Participante: Estefany Vas
Dulce Adicción
Yo Isabel la Swan un su cubo
salvada por un humano el cual se supone es mi alimento se convirtió en mi
salvador, ironías de la vida. Se preguntarán como empezó todo esto pues bien
aquí les va mi historia.
Parte de unos de los clanes más
poderosos de toda la ciudad, parte de una guerra sangrienta donde perdían la
vida mis amigos, mis enemigos y todo aquel que estuviera en el medio bien sean
humanos o seres mitológicos que no pertenecían a ningún clan, pues bien ninguno
de ellos estaba a salvo de esta dura batalla.
Soy lo que soy eso nadie lo cambia
mis padres ambos sucubos, me trajeron a esté mundo según palabras de ellos para
darles luz en un mundo de oscuridad. Sin embargo yo sigo viviendo en la
oscuridad, los únicos que me dan la poca alegría de mi vida son mis amigos.
Jasper tan reservado, Alice un terremoto, Rosalie el sarcasmo y Emmet el lado
positivo; todos nos consideramos afortunados porque seguíamos vivos un día más
y porque nos teníamos los unos a los otros.
A pesar de estar ahí para los otros
ellos tenían la dicha de ser pareja Alice con Jasper y Emmet con Rose yo era el
mal quinto. Me insistían en buscar alguien que estuviera a mi lado pero no
existía nadie que yo considerará suficientemente bueno aunque tenía a más de la
mitad de la población masculina del clan detrás de mi, dentro de esos muchos
estaba el líder James pero sólo era un buen maestro y líder nada más, insistía
mucho pero eso sólo me traía problemas con Victoria y su séquito perras, ni las
chicas ni yo las aguantamos, sólo las toleramos por el bien y la paz de nuestro
clan, no hacía falta una guerra interna con la que ya teníamos encima.
El como empezó esta guerra ya nadie
ni lo sabe, algunos dicen que cuando llegamos al nuevo mundo provenientes de
Europa eso dicen los más viejos, otros que empezó por la disputa del control de
la ciudad cuando ya estaba conformado el nuevo gobierno de esté país, en total
nosotros la nueva generación sólo sabemos que luchamos por mantener la paz en
la ciudad de Chicago o como la llaman los mortales La Ciudad del Viento, cuando
digo generación nueva es que a ojos de los más viejo somo jóvenes a pesar de
mis 150 años soy joven para ellos y tal vez me esté comportando como toda una
adolescente pero su estilo de vida es asfixiante no podemos salir sino estamos
acompañado de algún vigilia que es como se llaman a los guerreros fuertes del
clan, lo peor a mi me encanta estar sola y la lucha se me da muy bien, al mismo
James le consta lo buena rival que soy después de lo que hice morder el polvo
en la sala de entrenamiento.
Pero a pesar de estar entrenados
para ser unos grandes luchadores éramos como la realeza del lugar así que no
nos dejaban en paz ni a sol ni a sombra. Y eso era desesperante.
- Deja de cavilar tanto que te va a
salir humo por la orejas - Rose tan formal con sus frases.
- Es que ahora ni pensar puedo,
vamos Rose me molesta estar encerrado aquí sin salir, en mis 150 años no
conozco por completo la ciudad, cuando hay mortales que a sus 15 años ya
conocen al completo su ciudad - Si estaba haciendo una rabieta en toda norma
pero mi desespero era descomunal - Y no me vengas con que lo dijo James porque
ese es otro que lo tengo entre ceja y ceja que no ve que no me interesa, dios
que vaya y se eche un buen polvo con Victoria y a mi que me deje tranquila.
- Ya controlate fiera, relax que
como sigas así matarás al próximo que se te cruce y espero que ese pobre
cristiano no sea yo.
- Es en serio Emmet cristiano, por
favor pudiste haber dicho algo mejor, y además quien coño te dio a ti vela en
esté entierro pensé que estabas en reunión con el imbécil de James el grandioso
- Todos se echaron a reír, así es como lo llaman las perras que tiene en su
harem privado, maldito mujeriego - Pero dejemos de hablar de las perra de James
y dime traes noticias nuevas y espero que sea así porque sino si serás ese
pobre cristiano y que dios te agarre confesado.
