… Edward, yo en serio recomendaría que mantuvieras toda tu atención en leer, al menos por ahora. Con el tiempo podrás escribir sin necesidad de aprender, será algo natural en ti, ya veras_

_Ok…_ dije algo resignado, pero como ella había dicho, pondría toda mi atención en poder leer.

_Bien, mientras tanto practica y mucho, en nuestro próximo encuentro te enseñaré a usar la computadora con un programa especial que se instala para no videntes, ya verás…_

Asentí y recibí un apretón de hombros de parte de ella, señal de que se retiraba de mi estudio. Suspiré satisfecho por los avances que había hecho en estas horas. Zafrina era una mujer muy paciente que soportó mi mal humor desde el principio, pero supo manejarme y llevarme poco a poco a sobrellevar esta nueva situación, desde el accidente. Era increíble cómo un error humano, podía desencadenar tanto alboroto en una persona, en mi caso fue ese maldito accidente que me llevó a depender de ciertas personas, limitándome, haciéndome dependiente, haciéndome retornar a esa etapa de mi vida en la que necesitaba de la orientación de una persona más capaz para valerme, hasta aprehender todo nuevamente y valerme por mi mismo.

_¿Y?... ¿cómo estuvo esa clase?_ la voz de Ángela me sacó de mi debate interno. _Zafrina se fue con una sonrisa en toda la cara, parece que esta vez si has colaborado ¿he?_ rodé los ojos ante su tono burlón.

_Si… como si le importara, se que sigue insistiendo en mí solo por cheque de cada fin de mes_ me paré de mi silla para caminar cuidadosamente hasta el balcón de mi estudio. Desde el accidente no había estado muchas veces en esa sala de mi casa, no tenía por qué… pero ahora que estaba comenzando a hacer algo con migo mismo, tenía intenciones de volver a mi lugar.

_Hey… no digas eso Edward Cullen, para que sepas, algunas personas están aquí soportándote porque queremos, no solo por el cheque de cada fin de mes. Muy fácil hubiera sido para mí renunciar desde la primera vez que tuve que soportar tu constante mal humor_

Mierda…

Cerré los ojos deteniéndome a mitad de camino a las ventanas francesas y pellizqué el puente de mi nariz, _Mierda… perdona Ángela, no quise decirlo así…_

Ella bufó y dijo “si, si, si” por lo bajo, lo cual me hizo nuevamente rodar los ojos.

_Ok… ¿Está Jasper por allí? Necesito verlo. Desde que llegó no se ha dignado a venir a darme un informe completo de mi empresa y quiero de ser posible, estar al tanto de lo que me pertenece_

_Jasper estaba desayunando en el solárium junto a Bella y Noah, Rosalie salió temprano esta mañana y aún no ha vuelto…_

_Espera… ¿Jasper estaba desayunando con Bella?_ dije volteando hacia ella, no podía verla pero sabía que lucía desconcertada… ni yo había querido parecer tan… curioso.

_Eh… si, o al menos eso estaban haciendo hace un rato._ su voz sonaba cautelosa.

Bien… parecía que el día había comenzado genial, bastante genial, ahora iba a tener que soportar la presencia de mi primo cazacorazones e iba a tener que soportar su coqueteo con Bella. ¿Qué derecho tenía?. Venir así como así y llevarse la atención de la tutora de mi hijo, cómo si ella no tuviera que trabajar.

Iba a tener que aclarar algunos puntos cuando los viera a ambos.

_Mañana te toca la cita periódica con tu traumatólogo…_

_Mi pierna está bien, no quiero ir_ la corté abruptamente.

_Edward_

_Ángela, mi pierna está bien, no necesito ir. ¿Bella está en el jardín con Noah?_

_Tienes que…_ se detuvo en seco _no lo sé, no estoy pendiente de lo que hace Bella_ noté la exasperación en su voz. _Deberías ir a tu cita, no estás tomando tus calmantes y los dolores pueden volver en cualquier momento._

_Bueno, cuando me duela iré._ murmuré con un suspiro exasperado, Ángela era una buena enfermera y amiga, pero a veces… me exasperaba.  Pasé una mano por mi cabello controlando no decir nada que ofenda nuevamente a mi amiga y comencé a caminar hacia la salida de mi estudio, paso a paso tomando conciencia del espacio.

_Edward, tenemos que programar la cita con Irina, esta semana ella no pudo venir porque está de vacaciones, pero la semana que viene…_

_Dije que mi pierna está bien, ya no necesito rehabilitación, dile a Irina que no se moleste en venir_ dije mientras caminaba hacia el solarium con Ángela detrás.

_Ella tiene órdenes del médico Edward, déjala hacer su trabajo_ murmuró ella mientras con mis manos ubicaba la puerta del solárium y abría. En un momento me sorprendí con el silencio que reinaba en la sala, pero me adentré igualmente con Ángela atrás.

