—Chaim Clearwater—
pronuncio con cierto orgullo, una vez lo
tuvo en brazos. El nombre que diera a su
pequeño hizo que su familia y el cuerpo médico que en el momento le acompañaba le miraran con extrañeza.
—Ponle un nombre
común, nada raro— sugirió su madre, acercándose para
acariciar la pequeña mejilla del
pequeño.
— Chaim, es el nombre
apropiado para él— defendió con
fiereza— es mi pequeño viviente, mi
vida— manifestó tajante— Chaim
Clearwater, hijo de Leah
Clearwater—
—E hijo de…
Miro fijamente a su madre, preguntándole en
silencio si en verdad creía que ese
viejo truco haría que pronunciara el nombre del padre de su hijo, bien aun
era una púber pero yo no era tan
inocente e ingenua.
—E hijo de Leah Clearwater— complemento— mi Chaim—susurro
con cierta reverencia, deposito un beso en la frente de su pequeñín—mio—
Antes de dejar el hospital tres días después del
parto, su padre pregunto sobre el origen del nombre de su nieto. Ella
entendía que todo el mundo perdiera la cabeza por pequeños seres como el que su padre cargaba en brazos y que su padre
estaba hechizado por el pequeñajo.
— ¿No te gusta?... —
Cuestiono vacilante, al escoger
en secreto el nombre no medito
sobre las posibles burlas a las que
pudiera ser sometido en el futuro su pequeño, pero el
nombre fue tan apropiado que no dudo en registrarlo así—
Un día en clase
de religión lo vi y me gusto. Chaim,
significa alegre, vital, el que
vive ampliamente. Creo que aplica— su
padre le dedico una mirada extraña.
—Apropiado para él—
le aseguro, que su
padre aprobara el nombre del bebé hizo que un tonto y enérgico
sentimiento de alegría recorriera
su cuerpo. Sonrió débilmente—Tendrás que se fuerte,
Chaim te necesita y depende de
ti— parpadeando varias veces para
disipar unas tontas lagrimas asintió.
Seria
fuerte por los dos. Se
prometió. Le daría a él
todo lo que a su alcance estuviera.
El regreso a
casa fue caótico muchos
cambios fueron efectuados uno de ellos
se dio en la habitación que compartiera con las
gemelas, en lugar de las literas
de sus hermanas a su regreso había un
pequeño corral de madera. También algunas cosas de bebé que antes
no estaban, varias bolsas de pañales; un
muñeco guindado en una pared con
cabeza de oso pero cuerpo
triangular de raso azul dentro la pequeña
ropita estaba ordenada.
También una pequeña mesa
que hacia las veces de cambiador, lo supo cuando el llanto
embargo al pequeño y su madre con
facilidad le ubico en esta para el cambio
de pañal.
— Debes aprender
a identificar cada llanto— informo su madre que durante los días anteriores
no le dejo ni a sol ni a sombra
pero que desde el momento
le dejaría sola para que supiera que significaba ser madre, había argumentado.— Cuando se es
madre por primera vez todo aterra pero ya aprenderás, todas
aprendemos a ser madres, todas
tratamos de ser las mejores aunque en el camino fallemos— murmuro, pasando la
cinta pegante para asegurar el pañal— Sera un largo, largo pero
gratificante camino—Se
limito a asentir.
Nunca espero lo que vino durante los primeros
días. El bebé dormía
la mayor parte del día, mientras
ella aprovechaba para recuperarse. Su
madre le prohibió la televisión, también le
prohibió salir después de
cierta hora. Algunos alimentos y limitaban el tiempo del baño. Además le hacían despertar con la
salida del sol para que asoleara al
niño, y sobre las cuatro repetía
el proceso. El resto de día iba
entre cambiar pañales, amantar al
pequeño-un proceso doloroso ya que todo su cuerpo dolía- y mantener reposo,
bueno eso durante los primeros quince días. Tras eso su madre
le dejo prácticamente a la
deriva, si el bebé lloraba tenia
que hacerse cargo de él, si él bebe requería cambio de pañal lo hacia sola, si el bebé
vomitaba ella tenia que
limpiarlo, si lloraba.
De todo las noches
era lo peor, a pesar que la mayor parte de la noche el pequeño dormía plácidamente ella no
podía cerrar los ojos mas de cinco minutos antes de despertar sobresaltada,
en medio de la semioscuridad
observaba detenidamente a
Chaim, asegurándose de que
respirara. A media noche, puntual como un reloj los pequeños
ojos oscuros parpadeaban, su
pequeña boca roja se
abría para llorar exigiendo comida, tras amamantarlo y
sacarle los gases, volvía a dormir, pero ella
seguía despierta por largo
tiempo, tiempo dedicado a meditar sobre
lo que seria de su
vida y la de su hijo, pero sobre todo para admirar lo maravillosa y sabia que es la vida
al dejar que otra vida creciera en ella. Al
final con un beso en cada moflete
y acariciando al pequeño por
entre las barras del corral, dormía un poco.