- O si mis queridos amigos buenas
nuevas les traigo, James el grandioso, mujeriego y líder de nuestro clan nos
acaba de dar el permiso para hacer la patrulla de está noche. Y tu mi querida
hermana deberías de estar un poquito más agradecida porque podrás ver la ciudad
en todo su esplendor de noche y además le patearas el culo a unos cuantos
idiotas pertenecientes al otro clan. Que más quiere nuestra princesita venga a
ver dile al papi Emmet que más necesita.
- Tu eres grandioso por ahora nada
Emmet osito cariñosito, cuando salimos.
- Dentro de una hora son las 6 de
la tarde, a las 7 partiremos en los carros y patrullaremos, los 5 juntos como
hermanos miembros de la misma iglesia.
- Vamos Em que coño tienes tu con
las iglesias.
- Jazz es que uno no puede dar un
putó comentario.
- Pero es que con esos comentarios
cualquiera diría que final fundaras una congregación.
- Muy cómico Alice pero no y de
ahora en adelante me quedaré callado y no daré mi opinión en nada. Bueno sólo
en la cama con mi bella Rose - Que dulces tanto que empalagan.
- Osito eso sí que está difícil.
Pero bueno en la cama te acepto todo lo que quieras.
Dios cuando sería el día en Rose y
Emmet no ventilaran sus encuentros sexuales a los cuatro vientos. Mejor me iba
a comer antes que los matara a los 2 por tener una vida sexual a plenitud
cuando yo carecía de una, triste pero cierto a mis 150 años de edad era virgen,
lo más lejo que había llegado era a tocarme yo misma pero en el fondo no
bastaba quería a un hombre que me calentara y calentara mi cama, pero no todos
son una cuerda de machistas sin cerebro y eso conmigo no va.
- Jazz que te parece si vamos por
un bocado antes de que asesine a esté par de tortolos.
- Si tienes razón si no los matás
tu lo hago yo - Sabía que me daría la razón son un par insoportables - Cariño,
vamos te apetece.
- Si porque estoy molesta con Em ya
que decidió ensuciar mi mejor vestido - Alice y su amor por la moda antes matar
a Jazz que dañar una de sus prendas.
Alice, Jazz y yo somos sucubos Rose
y Em son lobos así que estamos esperando la camada de lobitos que según Em no
tardarán en llegar.
- No se vayan tan lejos recuerden a
las 7 en el estacionamiento - Si mi general - Y ahora mi bella Rosa vamos a
seguir intentando buscar nuestro cachorrito.
- Em a las 7 en el estacionamiento,
ni un minuto más me vale madre tu intento con el cachorro - Joder a Emmet mi
pasatiempo favorito, Rose se desternillaba de la risa pero Em hizo un puchero
al mejor estilo de un bebé - Que esas son tus órdenes no las mías.
- Ya dejemos a esté par que se
revuelque donde quiera y vamos a comer - Si que estoy débil - Ah y por cierto
Em no se vale el estilo perrito.
- Ah Jasper tus chistes no son
buenos.
Bueno era hora de reponer energías,
al ser un sucubo nos alimentabamos de la energía vital de las personas, lo
pueden llamar alma o como ustedes quieran, lo cierto es que esa energía era la
mía, me daba fuerzas y me mantenía alerta además de darle más fuerzas a mis
poderes entre los que estaban controlar la mente de los mortales con sólo un
roce y listo hacían lo que yo quería.
Pero a pesar de verme poderosa, mi
naturaleza me trajo muchos inconvenientes. Mis padres trataron de que yo
llevará una vida normal, inclusive si eso significaba ir contra las reglas del
clan, pero mandaron las reglas al diablo nos mudamos a New York y yo termine
estudiando en escuelas normales por supuesto conociendo mi naturaleza quien o
que soy pero jamás pensé que eso me traería problemas, la escuela elementaría
paso sin ningún inconveniente pero la secundaria eso es otra historia, lo más
vergonzoso y lo peor fue matar sin querer al chico que me gusta y eso paso
simplemente porque me dio mi primer beso, es que el simple roce de sus labios
con los míos desató un hambre voraz dentro de mi que no pude contener y termine
extrayendo toda su energía vital sin darme cuenta sólo se que fue un éxtasis
total y yo sólo me deje llevar eso fue en New York esa fue la razón por la cual
termine regresando a Chicago con mis padres pero sólo unos 2 meses después a
mis padres los asesinaron se convirtieron en unas víctimas más de esta guerra
sin sentido ni razón.