_Bella?_

_No hay nadie aquí Edward_ rodé los ojos y sentí los pasos de  Ángela adentrándose en el lugar _tal vez en la sala de juego o en el jardín._

Sentí un par de puertas abrirse y cerrarse y luego de unos minutos de espera, Ángela se aceró de nuevo a mí,

_No están._

Mierda…

Salí de allí y tanteando a mi alrededor con cuidado y atravesé la sala para ir derecho a la cocina, quince pasos más y ya estaba allí.

_¿Bella?_ la cocina estaba tan silenciosa como el resto de la casa _Bella! Noah! Sue!_

_Aquí tampoco hay nadie Edward_ masculló Ángela irritada detrás de mí.

_Sue!... ¿dónde se metió esta mujer?_ susurré tanteando con mis manos el filo de la puerta de la cocina  _¿Sue? Sue!_

_Sr Cullen aquí… estaba recogiendo algo de romero y albahaca fresca para la cena ¿necesita algo?_ dijo luego del sonido de una puerta cerrándose.

_¿Has visto a Bella y a Noah?_ pregunté rastrillando mis dedos a través de mi cabello _los he buscado en el solárium y en la sala de juegos…_

_Oh, Bella y el pequeño salieron junto con su primo Jasper, me hacían falta algunas verduras y ellos se ofrecieron a ir_

¿Qué… no, ¿Qué?... Simplemente tardé unos segundos en asimilar lo que Sue me había dicho, pero cuando lo hice, una corriente de fuego puro corría por mis venas y juro por lo más sagrado que vi las llamas lamiendo en mis ojos ciegos.

_¿¡Qué?!_ grité exaltado _¿¡Qué mierda?!_

_Umm… si, salieron juntos hace quince minutos más o menos_ pude oír la cautela en la voz de mi cocinera.

_¿Con qué permiso sacaron a Noah?... el niño está con tratamiento y Bella lo sabe muy bien, Jasper no tiene por qué tomarse atribuciones con la gente que trabaja en esta casa ni con mi hijo_

_Noah parecía muy contento en salir con ambos_ se atrevió a decir Sue.

_Y una mierda! Noah no puede salir de esta casa sin mi permiso y se acabó_ rastrilló mi cabello con una mano, el corazón me tronaba fuerte en el pecho y la verdad era que no sabía si porque en realidad Noah se fue y nadie me dijo o por qué Jasper parecía estar ganándose a pulso la simpatía de mi… de la tutora de mi hijo. _Estaré en mi despacho, en cuanto lleguen dile a Bella que quiero verla_

_Si señor Cullen_ dijo sumisamente mi cocinera. Comencé a caminar fuera de la cocina pero me detuve un segundo y volteé adonde se suponía que ella se encontraba.

_Discúlpame mi exabrupto Sue… solo estoy un poco nervioso porque mi hijo salió sin mi autorización._

_Está bien Señor Cullen_ dijo antes de que yo diera la vuelta y saliera de la cocina.

_Y tú no digas nada_ mascullé por lo bajo a Ángela, que aún venía detrás de mí._

_No… no diré nada_ dijo con burla.

Tamborileaba los dedos sobre la madera de pino de mi estudio, se estaba haciendo larga la espera y solo pedía que regresaran lo antes posible. Tenía que dejar en claro algunos puntos con Jasper, él no podía venir y tomarse atribuciones que no le correspondían, si deseaba hacer citas con Bella, bueno… que las hiciera, pero lejos de esta casa y no usando a Noah. Bella necesitaba comprender que no quería a mi hijo lejos de la casa, a no ser que sea un caso de urgencia o algo hablado de antemano con su psicóloga. Y también si deseaba hacer citas con mi primo, que las hiciera lejos, donde… donde yo no pudiera si quiera enterarme. Cielos… sentí mi pecho adolorido y acaricié con la mano.

Finalmente luego de unos veinte minutos, unos golpes suaves resonaron en mi despacho. Dejé mis tarjetas de braile sobre la mesa y con voz fría murmuré un “pase”.

En seguida supe que era ella, el aroma a fresas inundó la habitación y me di el gusto de respirar profundo antes de poder hablar. Aún estaba enojado, perpo parecía ser que su presencia atenuaba un poco mi estado de ánimo.

_Me dijo Sue que deseaba verme…_ dijo ella con voz dura, por lo que supe que ya estaba informada de lo que había sucedido en la mañana.

_Exacto_ dije levantándome de la silla  _necesito que sepas Bella que nadie saca a mi hijo de mi casa sin mi consentimiento ¿Está claro? A ver… ¿dónde fueron hoy?_

Podía imaginarme la expresión de su rostro, el entrecejo fruncido, los labios apretados, las manos en puño, podía hasta sentir el calor que irradiaba sus mejillas sonrosadas. Hermosa. No la vi nunca, pero luego de tocarla aquella vez en el parque, por dios… memoricé su rostro mejor que el de ninguno.