Lo mas traumático
fue bañarle sola,
el miedo la corroía y en su mente
todo sucedía, el pequeño
cuerpecito se deslizándose de su agarre
ahogándose en la bañera, que fuera
tan brusca que lo lastimara,
que se pudiera golpear el bebé en el proceso. Con manos temblorosas y conteniendo el
aliento lo hizo, las primeras veces meticulosa y lentamente llevando
hasta el triple de tiempo que usara
su madre.
Las atenciones y mimos que recibiera el bebé de una
u otra forma le hacían
sentir mejor. La confusión, la tristeza
disminuyeron un poco con la
llegada del bebé, también lo
hizo la frialdad
de su padre para quien el bebé
parecía ser una extensión suya, era casi imposible separarle del
pequeño, claro a menos que fuera para las tareas propias de mamá, cosa que su
madre enérgica manifestaba debía hacerlo sola.
—No podemos hacerlo
todo, tienes que aprender que esa vida depende de ti y solo de ti que si
no lo cuidas solo tu eres la
responsable—
Los mimos solo
se extendían cuando el pequeño estaba
dormido, o calmado, cuando
ponía a prueba sus dos pequeños pulmones todos, todos
desparecían dejándole con un
irritable bebé al que no sabia como
calmar. Temía muchas
veces que nunca dejara de llorar ya
que su llanto se
prolongaba dolorosamente.
En esos momentos
solo quería imitar al pequeño y
llorar con todas sus
fuerzas, pero solo se
limitaba a sollozar en silencio mientas le
susurraba temblorosas palabras que
buscaban calmarlo. Llegó a creer que
el pequeño podía sentir
su estado anímico y en esos días
grises él se ponía más
irritable.
Muchas veces
al verlo dormir en medio de su cama,
le parecía mentira que fuera real,
si no fuera suyo
creería que era un juguete. Ironías de la vida un niño criando a otro niño. Lamentaba que Sam no
quisiera hacer parte de la vida de su pequeño. Sam, después de esa
última llamada no le había
vuelto a llamar, ahora solo lo recordaba en la noche
con un amargo y doloroso
sabor. Ahora que tenía al pequeño
junto a ella no quería que él lo conociera.
Cada vez que
el pequeño abría los ojos y le sonreía, sentía que una parte de ella se
adhería a , día a día, minuto a minuto su
amor por el pequeño crecía hasta el punto que pensaba
moriría por él.
Al mes
de haber dado a luz
regreso a la escuela, poco
le importo que algunas personas
le embromaran o le molestaran, no tenia tiempo para incomodarse por
esas cosas, aunque doliera, su mente
se enfocaba en dos
cosas su bebé y su
estudio. Su madre llevaba al pequeño para que pudiera
amamantarlo dos veces
durante su jornada
escolar. Estar lejos del
niño se le hizo difícil, sobretodo durante las dos primeras semanas de
regreso, no quería estar lejos de Chaim.
Fue difícil
retomar el ritmo de la
escuela y mas aun
cubrir las obligaciones de la
escuela y satisfacer las necesidades del bebé.
Había días en los que deseaba
dejar la escuela y dedicarse a su
pequeño, días en los que se sentía tan cansada que deseaba no
hacer nada. Más aun día a
día, cansada, enferma, triste o como
fuera continuaba, se levantaba y cumplía con sus obligaciones.
Además de
las enseñanzas de la
escuela, aprendió acerca de
los molestos cólicos, acerca
de como de irascible se ponía un bebé cuando las primeras vacunas
vinieron, también aprendió como
de mimoso se tornaba
alrededor de su padre y
ella, y que cuando
los primeros dientecitos empezaron a reventar babeaba a toda
hora y el puño no
dejaba la pequeña
boca. Ante eso Seth
le regalo un rasca encía, Chain
pareció aliviado con la pequeña goma
pues la chupaba con ahínco de ella todo el tiempo.
Otra cosa que aprendió
fue que además de lo irascible y baboso
que se puso, también le dio calentura al pequeño y que una pequeña infección al oído empeoraba todo.