Actualmente podía controlar mi
hambre y mis ansias, gracias a Jazz que se convirtió no sólo en mi amigo sino
en mi mentor, me enseñó a controlar el hambre y mis poderes, James también me
cobijo en sus alas dándome clases de defensa personal desde karate hasta artes
marciales mixtas, soy una máquina a la hora de atacar pero nadie me toma en
serio.
Después de alimentarnos de unos
pocos normales que estaban ahí también para alimentar al grupo de vampiros
pertenecientes al clan, nos dispusimos a arreglar todo para la patrulla de la
noche.
- Me encanta ver que trabajen.
- Puedes callarte papá lobo alpha y
venir a darnos una mano.
- Alguien no ha recibido su ración
de amor diaria, Al que pasa yo no queres a Jazz como antes - Si Emmet se iba a
ganar una paliza bien sea de Alice o de Jazz - Y Jazz hombre tienes que pedir
lo tuyo.
Lo único que súpe después de que se
desatará el tumulto fue Emmet estaba tirado en el suelo muerto del dolor,
parece que tanto Alice como Jazz se abalanzaron sobre Emmet y le rompieron 4
costillas, el brazo derecho y el tobillo, el muy idiota estaba aullando de
dolor, pero bien visto se lo merecía.
- Rose mi princesa no ayudaras a tu
príncipe.
- No mi príncipe te lo merecias por
meter tu hocico donde nadie te llamo - Giro y nos guiño el ojo, Al estaba
conmigo tratando de apaciguar su mal genio - Y Jazz le puedes romper todos los
huesos que quieras pero trata de no dejarlo sin descendencia quiero mi camada
de cachorritos.
- A la orden mi generala.
Después de semejante altercado
estábamos listos para salir a hacer la patrulla, nos tocaba la zona esté de
Chicago, se suponía que era un punto fijo donde siempre encontraríamos a los
del otro clan y yo estaba súper ansiosa de patearle el trasero a unos cuantos.
Emmet estaba flexiónando todas sus extremidades, ventajas de ser un lobo te
rompes un hueso te recuperas en minutos, y Jazz fiel a su palabra le rompió
todos los huesos que pudo a Em pero no lo dejo infértil Rose esta desesperada
por sus cachorros y eso sólo lo llevaría a dejar a Jazz sin hijos y sin vida.
Íbamos en la Hummer negra de Emmet su bebé como el lo llamaba, creo que un
golpe a su bebé le doleria más que un golpe a Rose, en fin los hombres y sus
juguetes, no trató de entender la mente masculina que es un torbellinos de
ideas sin sentido.
Sin dar aviso Em freno de dolor y
de todos lados salieron lobos, vampiros, sucubos, incubos y toda clase de
criaturas de los bajos fondos, todos ellos habían perdido su parte humana la
poca que les quedaban y habían sucumbido al llamado del mal de esa forma
cambiaron de bando, y sin embargo no reconocía a ninguno mejor así de esa
manera sería más fácil mandar su trasero al diablo. Pero eran muchos y nosotros
5 por fuertes que fuéramos, Em y Rose cambiaron de una preparándose para la
batalla y Alice, Jazz y yo estaba en alerta y tensos a lo que pudiera pasar,
eso es lo último que recuerdo claramente. La lucha fue muy borrosa pero como
buenos luchadores que éramos no dejaríamos una buena batalla corriendo como
nenas; sólo recuerdo escuchar los gruñídos de los lobos de lejos y los de Em y
Rose. Los gritos de guerra de los demás y el sonido de los huesos rotos, la
lucha fue encarnizada gritos por aquí por allá golpes por aquí por allá,
estábamos en desventaja y luego sólo sentí un golpe horrible en el vientre y
luego vino uno y luego otro y otro hasta que caí en la inconciencia, me
desperté sola no había rastro de mis amigos un segundo luego conseguí ponerme
en camino por una calle completamente herida, cuando de pronto se me cruzó el
auto de un hombre, era un Volvo el pobre hombre casi me atropella pero al
frenar y darse cuenta de mi estado debido a las luces frontales del auto, se
bajó a ayudarme.
- Señorita esta ud bien - En serio
es que no ve que corriendo en medio de la calle porque me provoca - Dios mío
esas heridas están muy malas, vamos la llevo al hospital.
Débil como estaba medio logre
decirle que al hospital no, los médicos se darían cuenta de que no era normal
mi temperatura normal es de 27 grados muy baja para la de una persona común y
corriente.
