Afrodisíaca
Abotoné
uno por uno los botones de mi camisa mirando fijamente en el espejo, mi cabello
mojado peinado con mis dedos hacia atrás y las gotas de agua aún corriendo por
mi cuello evidenciaban mi ducha posterior. Acomodé los puños de mi camisa y el
cuello dejando un par de botones sin abrochar, para luego tomar mi chaqueta de
cuero negro y colocármela. Paso a paso mientras mis ojos viajaban
involuntariamente a mi reloj de noche… 10:30 de la noche.
-¿En
serio no puedes?... amor, es el aniversario de mi hermana y Alec, mis padres
también irán, discutiremos cosas sobre la boda… tienes que venir, no me hagas
esto_
_Lo
siento cariño, esto es importante, sabes que por nada del mundo postergo mi
carrera y esta cena de negocios es importante, los detalles de la boda tendrán
que esperar, aunque de todas maneras se hará lo que tu desees y eso está bien
para mí_
Una
a una las palabras que tuve que decirle a mi prometida salieron de mi boca sin
una pizca de culpa o remordimiento, mentí… mentí solo para poder dejarla antes
y poder salir ese sábado a "Enígma". Mentí por deseo, pero no hacia
ella, la mujer que se casaría conmigo, sino por esa mujer que parecía tan
inalcanzable como una diosa, que había tocado ligeramente pero no como yo
quería, con lujuria, pasión y fuego. Sabella…
Sabella…
_Amor
por favor ¿yo no soy más importante?... cielos, sí! Yo soy más importante que
cualquier cena, no un maldito contrato, no más negocios de los que ya tienes y
que me quitan de a poco mi tiempo contigo, no papeles, no números, no más
dinero… te quiero a ti junto a mí y mi familia esta noche Edward Cullen!_
_Bueno
mi amor, déjame decirte que gracias a mis negocios y mi dinero y mis papeles y
contratos tú, mi preciosa prometida, serás capaz de darte los enormes gustos y
lujos a los que estas acostumbrada cuando lleves mi anillo en tu mano,
diamantes, autos últimos modelos, zapatos… Dolche y Gabbana nena, Valentino,
Gucci, viajes a Grecia, Cartago, Italia! No discutas… no puedo_
Y
primera vez que no había cumplido uno de sus caprichos.
Me
miré al espejo cuando terminé de vestirme y vi esa mirada, esa que dominaba mi
rostro cuando sabía que pronto la vería, la mirada de león al acecho, la mirada
de hambre, de deseo, lujuria, de las tremendas ganas de follarla como un
animal, la mirada de depravado sexual que sabía que la asustaba y le gustaba a
la vez. Esos pezones erectos que vi la última vez que la vi no podía disimular
el hecho de que ella también me deseaba.
Cielos,
me deseaba…
De
repente quería tirar todo a la mierda, responsabilidades, disimulo, cautela,
fidelidad… y correr a ella, llamar a J.J y mandar a investigar, que me dijera
su maldito nombre, su real nombre, su dirección, su trabajo, su familia, que
más hacía… su puto color favorito, sus pasatiempos y gustos. Todo… absolutamente
todo. Quería saberlo todo de ella.
Maldición,
nunca en mi vida me había sentido así. Salvaje. Deseoso. Desesperado. Perdido.
Y
sus mensajes… esos textos que me daban lo mejor de mis días. Esa diosa me
estaba mal acostumbrando y la deseaba cada día un poco más. Palabras. Casi
podía escucharla. "Yo navegando triunfalmente entre personas que se creen
mejores que yo :D… lo usual" ¿Qué significaba eso? Ella me rehuía… ella no
me decía todo y eso me mataba, quería saberlo todo. A demás que le debía una
disculpa. Ella me había mostrado que no era como cualquier otra bailarina que a
demás de mover su cuerpo para excitar a un pobre infeliz se vendía como una
puta para ganar más dinero, no… ella no era eso y diablos, quería disculparme.
Si existía al menos media posibilidad de saciar mis deseos con ella, este hecho
estaba atenido a ofrecer una disculpa a esa hermosa castaña que había dado
vuelta mi mundo concebido.
_¿Dónde
será esa cena? ¿Luego de ella vendrás? No puedo creer que me hagas pasar por la
vergüenza de ir sola a una cena familiar cuando todos allí estarán con sus
parejas_ suspiró cruzándose de brazos _que vergüenza Edward Cullen, que dejes a
tu prometida por una cena con extraños ¿qué dirá mi familia?_
_Me
importa una mierda lo que digan, no me interesa, a demás no será una vergüenza
estar sola porque sé que si yo estoy allí será como si no estuviera. En cuanto
a la cena… es en casa de uno de los empresarios, no lo conoces_
Salí
de mi penthouse hacia el ascensor y bajé los interminables 30 pisos hasta la
planta baja. Emmett y Jasper estaban esperándome ya en el lugar, ellos irían
conmigo con el objetivo solo de disfrutar un sábado a la noche entre cuñados.
Por supuesto ellos no sabían nada de mi obsesión con Sabella, si lo supieran
mis hermanas no tardarían en enterarse y eso iba a ser una verdadera tortura.
Recordé
con una sonrisa a Alice en la preparatoria, era hostigante y abrumadora, en
cuanto salía en una cita con cualquiera "aspirante" como ella se
refería a mis citas, ella se dedicaba al día siguiente a entrevistarlas
literalmente hablando, aunque ella dijera que solo quería ser amiga de su
futura cuñada. Por supuesto con ella solita, mis citas perdían interés en mí.