También aprendió a que
a pesar de los problemas, las pasadas
recriminaciones y disyuntivas, su familia
los protegía y cuidaba todo lo que podía. Que su madre era
una mujer de templanza y que lo que buscaba con su
estricto carácter era formar
personas de bien. Que su padre a pesar de sentirse herido
le mimaba aun mas de lo que hacia
en el pasado, y que Chaim se
había convertido en su ojito derecho[1].
Que sus hermanos
no eran los mejores pero lo
intentaban, que se convirtieron sin
darse cuenta en amigos, ya no
discutían tanto y se confiaban
cosas, y ella de ser la
molesta hermana pequeña
paso a ser vista como una
igual.
La navidad
llego esta vez sin caras
tristes o decepcionadas, bueno
quizás si reculaban al año
anterior podrían llegar
a sentirse mal por lo ocurrido, pero
no tanto, por lo menos no para
ella. Ayudo a decorar
la casa. Al no tener
dinero para comprar regalos para
su familia, se ofreció a cocinar en las festividades e incluso ayudo
a algunos vecinos con pequeños
recados, lo poco que reunión sirvió para comprar a
Chain una loción, a sus hermanas
unas pinzas para el cabello, a su madre una barra de labial
coral, a su padre y a Seth unas medias. Para ella
la satisfacción de haber hecho algo por
su familia.
El día a día con Chaim no
podía ser descrito, las
pequeñas sonrisas y risas le
hinchaban el corazón, los
balbuceos le hacían sentirse la
mas feliz persona del mundo. Cada avance, crecimiento le
indicaban que tráelo al
mundo fue la mejor decisión. Solo tenía ojos para su pequeño
pedacito de cielo.
La navidad
fue una pecha especial, o así lo veía. Durante el año
no solo había cumplido un año más de
vida, no solo había tenido un bebé que adelantado o no a su tiempo, había venido al mundo para hacerla feliz. Durante ese
año empezó un proceso de maduración
acelerado, estar con gente de su edad era como
poner a un niño
genio en un colegio común,
se aburría rápidamente y no hallaba el encanto en lo que sus
pares lo hacían.
Con el paso del tiempo la gente dejo de
murmurar y cuchichear, claro que ello no
quería decir que dejarían de hablar de ella por un largo, largo tiempo.
Cuando Chaim
hiciera los amagues para gatear, todos lo celebraron como si fuera el
triunfo más grande, la pequeña bolita de
carne crecía rápidamente.
Los balbuceos se hicieron constantes, todos notaban
lo especial que era.
Esos primeros
meses todos bromeaban sobre a quien se parecía, ella,
la verdad no hallaba parecido con nadie, si
fuese sincera diría que tenia los rasgos de
cualquier bebé, cara redondeada,
boquita rojita, pequeña nariz y
unos ojo curiosos.
Durante su tiempo
libre no iba a jugar con
sus amiguitas, no tonteaba
con ningún joven,
en su tiempo libre ella cuidaba de su bebé, lavaba la
ropita, cambiaba pañales, leía cuentos,
ayudaba en los quehaceres de la
casa. No todo los días eran buenos,
habían días en los que todo parecía
apunto de colapsar bien fuera porque la
economía de la casa se estaba resintiendo o porque el
bebé enfermara, o ella lo
hiciera o porque la carga
escolar y familiar le pasaba factura.
Con la llegada del
verano y unas merecidas vacaciones escolares, planeo enseñarle
a su pequeño la bella
playa que rodeara la reserva. Improvisaba picnics
con sus hermanos, con sus papás.
Cuando las
primeras gangosas e indescifrables silabas
fueron pronunciadas, su corazón
casi sucumbe preso del orgullo y amor,
ese día
fue sublime, estaban todos en la playa disfrutando de una hermosa tarde. Chaim en menos de dos minutos pasó por los brazos de su
orgullosa familia.
—Bribón tienes
que hablar pronto para que vuelvas
loca a mamá—musito Seth con picardía.
—Será el
quien te cuidara—vaticino su madre— será difícil
que puedas tener alguna relación en un futuro—
No presto mucha atención a esas palabras, ya que
habiéndose quemado no
tenia animo de volver poner la mano para quemarse. Se limito a reír tontamente.
Esos días de
verano fueron más que
relajados y alegres, a parte de
los paseos, se dedico a adelantar
todos los pendiente de la
escuela.
Ya casi a finales del verano mientras sentada en la arena donde
jugueteaba con un Chaim en pañal, ajena
a todo el bullicio propio del verano, sucedió, sintió que le
observaban al levantar la
vista allí estaba
él, parado justo frente a ellos,
igual que hace cerca de un año, mirándoles con ese aire distante y frio, estudiándoles como
si fueran unos bichos raros.