- De acuerdo, entonces la llevo a
mi casa, yo soy doctor yo la curare aunque no entienda del todo el porqué no me
deja llevarla al hospital - Que bien eso me ahorraría preguntas sin sentido -
En mi casa podré curarla al completo.
Si supiera, sólo su energía vital
podría curarme y no del todo, lo único que podría hacerlo sería una buena
sesión de sexo, eso era la que Jazz me había dicho, yo lo había visto de
primera mano el y Alice se habían recuperado de unas heridas que obtuvieron en
una reyerta conos otros y a la mañana siguente ya estaban como nuevos, pero eso
sería imposible debido a que soy virgen que hija de perra que es esta vida.
Puso sus brazos en mis rodillas y espalda y me levanto como si sólo fuera una
bolsa, me recosto en el asiento de atrás y se puso en marcha. Lo que el no supo
en ese momento es que cuando me toco mi piel ardió como si estuviera en llamas,
definitivamente tenía que estar muy herida para sentir semejante atracción. Y
sólo bastaba con mirarlo para sentir mi sexo palpitar, era alto, músculoso pero
no en exceso, con unos ojos verdes que me miraban con preocupación en el espejo
retrovisor y un pelo todo desaliñado color cobrizo en el que sólo quería
enredar mis dedos y jalarlo. Dios que era ésta sensación sólo verlo y ya estaba
con un calentón de muerte.
Llegamos a su apartamento en un
momento que se me hizo eterno, se veía que era alguien rico. Me ayudó a ponerme
de pie y me cargo de nuevo subiendo al ascensor, pero ese roce y estar tan
cerca de el era muy malo, despertaba todos mis instintos tenía hambre y no sólo
de energía sino de el como hombre, que me estaba pasando sino estuviera herida,
muerta del cansancio y a un paso de la inconciencia ya le hubiera quitado la
ropa y estaríamos de otra forma en esté ascensor. Entramos a su departamento y
casi muero pero de la sorpresa todo estaba ordenado y limpio, se veía sobrio y
elegante. Quien era el.
- Vamos te curare tus heridas, me
dirás tu nombre y el porqué no me dejaste llevarte al hospital - Por dios
paciencia y fortaleza para no comerlo a besos, esos labios se veían apetitosos
y suaves - Dejáme dejarte en mi cama y buscar mi botiquín.
¿Cama? ¿Botiquín? Que diablos, esa
palabras me dejaron KO por un momento. Me dejo en su cama con todo el cuidado
del mundo, se quitó su chaqueta y madre de todo lo hermoso que espalda, salió a
buscar algo y al momento entro con una mini maleta negra, era un botiquín de
médico.
- Soy Edward Cullen, médico general
en el Kindred Chicago hospital central. Y tu quien eres.
Yo sólo lo miraba embelesada
mientras sacaba su estetoscopio y demás instrumentos.
- Hola alguien allí, o acaso te
comieron la lengua los ratones.
Me aclare la garganta y en un
impulso que salió no se dé donde le dije mi nombre verdadero no la fachada que
tenía en esté siglo.
- Bella Swan.
- Bueno hola Bella, tu nombre es
muy bello al igual que tu, dejáme revisarte esas heridas, mientras dime que te
paso y porque no quisiste ir al hospital.
- Es una larga historia y mientras
tu no sepas mucho mejor te irá. No creo que sea justo que el mundo pierda a
alguien tan generoso, amable y además doctor - Estaba yo coqueteando con el
maldición - Perdona no quise decir mucho, creo que hable de más.
- No te preocupes, gracias por los
cumplidos, pero es en serio quien deja semejantes heridas, mira por ti misma.
La verdad me dolía todo el cuerpo,
pero en el brazo derecho que era el que el me mostraba había un corte profundo
y largo, eso lo tuvieron que haber echo los lobos. Y hablando de eso donde
estarán los demás, estarán bien, heridos, muertos quizás no me atrevía ni
siquiera a pensar en eso.
- Eso sí te dijo quien o que me lo
hizo no me creerías.
- Creeme como médico lo he visto
todo en especia si estas en emergencia y te toca atender a iba embarazada que
estuvo involucraha en un accidente automovilístico, ya nada me sorprende bueno
casi nada, tu fuiste una sorpresa muy grande. No pensé en encontrar una chica
como tú bella, herida y diferente como tú.