_fuimos al supermercado Señor Cullen, de compras porque a Sue le faltaban algunas verduras y me pareció buena idea sacar a Noah de la casa, no sabía en absoluto que había que pedirle permiso, ya que en mis manos está hacer lo que mejor considere para el niño. A demás no estuvimos solos, su primo Jasper nos acompañó y estuvo con nosotros en todo momento_ su voz dura y segura estremeció mis bellos desde la punta de los pies hasta la cabeza.

_Bien… esa es otra cuestión que quiero discutir con usted_ dije dando pasos alrededor de mi escritorio hasta que llegué seguramente frente a ella. Su olor concentrado nublaba todos y cada uno de mis sentidos.

_Dígame_ dijo aún con voz dura.

_Se que tal vez a respondido a los avances de mi primo o piensa hacerlo, por lo que le pido por favor que respete esta casa, si quiere tener citas o ir más allá con Jasper, y con más allá me refiero a tener sexo, hágalo fuera de aquí. No toleraré la falta de respeto entre mis paredes ni la conducta indecorosa frente a mi hijo ¿ha entendido?_

Fueron dos cosas al mismo tiempo, primero oí una ingesta de aire y luego mi mejilla siendo azotada fuertemente  por una pequeña mano, lo cual me dejó una sensación de ardor y sorpresa.

_Óigame bien Señor Cullen_ dijo con burla _ primero que nada, no voy a permitir que usted menos que nadie me trate como una prostituta ofendiéndome de tal manera y segundo… no toleraré bajo ninguna circunstancia que crea o suponga cosas en mi vida. No permitiré que se meta en ella y que haga conjeturas que no le corresponde. ¿Sabe qué? Usted será ciego… pero eso no lo hace menos irrespetuoso_

Mierda!...

En un segundo tomé su mano con la que tenía yo sobándome la mejilla adolorida y la acerqué a mi pecho ¿Qué derecho tenía ella a pegarme? En mi vida nadie se había tomado esas atribuciones!... ni siquiera mi madre. ¿Habré realmente sobrepasado los límites? A juzgar por su errática respiración y el temblor de su mano ella parecía enojada, extraordinariamente ansiosa… y yo lo había provocado.

_Eres una hermosa mujer… y mi primo es un mujeriego que no dejaría pasar esta oportunidad, dime… ¿qué debo suponer?_ murmuré por lo bajo cerca de su rostro. Podía sentir su aliento dulzón y embriagador sobre mis labios, podía sentir su corazón en el dorso de mi mano, nos habíamos acercado tanto que nuestros cuerpos estaban separados por nuestras manos unidas a la altura de nuestro pecho.

_Dígame usted qué debo suponer, yo no juego a dos puntas. Aunque usted no lo crea… no estoy acostumbrada a corresponder a hombres al azar_ sus labios tocaban los míos, por dios… estaba en el borde del abismo a un paso de caer. La había besado antes, pero si lo hacía ahora… no iba a poder parar. La necesitaba… y no sabía cuánto hasta este momento. _Y no se preocupe… mantendré mi profesionalismo en esta casa, su hijo no verá ni oirá nada que no deba, no tenga miedo…_

La apreté contra mi cuerpo, _ No… Bella, ¿sabes a lo que temo? Tengo miedo de que alguien más descubra lo increíble que eres…_ mis propios oídos fueron testigos de mi débil y patética voz… me estaba abriendo a ella y mostrándole mis temores.

Ella no dijo nada, pero lentamente sentí como su cuerpo se relajaba en mis brazos, su respiración se calmaba hasta llegar a ser un suspiro suave sobre mis labios.

_No avancé… ni un paso más, solo porque tú me lo pediste._ dije cerrando los ojos, solté su mano que tenía aprisionada en la mía contra mi pecho y bajé ambas a rodear su cintura con ellas, recosté mi frente contra la de ella _ te di tiempo y espacio… porque yo también lo necesitaba para comprender todo lo que me estaba pasando contigo. Pero ya no más, ya no más Bella. Me mata tenerte cerca y a la vez tan lejos, me mata verte interactuar tan feliz con mi hijo y con todos los demás en esta casa y conmigo comportarte siempre tan distante… como si yo fuera capaz de hacerte daño, no podría, no podría preciosa. Me mata no poder tocarte… ni besarte. Estamos curando… pero con el tiempo, seremos hombres dignos para ti… _

El silencio fue todo lo que ella me devolvió y me volvía loco por saber qué era lo que estaba pensando, quería que me dijera algo, que me insultara al menos, que me rechazara, algo… dios…

_Bella preciosa, di algo…_ susurré acariciando con mi pulgar la franja desnuda de piel que había entre la cintura de su pantalón y su blusa.

