Donde está el amor, Capitulo 16: Cacería

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Cacería

El silencio era ensordecedor, solo se alcanzaban a escuchar los susurros del teniente Mc Carty junto con los del comandante Denali y el Sub comandante Alistair, en la conversación que mantenían con uno de los jefes de los rebeldes que habían venido con nosotros. Los que estábamos detrás de esa fila de soldados esperando ordenes, nos manteníamos cayados, con nuestros uniformes húmedos por el agua que nos rodeaba en esa alcantarilla, las armas alzadas y atentos a cualquier cosa que se nos presentara, nuestras lentes de visión infrarroja sobre uno de nuestros ojos y el dispositivo de comunicación en nuestra mejilla izquierda intercomunicándonos. Habían también rebeldes entre nosotros, ellos estaban más ansiosos que nuestras tropas… algo que ponía en peligro la operación, pero para lo cual no había remedio, éramos sus aliados.

Habíamos llegado hacía un par de horas al punto de inflexión, allí nos quedaríamos a esperar por nuevas órdenes y para dar el paso siguiente, que en teoría, sería atacar. Ninguno de nuestros superiores aún nos había dado ningún tipo de indicio de lo que sería la estrategia a seguir. Solo sabíamos que la operación limpieza estaba en marcha y que teniendo la mejor de las suertes, hoy sería el día D.

_... rodearemos la explanada seguramente,  antes de bajar a la costa_ murmuraba uno de los soldados cerca de mí, mientras sostenía en sus manos su ametralladora con la mira lista. Se veía nervioso, ansioso, preparado como yo para terminar de una buena vez con esto. Miller era su apellido y su rango era cabo al igual que yo._ no está muy lejos pero esto será una pelea a fuego cruzado hasta que lleguemos, no quiero morir… ¿sabes?, es la primera vez que vengo a una operación como esta y no quiero morir por un desgraciado que se cree que tiene la sangre de Alá corriendo en sus venas y que por eso tiene el derecho de sublevar a todo un pueblo como el despiadado hijo de puta que es_ negó con la cabeza haciendo una mueca de odio _tengo una hija ¿sabes?, una niña de tres años que me espera hombre_

Suspiré, cerré los ojos y reprimí las ganas de gritarle a la cara a ese soldado que no era el único a quien esperaban en casa. Tomé una respiración profunda para evitar gritar que tú esperabas por mí, que la mujer que amaba esperaba por mí, que no podía fallarte porque sino… porque sino nada hubiese valido la pena.

_Guarda tu ira para cuando tengamos que ir por él cabo Miller_ murmuré desviando mi mirada hacia el teniente Mc Carty y el comandante Alistair, que estaban un poco más adelante iluminando con linternas el lugar donde estábamos y mirando una especie de sistema GPS en sus manos para decidir por donde continuar y salir del conducto en el que nos encontrábamos.

_Si esto falla hombre, si esto se va a la mierda… maldición_ masculló limpiando la traspiración que perlaba su frente con la manga de su chaqueta.

_Si mantenemos la cabeza fría y los ojos donde debemos tenerlos esto no tendría que tener margen de error, pero somos humanos… estamos diseñados para cometer errores, solo debemos cuidar de no hacerlos cuando no nos conviene. Tu vista al frente Miller, consciente de tu arma, atento y con los ojos y oídos bien abiertos… ¿quieres volver a ver a tu hija? Pues actúa como un hombre de honor, leal y fiel a tu patria y a tus convicciones, por eso estamos aquí…_ dije firmemente, no me importaba quien me oyera… estaba cansado de tener miedo, solo quería terminar con esto que había venido a hacer.

Miller rió con burla _Hombre de honor y una mierda…_ bufó _me alisté en la armada por el dinero, por mi hija de tres años_

Santo cielo…

_Entonces hazte un favor y mantente fiel y leal a ella, haz que esta mierda valga la pena_ escupí volviéndome a centrar en mi arma y mi camino. No podía darme el gusto de estar distraído.

_Por aquí soldados… hay una salida segura a unos diez metros más adelante_ sentí la voz de Mc Carty en mi auricular y comencé a caminar siguiendo a los soldados delante de mí y seguidos por los que iban detrás. El agua nos llegaba a los tobillos y tuvimos que lidiar con algunas ratas al pasar, pero en seguida llegamos a la salida que el teniente había vislumbrado en el GPS. Para llegar a ella debíamos subir por una escalerilla y sabía que nos encontraríamos con la oscuridad ya que mi reloj señalaba las cinco de la madrugada, faltaban unos cuantos minutos para el amanecer.