- Diferente como yo, que quiere
decir eso - Es que se habría dado cuenta de que no soy humana - Porque hasta
donde se tu y yo no nos conocemos.
- Calma no eres el primer paciente
que trató que tiene una temperatura de 27 grados y que además tenga los ojos
azules como los tuyos. Dime Bella tienes hambre.
Que coño acaba de pasar, sabe lo
que soy pero eso es imposible el secreto era irrompible, nadie podía enterarse
de eso o terminaría muy mal.
- Comó sabes lo que soy - Porque
esto ya me suena a pesadilla en toda regla - Nadie de los mortales lo sabe,
nadie en Chicago se vive de esa manera y ellos de ignorantes no se han dado
cuenta de que conviven al lado de seres mitológicos como nosotros, porque si no
te lo voy a negar no soy humana.
- Ya lo sabía, me di cuenta cuando
me acerqué a ti y vi tus ojos. Hace 5 años cuando iba en mi 3 año de residencia
me encontré con un hombre rubio de pelo largo si nombre James - Mientras lo
decía trataba de curar mis heridas sin mucho éxito - El necesitaba ayuda y a mi
sólo me secuestraron sabiendo que estudiaba médicina y me iba a especializar en
obstectricia y neonatología, al parecer dejo embarazada a una humana y tanto
ella como el bebé estaban en un gran riesgo de perder su vida - Que era lo que
estaba diciendo James y una mortal, eso era imposible - Ella no tenía mucho más
de 25 años jamás súpe su nombre, sólo que ella murió al dar a luz el bebé
sobrevio pero no se a donde se lo llevo James,
después del parto y meterme en semejante situación donde estaba en
riesgo no sólo mi carrera sino mi vida, le exigí a James una explicación lo
cual nos llevo a una acalorada discusión que terminó en un trato yo le ofrecía
mis servicios como médico y el me explicaba lo que sucedía a mi alrededor que
yo como cualquier otro mortal no me daba por enterado. De esta manera súpe que
eran uds y como se manejaban en Chicago en pleno siglo XXI.
Era increíble James jamás nos hablo
de el, y sin embargo yo sabía que existía un Dr muy sexy según las perra del
séquito de Victoria pero nunca lo vi ya que nunca termine lo suficientemente
herida para recurrir a el, me bastaba con alimentarme y todo volvía a estar
bien, pero a pesar de querer así su buena obra de caridad el Dr estaba metido
hasta lo codos en una situación que terminaría muy mal, iba contra las reglas
tener tratos o negocios con mortales y James no sólo rompió esa regla sino que
se enredó con un chica la cual era muchísimo más joven que el y además la dejo
embarazada y por lo que dice el Doc murió mientras daba a luz y nada de esto lo
sabe el clan, pues claro si James no quiere perder el liderato esto no se puede
saber, eso sólo me lleva a preguntarme que más nos habrá ocultado James.
- Se que te puede parecer
impresionante y se que sus reglas van en contra de hacer negocios con James,
pero el sabía que era mejor tenerme a su lado que arriesgarse a tener otro
muerto encima, mucho bastaba con la pobre muchacha, de la que estaba seguro no
sabía nada sobre su verdadera naturaleza.
- Comó puedes estar tan seguro de
eso - Lo interrumpi - James es un vampiro tuvo que haberse alimentado de ella.
- No lo creo en mi examen
preliminar mientras la preparaba para el parto no vi ninguna marca de colmillos
o mordidas y estaba en buen estado de salud, su muerte se debió al cansancio
extremo y a la pérdida de sangre.
- Esto es increíble el supuesto
líder perfecto del clan nos ha estado mitiendo y vete tu a saber que más estará
ocultando el muy cínico.
- Creo que otras de sus mentiras es
que está confabulado con un tipo del otro clan para hacer el algo es lo único
que pude escuchar de una llamada que le hicieron cuando me trajo al bebé para
hacerle la revisión mensual.
- Cuantos meses tiene el bebé.
- Dentro de unas semanas tendrá 11
meses.
- Oh por dios, el muy maldito nos
está traicionando, eso explicaría la emboscada de hoy.
- Estas preocupada por alguien - Si
mucho por los chicos, donde demonios estarían - Estabas sola cuando te hicieron
estas heridas.
- No estaba con mis hermanos, mis
amigos, prácticamente la única familia que me queda. Puede que no compartamos
la sangre pero tenemos el cariño y la conviviencia.