_No quiero que Noah lo sepa por ahora_ dijo antes de mover sus manos, pensé que iba a ponerlas en mi pecho para empujarme, pero lo que hizo me sorprendió sobremanera. Las colocó alrededor de mi cuello… _no quiero que nadie lo sepa por ahora… esto es nuestro, dejémoslo nuestro por ahora. Vamos despacio… no quiero prisas, ni presiones, quiero que fluya como esto esté destinado a ser… no nos preocupemos de más. Usted está sanando… y yo estoy ayudando a sanar_

_¿Usted?_ sonreí. Por dios… ¿estaba escuchando bien? ¿ella me estaba aceptando?

_Tú Edward_ ella rió entre dientes antes de suspirar profundamente _ ¿en serio crees que soy increíble?_

Apreté más su cintura y sus manos comenzaron a acariciar el cabello de mi nuca.

_Lo eres_ dije frunciendo el seño _en serio… no entiendo cómo me soportas. Bella… por favor, sigue soportándome, pero también tenme paciencia, trataré de controlarme_

_Estoy aquí… he trabajado con niños más complicados que tú, creo que puedo hacerlo_ sonrió sobre mis labios.

_Y aléjate de mi primo…_ dije como un niño caprichoso.

_No puedo… él es amable y está en esta casa, no puedo simplemente alejarme_ susurró con esa voz que sabía que podía convencerme hasta que el cielo era verde.

_Ignóralo_ rebatí. Ella rió.

_Trataré… pero tienes que prometer en trabajar en tu tolerancia_

_Si tú me lo pides, lo prometo_ susurré antes de besar sus labios suavemente, sin presiones, sin prisas, como me lo había pedido. Cielos… le daría todo, solo tenía que pedirlo, yo era masilla en sus manos.

_Y tienes que prometerme algo más…_ susurró llevando sus manos suavemente en una caricia, sobre mis oídos, mis sienes y mi mandíbula.

_Mmmm?_ solo fui capaz de mascullar.

_Que seas paciente conmigo, esto es nuevo para mí_ quería vivir escuchando la suavidad de su voz, quería vivir escuchándola.

_Para mí también_ admití _¿conoces esa sensación en el pecho? Es como si un gancho engarzado en mi pecho tirara hacia tu dirección, duele, pero sé que me lleva hacia la cura._

_Wau…_ rió ella dejando caer su cabeza en mi pecho _nunca me han dicho algo así, pero creo que se de lo que hablas_

_Espero que si sepas, porque no pienso soportarlo más._ susurré antes de separarme de ella sutilmente y tomar su rostro entre mis manos, Dios… cómo me hubiese gustado haberla mirado directo a los ojos en ese momento y poder transmitirle en mi mirada, todo lo que no podía poner en palabras. Como me hubiese gustado saber cómo lucía la expresión en su rostro, ¿lucía feliz? ¿lucía contenta? ¿aterrada?

Poco a poco la fui acercando a mi cuerpo y en el último segundo pude atrapar sus labios con los míos. Suave y sin prisas, justo como ella quería… midiéndome a cada segundo esperando que no se asustase y se alejara de mí de nuevo. Siendo un caballero conteniéndome de invadir su boca con mi lengua… aunque ya la hubiera probado, estaba claro que ahora era donde todo estaba en jaque.

_Cuanto deseé esto…- susurré sin poder evitarlo, arremetiendo una vez más con mis labios, saboreándola, atrapando su labio regordete con mis dientes, tirando gentilmente de él y delineando con la punta de mi lengua, sus deliciosas comisuras. _No te alejes de mí bella… déjame probar._

Ella continuó besándome, pero podía sentir la duda en sus caricias, en sus labios, ella no confiaba en mí y con toda razón. Yo la había tratado mal innumerables veces, tenía que arreglarlo.

_Dame una posibilidad_ imploré separándome de sus labios.

Su respuesta fue tomar mis mejillas entre sus manos y llevar sus labios a los míos para besarme intensamente. Todo lo que había estado esperando por meses lo tenía aquí conmigo, su rendición, su aceptación, esa posibilidad… y no iba a echarla a perder… ella me había dado mucho y mi objetivo de ahora en más era retribuirle.

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Hola!! :s estan allí aún??... espero que si. Uff... extrañaba esto, la razón de mi desaparición, una infección fuerte en las amigdalas, por lo que creo que me meterán cuchillo si otra infección como esta me nokea por otra semana.  Estuve con inyección por cinco dias y hay... si estoy sentada es porque mis pompis son acolchaditas jaja que sino... 

Bueno! las adoro... un besote y a ver qué opinan de este capi. ¿Se vienen los días de sol?