—Jugando a
ser la mamita— murmuro— pensé
que tus padres se desharían de él al
nacer—
El instinto le hizo
tomar al pequeño y
vibrante bebé en sus brazos
apretándole fuertemente contra su
cuerpo, protegiéndole de
las toscas palabras.
—No— murmuro con un
nudo en la garganta, temblorosa—
es mi hijo, no tienen por qué quitármelo, ni deshacerse de él, es mio, mío—
—Si, es tuyo,
recuérdalo para cuando necesites algo, recuerda estas solas que yo nunca, nunca pedí que
naciera—
Un pequeño y
estrangulado grito se le escapo, bien sabia que
Sam no quería nada con su hijo
pero oírle decirlo
en su cara dolía.
—Pareces tan sorprendida querida—se burlo él sin compasión— solo quería pasar un buen momento, no una
complicación, un hijo, en que cabeza
cabe que yo quisiera ser el padre
de ese mocoso—
Con los
dientes completamente apretados, el
nudo en la garganta dificultándole la
respiración y los ojos inundados por las lagrimas, le oyó.
Si solo le faltaba decir que Chaim
no era hijo suyo.
Chaim tan perceptivo y empático estallo en llanto.
Una cosa
esta mas que clara para Leah,
callar sobre la identidad del
padre de Chaim era lo mejor, mas prudente y correcto que había hecho en su corta edad. Eso creía ella, pero
el destino tenía en sus planes otra cosa.
Ni Sam, ni ella
notaron la presciencia de Seth
a pocos metros de ellos. Un Seth que al
ver a Sam con su hermanita creyó que le molestaba como
los demás, atendiendo a su espíritu protector avanzo con sigilo hacia
ellos, oyendo cada cruda palabra. Un Seth enfurecido que no
tardo en ir a por Sam. Un Seth que
gritaba a Sam mil
improperios y malas palabras al
tiempo que atestaba golpes
en el rostro y dorso de Sam. Claro,
Sam no se quedaba atrás devolviéndole cada golpe y cada palabra, pero Seth
tenia a su favor la
rabia.
Con el
niño en brazos, Leah no tardo en
reincorporarse y pedir a gritos
que dejaran de golpearse. Ya había sido
el punto de atención con su
precoz embarazo, no quería
volver a serlo porque el padre
de su hijo
peleara con su hermano y gritaran
a todo el mundo lo que ella
tan celosamente guardara.
—Por favor… por
favor— clamaba a los dos jóvenes
sin ser oída— déjenlo ya— pidió sollozando—Seth, déjalo, por
favor—suplico.
En el
ardor de la pelea ellos
volvieron a ignórale, de no tener
al pequeño consigo podía meterse en medio pero no se arriesgaría a que su pequeño
sufriera un golpe de alguno de esos dos.
Su padre
y uno de los oficiales de la
reserva fueron lo que al final separaron a los dos jóvenes,
la poca gente
en la playa se había
agolpado alrededor de la pelea y
con gritos y abucheos
incitaban a que los
dos tontazos continuaran golpeándose.
Su padre tomo a
Seth de la
cintura tirándole lejos de
Sam, luego paso
los brazos sobre el torso
de Seth para calmarle. Lo
mismo hizo el
oficial con Sam, quien miraba
furioso a su hermano. Con la intervención de los dos
adultos la gente empezó a disiparse, claro no
toda, algunos deseaban a
conocer las razones de la pelea para luego esparcir el chisme.
Por
favor que no sigan
aquí nada sobre el parentesco de
Sam y
Chaim. Rogo
mentalmente.
Transcurrieron
largos minutos hasta que los dos jóvenes estuvieron no calmados pero si controlados.
— ¿Qué sucedió?— ladro su padre, sin soltar
a Seth y mirando
a Sam. En ese momento Leah deseo
no haberse levantado ese día, o mejor
no salir de su casa.
Su hermano
río con sarcasmo —Estábamos
dejando claros ciertos asuntos— manifestó con sorna—digamos
que establecíamos el horario de visitas— Las mejillas de Leah
se tornaron rojas,
apretó con mas fuerza a su pequeño
hijo, escondiendo su rostro
para ahogar el alarido
que pedía salir.
Todo el mundo pareció entender las palabras
de Seth, su padre miro fijamente
a Sam, Leah noto un
inconmensurable ira en los ojos de su papá.
—Es hora de ir
a casa, la ropa sucia
se lava en casa— anuncio con
aparente calma.
—No tengo nada que
lavar—aseguro Sam—ni que decir o hacer. Lo que suceda con ellos no
me interesa—
Esas palabras terminaron por quebrarle, dejando todo tirado
corrió a su casa. No
volvería a salir de
ella, había avergonzado su familia con sus acciones y ahora volvía
a avergonzarla.