- Muy bien, pronto aparecerán no
deberías darte por vencida.
- Te estoy poniendo en peligro, si
la trampa iba dirigida a mi y mis amigos el que me trajeras aquí fue una mala
idea.
- No te preocupes, esté apartamento
no lo conocen y mi familia está muy lejos. Mis padres viven en La Toscana.
- Seguro lo último que quiero es
que te pase algo malo - Que diablos me preocupaba por el, pero obvio lo
obligaron a entrar a nuestro mundo y además me estaba ayudando cuando tenía una
diana en la cabeza - Tengo que alertar al clan y...
- Calma amazona ninguna de esas
cosas las podrás hacer con esas herídas, púede que no seas humanas y tengas una
vida inmortal pero te lástimas igual que un humano así que me dejaras curarte
antes de que hagas algo.
En eso se puso manos a la obra, y
que manos, por dios el mínimo roce hacían mi cuerpo vibrar. Y esos profundos
ojos verdes me perdían, sabía que meterme con el sería un error, pero me
encantaría arder en el infierno sólo por estar en su cama.
- Te voy a pedir que te quites la
camisa - Ya va oí bien, que me quite la camisa, eso y todo los que quieras - No
te vayas a asustar es sólo para ver las herídas del tórax.
Ah era eso lástima. Me quite la
camisa como pude el cuerpo me dolía horrores, sin embargo en ese momento sentí
que algo cambio, mi sostén era de encaje negro del mismo color que la camisa y
vi que el me observaba pero por un momento no lo hizo de manera profesional
sino como un hombre hambriento de una mujer que caliente su cama por las
noches. Pero así como de rápido, rápido se esfumó esa mirada, empezó a tratar
mis heridas pero las muy malditas se resistían, sólo el buen sexo me las
curarían al completo pero eso no iba a pasar no sucumbiria a la tentación
aunque ella tuviera los ojos verdes.
- Listo es lo menos que puedo hacer
pero no se te cierran del todo y eso me preocupa. No se infectaran ya me
encargue de eso.
- Gracias más bien has hecho mucho.
- No te preocupes, si quieres
cambiarte o algo de comida sientete como en tu casa.
- Muchas gracias pero no creo que
sea necesario, tengo que alertar al clan...
- No es imposible que salgas con
esás heridas, ven.
Me arrastró hasta la que supuse era
su habitación, había otra más todo el apartamento era la lindo, abrió su
armario y me dio una camisa inmensa para mí y un boxer suyo, dios me sentía
como una intrusa.
- Tu novia no sospechara.
- Novia cual novia, no tengo novia
no algo parecido soy soltero. No te preocupes - Caminos hasta la otra
habitación - aquí encontraras un baño para que te asees lo mejos que puedas, yo
te daré tu espacio.
Luego de cambiarme y asearme volví
a la sala de la cual se desprendía un olor a pasta a la napolitana divino y lo
que cerraba con broche de oro ese olor era la visión de el sólo en pantalón de
chandal y más nada cocinando. Oh madre de todo lo que es hermoso, me quieren
matar, mis pezones se endurecieron y sentía que algo húmedo se deslizaba por
mis muslos, siendo honesta no me puse sus boxers como anticipandome a que fuera
a pasar algo pero en ese momento lo creí imposible hasta ahora. El me vio y me
dio una sonrisa que le mojaría las bragas a cualquiera.
- La cena ya va a estar lista,
espero que te guste la pasta.
- Si claro que me gusta.
- Me sigue preocupando tus heridas.
- Esto no tiene que preocuparte.
Mucho has hecho con ayudarme.
- De acuerdo a comer sino te
molesta aquí en el desayunador con un buen vino blanco.
Comimos sumidos en un silencio que
se podía cortar con un cuchillo. Durante toda la comida nos miramos sin ninguna
palabra de por medio y podía notar el deseo en sus ojos y yo me moría por darle
un beso a esos labios de muerte, pero eso sería precisamente lo que le traería
a Edward un beso mío la muerte, en estas condiciones herida y caliente como
estaba lo podría matar.