Quizá este sea el comienzo del día de nuestro reencuentro Bella… quizá.

No pude evitar dejar alzar una de mis comisuras en una pequeña sonrisa, si todo salía bien, tal vez hoy mismo me dejarían partir.

Subimos la escalerilla lentamente luego de que Mc Carty se cercioró de que el área estaba despejada. Cuando llegamos a la superficie nos trasladamos cuerpo tierra hasta encontrar resguardo, en silencio y en la oscuridad.  Estábamos en lo que parecía ser una zona industrial, a lo lejos, al menos a doscientos metros podíamos ver las luces que rodeaban una zona residencial. Estábamos en el distrito 2 de la ciudad.

_Zona de tiburones_ dijo la voz de Mc Carty a través del auricular refiriéndose a los militares que acompañaban al dictador.. _necesitamos un francotirador… Masen, ven al frente._

Salí de mi resguardo, detrás de una de las paredes de una casilla de madera y corrí agazapado hasta llegar al flanco derecho de Emmett, que se encontraba cuerpo tierra detrás de lo que parecía ser un montículo de maderas, mirando a través de un par de binoculares hacia el frente. Enseguida me puse en su posición y acoplé mi arma sobre su pequeño trípode que traía en mi mochila

_Allí adelante, a doscientos metros aproximadamente... no tenemos buena visualización, aún así, esperamos ordenes_ la voz de Mc Carty hablando en el radio me puso en extrema alerta, dirigí mi mirada hacia donde él había indicado y pude ver a duras penas lo que él estaba describiendo... dos, tres cuerpos moviéndose, como centinelas en el lugar. _Entendido_ murmuró volteando hacia mí _Masen, localízalos, apunta y a la cuenta regresiva de tres dispara ¿Entendido?_ murmuró a mi lado, en seguida apoyé la culata de mi CMG-2 en mi hombro y concentré mi mirada en la mira, los tenía... sus cabezas como mis blancos _preparado pelotón_ murmuró en voz baja alzando tres dedos enfundados con sus guantes mientras su mirada fría estaba dirigida en el blanco _caen y nos dispersamos_ me concentré en mi objetivo... doscientos metros, podía hacerlo, era uno de los mejores en tiro al blanco de mi pelotón  _Tres... dos..._ allí vamos pensé recordando fugazmente tu nombre, que fuera lo que Dios quiera _Uno!_

No hice más que dar un disparo certero silenciado por el dispositivo silenciador de mi arma, que uno de los tiburones cayó y los soldados a mi alrededor comenzaron a dispersarse en cuclillas y cuerpo tierra hacia la zona donde estaban las luces. Sin perder tiempo gatillé mi arma con el blanco en el medio de mi mira y el segundo hombre cayó de espaldas a unos metros del primero.

_Muévanse, muévanse!_ ordenó McCarty al resto del pelotón mientras rápidamente ambos nos levantábamos del suelo y echábamos a correr hacia la zona de las luces. Al mismo tiempo los primeros rayos del sol nos otorgaban una penumbra útil. _flanco derecho e izquierdo!... no ataquen a menos que sea necesario_

Corrimos juntos guareciéndonos en el camino detrás de lo que podía servirnos, hasta llegar a la altura de los demás.

_A cien metros Teniente!_ uno de los soldados que estaba por delante de nosotros vio lo que sucedía. Los rebeldes que nos habían acompañado corrían a campo abierto en cuanto vieron salir de una especie de bunker, una caravana pequeña de jeeps militares.

_Maldición!_ gritó Alistair a metros delante nuestro, _se nos adelantaron!_

Y entonces sobrevinieron los disparos, fuego cruzado como había predicho el soldado Miller. Me alcancé a cubrir detrás de una vieja camioneta con unos cuantos más. Respiré agitadamente por la carrera y cerré los ojos golpeando suavemente mi nuca sobre la chapa oxidada.

_Hijos de puta…_ murmuré para nadie. _Se suponía que debían esperar_

_Apunta y visualiza Masen!_ Mc Carty gritó en mi oído a través del auricular maldito. Respiré fuerte y volteé apoyando mi torso sobre el capó y ubicando mi ametralladora sobre esta, le saqué el silenciador y cerrando un ojo ubiqué con el otro en la mira los jeeps militares. _Dime que ves Masen!_ gritó nuevamente.

_Cuatro personas en el primero… tres en el segundo… tres más en el cuarto!_ dije fijándome con detenimiento.