Su madre quiso consolarle, mas ella no
quería consuelo, lo único
que quería en el momento es que todo,
todo lo sucedido ese día desapareciera. Sin dejar a su
pequeño, lloro. Él, su Chaim era en el momento y por el resto de su vida su ancla, su salvavidas, el motor de su
existencia.
Bueno aquí les dejo este
capítulo, se que las cosas están bueno no muy bien pero mejoraran.
Un abrazo.
P.S. Lulla
amore que lindo poder hablar
nuevamente contigo, te amo tantooo, tanto eres una mujer
maravillosa.
Ada
10 comentarios:
Hola Ada me gusta tu historia es triste pero interesante gracias´por actualizae, besos
Hola Ada ya extrñaba la historia y valla me as sacado unas lagrimas en leer con que crueldad se refirio Sam a ella y el bebe...Me encanto..Gracias linda...Besos ...
Usuagi, Nidya gracias se que es triste recuerden que me basó en una historia real. Ya vendrán capítulos felices. Gracias por sus comentarios
Ada
Usuagi, Nidya gracias se que es triste recuerden que me basó en una historia real. Ya vendrán capítulos felices. Gracias por sus comentarios
Ada
Muy lindo el capitulo al ver q Chaim esta bien y q crece con buena salud,
pero este Sam es un idiota como se le ocurre decir esas cosas Leah,ella no es mala y muy mal hecho tratar asi al bebe,en parte fue bien q Seth le diera su meresido a Sam,ahora esperar para saber q pasara con Leah y el bebe,y q le lleguan cosas buenas a ella xfa Ada!!
Hola Adita es un privilegio volver a leer algo de tu gran talento,,,,,,, me has sacado unas lagrimas con este capitulo mas aun con esa manera tan cruel de Sam de referirse a su hijo, es un desgraciado, me dio gusto de SEth le diera unos buenos golpes,,,, y si Leah un hijo es el ancla que nos mantiene a la deriba, nuestro salvavidas y por el que hariamos cualquier cosa incluso hasta dar nuestra propia vida, ese es el amor de una madre.......... Gracias Ada por el capitulo......besos
Adita el capí estuvo grandioso, me encantó como Leah ha sobre llevado su situación como una mamá luchadora. Además adore el apoyo de la familia, se nota que son unidos a pesar de la situación ocurrida. Ahora que pasará luego de ellos conocer que el papá del bebe es Sam y que no desea hacerse cargo de su hijo y la tristeza tan grande que le causa a Leah esta situación. Ansiosa por más, un abrazo!!!! Feliz Domingo!!! Gracias por regalarnos otro hermoso capí!!!!
Cuando podremos leer En el nombre del padre o Aunque no te pueda ver? Desesperada x lo que sigue!!!
Hola Ada ¿como estás?
Mil perdones por no haber comentado antes pero sinceramente no me había dado cuenta la actualización hasta que lo he visto hoy.
Bueno con cada palabra que has escrito has descrito con mucho realismo lo que es ser madre primeriza, los primeros meses junto a esa personita que a la vez es tan parte de ti como desconocida, a la que deseas cuidar y mimar pero a veces te supera.
Me ha gustado mucho la postura de la madre, realmente es como deberian comportarse todas las madres, sean sus hijos adolescentes o no. En el caso de Leah ella tiene que aprender responsabilidad,. a ser adulta, y la única forma es sobre el terreno. Para ella la escuela es como el trabajo de cualquier madre, desearías estar con tu niño pero tienes una obligación que cumplir, me encanta esa postura.
Y por ultimo resaltar que la actuación de Seth aunque comprensible no ha sido la mas aceptable porque con eso ha puesto mas en evidencia tanto a Leah como a la familia. Aunque he de decir que Sam se merecía cada golpe y a la vez que Leah se ha puesto en evidencia yo creo que se ha puesto mas él porque al fin y al cabo él era el adulto que la engaño para luego no querer saber nada de su hijo.
Vamos a ver como sigue.
Un beso.
Seré breve, tu historia me encanta en sobremanera. Una de las cosas que la hacen especial es la selección de personajes especiales que no son usados muy comúnmente en otros fics. Segundo el tema de la historia, es un tema muy importante si lo compras con la situación de la sociedad hoy día. Y tercer y ultimo, pero no menos importante, que me fascina tu manera de escribir. Ya los sabes, tienes otra seguidora en tus lista y me veras muy seguido, dejando un comentario en cada capitulo en la actualización de tu historia...ll
Publicar un comentario