Terminamos de comer recogimos todo
y el se dispuso a lavar, pero en ese momento se me cayó un plato, inmortal y
todo era algo torpe. El se recogió a recogerlo y cuando alzó su cabeza se
encontró con mis piernas me recorrió de arriba a abajo y esa mirada causó
estragos en mi, poco a poco fue subiendo hasta estar a mi nivel me miró los
labios con ansias y hambre eso me decía su mirada, yo sólo perdí noción de todo
y agarre su nuca lo atraje hacia mi y lo bese como si el mundo se me fuera en
ese beso. Sin proponérmelo empecé a alimentarme de su energía y por dios que
inyección de adrenalina, me dejo en éxtasis pero con su mano en el pecho empecé
a sentir que su pulso disminuía y con la poco cordura que me quedaba me separe
de el, cuando lo vi me alegre porque todavía se sostenía por si mismo pero
estaba algo débil. Fui a su refrigerador y vi que había varias botellas de Red
Bull eso podía regresarle la energía que le había robado para alimentarme.
- Toma bebe de esto te hará bien.
Necesitas reponer energías, esto te las dará. - Me arrancó la bebida de la
mano, y se la bebió a grandes sorbos con desesperación - Lo siento se me fue la
mano, un beso mío es mortal esa es mi manera de alimentarme, dale gracias a
dios que después de 150 años de control pude parar aunque no quería mi cuerpo
está muy herido.
- No te preocupes, me alegra ser de
ayuda - Eso lo dijo en un tono bajo - Sólo dejáme procesar esto.
- Claro no hay ningún problema.
Me dispuse a ir a la habitación,
pero unos brazos fuertes y de hombre me agarraron y me estamparon contra la
pared, pensé que me estaban atacando, pero era Edward que me acorraló y me
apresó con su cuerpo.
- Edward que vas a hacer.
- Me tienes mal, siento un deseo
primitivo por ti y estoy más duro que una roca, en especial después de ese
beso, pero lo entiendo para a estar contigo no puedo besarte es algo pasable,
pero no te puedo negar que quiero estar contigo.
Eso fue suficiente me despoje de la
camisa y quede completamente desnuda frente a el, soltó un gruñído y atacó mis
pechos de forma desesperante, besó, mamo y mordió todo lo que quiso con ellos
mientras me tenía arrinconada a la pared del pasillo. Sin darme cuenta me tomo
de los muslos me alzó en vilo, yo rodee su cintura con mis piernas y me llevo a
su habitación, me dejo en la cama mientras me daba pequeños besos en el cuello,
se levanto se quitó los pantalones y debajo no traía nada por lo que pude
apreciar su erección en todo su esplendor y dios santo todo eso iba a entrar en
mi, pero poco me importaba las preocupaciones en esté momento, lo quería dentro
mío desesperadamente. Se acerco y se subió encima de mi, fue dejando un mar de
besos por mis pechos a los que se dedico un tiempo mientras yo arqueaba mi
espalda dándole más acceso a ellos, luego fue bajando por mi vientre mientras
yo moría de la expectación, sólo quería que llegará a mi centro y me hiciera
ver las estrellas y el cielo de una sóla vez. Pero se hizo de rogar mientras me
desesperaba entre sus brazos, cuando por fin sepáro mis labios con sus dedos y
su lengua encontró mi centro me sentí morir con todas las sensaciones que
estaba sintiendo, pero se intensificó cuando me penetró con un dedo
- Dios estas muy mojada, mi dedo se
resbala en tu interior.
- Sigue no pares, por favor.
Entonces obedeciendo mi súplica
añadió un dedo más y yo estaba al borde del orgasmo más devastador que pudiera
llegar a sentir. Me penetró hasta sus nudillos y fue cuando sintió mi himen.
- Eres virgen.
- Sorpresa, pero por favor no te
detengas.
Me dio esa sonrisa tan
endemoniamente sexy y yo me estaba devastando. Empezó a hacer las penetraciones
más profundas y de repente movió sus dedos en círculos dentro de mi. Su lengua
volvió a mi centro estaba casi que llegaba al orgasmo sentía me cuerpo temblar
y el también lo sentía, ya que mis paredes se estaban cerrando alrededor de sus
dedos. Me penetró una vez más y volvió a mover tanto su lengua como sus dedos y
me fui, caí en el orgasmo más increíble que hubiera experimentado por mi misma,
mis gemidos fueron altos y estaba toda desmadejada en en su cama.
- Esto no ha terminado.