_¿Qué más?!_

Mierda…

Seguí con la mira la trayectoria de los jeeps a través de la explanada, iban hacia la costa. Entonces cambiaron la trayectoria siguiendo la curva del camino, estaban en un ángulo de cuarenta y cinco grados en relación a mí. Podía ver sus perfiles. Y al mismo tiempo ellos podían vernos, por lo que los que iban en el primer jeep comenzaron a dispararnos.

Y como si la claridad del sol de repente iluminaba a través de las nubes pude ver el perfil que tanto tiempo habíamos buscado.

_Mierda!... Tiburón blanco adentro del segundo jeep Señor!_

Gadaffi no era ni la sombra de lo que una vez había sido. Estaba lejos, a unos cien metros o más… apenas había luz y solo tenía la potencia de una mira de ametralladora para ver sin embargo, ese rostro que tanto tiempo nos habían inducido en el cerebro como único objetivo, estaba allí.

_¿Estás seguro?_ murmuró Mc Carty a unos metros detrás de mí. _Mierda, mis binoculares!... Comandante lo tenemos!_ dijo en su micro.

_¿Qué hago?_ murmuré para mí, pero sabía que mi amigo escuchaba por el intercomunicador. _ Mc Carty esperaba órdenes. Yo mientras tanto continuaba el seguimiento con mi mira sobre ese jeep en específico. _Están por tomar la ruta oceánica Emmett… qué hago?_  sabía que lo necesitaban vivo, no podía disparar hasta que me lo ordenaran.

_Los neumáticos Masen…_ dijo él luego de unos segundos _inhabilita su vehículo_

Y así lo hice, sin perder tiempo apunté con mi mira los neumáticos y disparé sin detenerme hasta que el jeep quedó inhabilitado sobre el camino, continué tirando para hacer lo mismo con los otros dos jeeps provocando lo mismo. Siguieron un poco más pero se detuvieron cuando los rebeldes comenzaron a disparar a las ventanas de los jeeps.

_Muévanse, muévanse!_ Mc Carty salió de algún lugar detrás de mí corriendo agazapado hacia los jeeps.

Varios cuerpos caían muertos de esos vehículos, muchos más yacían sin vida sobre el área, militares que bajo el mando de Gadaffi, iniciaron el fuego cruzado con los rebeldes. Algunos rebeldes más estaban muertos cerca de una residencia…

_Se escapa!_ gritó uno de nuestros soldados. Alcé la vista y vi al dictador correr lejos de nosotros hacia un área de drenaje que iba directo al mar, un par de personas iban detrás de él, deduje que podrían ser sus hijos.

Pero entonces escuchamos más disparos. Los rebeldes se habían acercado más a ellos y comenzaron con el fuego. Mientras nosotros nos apresurábamos a llegar al lugar. Mc Carty gritaba ordenes a diestra y siniestra, reuniendo los hombres de su pelotón y alcanzar a los prófugos.

Los gritos de guerra de los rebeldes libios, se escucharon a la distancia junto con un nuevo tiroteo.

_Mierda!_  Emmett rugía.

Cuando enfoqué mi vista nublada por mi transpiración supe porqué lo había hecho. Los rebeldes estaban tirando a quemarropa sobre el cuerpo de Gadafi mientras él trataba de saltar a uno de los drenajes. Unos segundos más ya estaba muerto.

Jadeante y falto de aire bajé mi arma y concluí mi llegada al área con una lenta caminata. Ya nada había que hacer, nuestro principal objetivo estaba muerto y los rebeldes libios se estaban asegurando de que lo estuviera, mutilando su cuerpo y disparando en su cabeza con odio y salvajismo. Cerré los ojos y di media vuelta asqueado… no deseaba ver más de lo que ya había visto, no necesitaba en mi memoria visual a un grupo de rebeldes sin honor, ensañados con un cuerpo sin vida, por más hijo de puta que haya sido en vida. El tiburón blanco había sido cazado con la peor de las cacerías.

Ahora… todo había terminado y solo esperaba salir de este infierno para volverte a ver. Tu serías mi medicina para olvidar… 

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Aiinss!! Se están haciendo rogar estos dos, pero que va a ser... es así el fic, asi que habrá que tener pasciencia. Traté con este capi de atenerme a la realidad y aunque esto pasó hace meses aun me sigue impactando la unica vez que vi por los noticieron la manera en que terminó todo. De ahora en más, esta historia sigue su propio rumbo, gracias por leer!!


Esta imagen me inspiró!