Se posicionó encima de mi y me fue
dando besos por todo el cuello y hasta fue lo suficientemente valiente para
darme uno rápido en los labios, mientras se posiciónaba en mi entraba, luego me
fue penetrando poco a poco, conciente de que era virgen, cuando llego al himen
me pidió permiso con sus ojos y yo alce mi cadera indicandolé que siguiera, me
penetró de una estocada certera y profundo causando un fuerte dolor por lo que
clave mis uñas en su espalda, pero eso basto para que mis heridas se fueran
cerrando poco a poco. Espero a que me acostumbrara su tamaño, sólo fue un
momento porque empecé a mover mis caderas a lo que el empezó lás embestidas al
principio lento pero la temperatura en los dos iba aumentando ási que el empezó
a aumentar sus embestidas a lo que yo me unía con el y iba sintiendo la
construcción de mi próximo orgasmo, mis manos recorrían toda su espalda y
terminaron en sus bien formado trasero mientras mis piernas lo tenían atrapado
por la cintura. Mis gemidos y sus gruñídos inundaban la habitación, los dos
sabíamos que estábamos a punto, sus penetraciones eran más torturadoras,
estábamos cubiertos de una capa de sudor. El orgasmo estaba muy cerca, las
paredes de mi vagina se empezaron a cerrar entorno a su pene, una última
embestida y me vine sin reparos en gritar su nombre. Luego de dos embestidas
más el se corrió con un gruñído y se dejo caer sobre mi sin ninguna fuerza de
parte de los dos, o alguna intención de salirse de mi, y yo sin ningún
problema. Nos quedamos quietos disfrutando de la compañía del otro, de repente
el se empezó a mover para darme más espacio pero yo no quería, lo agarre y le
di la vuelta quedando yo sentada a horcadas de el.
- Quieres una segunda ronda.
- Tu que crees.
- Tus heridas están completamente
curadas - Mientras decía esto iba tocando mis brazos, mi cuello, mis pechos y
yo me derretia por su toque - No ninguna herida estas como nueva, sorprendente.
- El sexo es para los de mi especie
una cura instantánea.
- Vaya me alegra haber servido para
algo.
- Servirás para mucho más, mucho
más.
Me empecé a mover encima de el,
poco a poco sentí que iba creciendo dentro de mi. Esta noche no estaba
dispuesta a pensar quien nos había engañado, que sería de Jazz y los demás, que
más nos estaría ocultando James y cuál sería su próximo movimiento. En esté
momento sólo me importaba llegar al preciado orgasmo mientras me sentía
demasiado cómoda en los brazos de Edward.
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Notas: Aquí está mi primera historia sobre Bella y Edward, también es
mi primer lemmon así que no sean malitas, espero que les guste porque me
esforce escribiéndola. La idea del sucubo salió de la serie Lost Girl se las
recomiendo completamente, se que pensarán que los sucubos también son vampiros
pero hay muchas versiones y la que más me gusta es esta, así los separamos a
ellos de los vampiros que beben sangre. Para finalizar les recomiendó una
canción que va totalmente con esté OS y es Time is Running Out de MUSE
escuchenla y busquen la letra para que vean. Gracias por leer y espero sus
votos. Estefany
9 comentarios:
Vaya me ha encantado este fic.
por supuesto votare por el, pero aun tengo que leer los demas.
Antonia
Me gusto tu one Shot esta interesante debo leer los demas antes de decidirme. mucha suerte
Me gusto mucho el One Shot, me parecio interesante saber de los sucubos .......... te deseo mucha suerte......besos
Me encanto... Bastante interesante y quede con ansias De saber mas De Los sucubos... Suerte chiquilla y muchos exitos
Hola ¿como estás?
Mucho me ha gustado mucho, lo he leído dos veces, la segunda vez con la música que recomiendas y me ha gustado aun mas.
Conozco la serie de Lost Girl y me parece muy bien el enfoque que has dado a esta idea del Succubo.
Enhorabuena y besos
Wow me encanto de verdad y dejame decirte que el lemmon estuvo fantastico , mucha suerte ..
Me gustó mucho tu shot, sabes es difícil escribir lemmon y el tuyo me encantó, además sabes yo no sé mucho de los sucubus, pero al terminar de leerte, me motivaste a leer, si tienes algún libro sobre los sucubus me pasaras el nombre.
felicidades !!!
Estefani me encantó!!! Desde del comienzo me dejo sin palabras, esta super recomendadisimo. Me fasino el enfoque del fic, el lemmon te quedo perfecto!!!
Menudo lemmon Estefani me ha encantado
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