Rosalie en cambio era todo lo contrario a Alice, ahuyentaba a mis citas con su indiferencia
y actitud arrogante y fría. El único que había sobrevivido a la mujer de hielo
era Emmett, mi mejor amigo primero en la Universidad mientras armábamos
maquetas para las clases de "Arquitectura moderna" y mi cuñado
después cuando fundamos nuestro estudio. Admiraba a ese hombre, junto a Jasper…
que toleraba pacientemente y contrarrestaba la personalidad de mi hermana, eran
mis mejores amigos, socios y casi hermanos.
_Entonces
te espero el domingo para el almuerzo… no me falles Edward. Últimamente te
estás olvidando que mi padre valora mucho las reuniones familiares los
domingos, vienes con el alcohol en la sangre y mal dormido a demás de
malhumorado. No quiero ningún escándalo ni que mis amigas y familia hablen de
mi prometido alcoholizado_
_No
te preocupes cariño_ murmuré con énfasis entre dientes _el domingo me tienes
aquí puntual, como un niño bueno. No quiero ser una mala imagen para tus amigas
ni familia amor_ ni mostrarle a Aro, uno de los mayores inversionistas de mis
proyectos, lo irresponsable de mi actitud, pensé mordiendo mi lengua.
_Amigo!
Llegas justo Edward, pedimos una ronda de Martinis Dry para entrar en calor_
Emmett frotaba sus manos juntas. La música en el lugar era ensordecedora y
prometedora, sonaba Maroon 5 y había personas en la pista de baile moviendo sus
cuerpos cadenciosamente. La pista de Sabella… ese era el lugar de Sabella y
solo de ella ¿qué mierda hacían esas personas corrompiendo ese lugar?.
Mierda…
Me
quedé mirando ese lugar sagrado en el que mi diosa bailaba cada sábado y pensé
en qué tan difícil sería construir un lugar para ella solamente, fuera de este
club… fuera de esta ciudad, solo para ella y para mí, un lugar para que ella
despliegue su hechizo y me haga sentir un cavernícola. Me quedé pensando en la
estructura que debería darle al suelo y el material a utilizar cuando una voz a
mi lado interrumpió mis pensamientos.
_¿Heidi
posee tus pensamientos?_ volteé para ver la sonrisa burlona de Jasper a mi
lado. No dije nada… _oh vamos… tu cara de niño embobado te delata_
Mierda…
Heidi.
Negué
con la cabeza y una sonrisa en los labios, _Sabes que aquí en este lugar no es
precisamente Heidi la que está en mi mente_ di un sorbo de mi Martini y fruncí
los labios, el alcohol embotaba mis sentidos y esta noche lo necesitaba al
penos para aplacarme.
_Cuidado
hermano, meterse con los Vulturis es peligroso._ Jasper me miró con la advertencia
brillando en sus ojos _Heidi no te perdonará una traición así, esa bailarina
por más bailarina que es, es una mujer… herirás su ego enorme Edward_ sorbió un
trago de su vaso _y no solo el ego de ella, sino de los Vulturis en general,
sabes que no nos conviene_
_No
tiene es más que un capricho pasajero Jasper, me casaré con Heidi en unos cinco
meses, eso no lo cambiará ni una bailarina_ dije apretando mi mandíbula.
_¿Estás
seguro?_ Jasper se acercó a mí, Emmett hablaba con uno de los camareros y pedía
otra ronda de tragos _cada vez que vienes aquí te olvidas del mundo Edward, no
creo que tu actitud haya pasado desapercibida para los demás, no eres muy cauto
que digamos cada vez que ella aparece_
_Alec
lo sabe_ dije antes de terminar mi vaso de un solo trago. _él no dirá nada.
Sabe que es solo un capricho_
_Bueno…
ten cuidado… Alec forma parte de esa familia. Le conviene tanto como a ti que
Aro no se entere que le andas poniendo los cuernos a su hija con otra mujer, no
nos conviene ni a nosotros ni a Alec si te descuidas_
_No
lo haré_ dije mirando mi vaso vacío _como dije, es solo un capricho. Me casaré
con Heidi en cinco meses_
Mi
relación con ella se había enfriado esta última semana. No hacíamos el amor
desde el sábado pasado. Ella comenzó el domingo con la excusa que tenía su
periodo, estúpido ciclo que le duraba unos cuatro días en los cuales ni
siquiera una mamada era capaz de hacerme, eso no estaba en su diccionario…
asqueroso decía, no digno de una dama ponerse de rodillas y servir de esa forma
a un hombre, como si fuera una puta. Bueno, mierda, quería una jodida mamada!
¿qué de malo había en eso?
¿Masturbarme
con su pequeña y pálida mano? Ni loco… una vez lo había hecho y su manicura
perfecta me hizo ver estrellas por varios días cuando "sin querer"
sus uñas pellizcaron la sensible piel de mi polla. A demás el semen según ella
era corrosivo para sus anillos de oro blanco. Me reí en su cara esa vez y
estuve sin sexo por una semana entera.
Mi
prometida era difícil y mierda… se hacía desear. Pero esta semana. No me
importó el hecho de que no quisiera hacerme sexo oral, ni que no quisiera
masturbarme… lo hice pensando yo mismo en cierta morena que deseaba con toda la
hinchazón de mi verga. Dios! Las duchas a la mañana eran ideales para ahogar los
gritos que mis orgasmos producían y las corridas de semen que desaparecían por
el drenaje, aunque por la noche, no podía evitar meterme mano en mi cama
solitaria mientras imaginaba su largo cabello castaño rojizo enmarcando su
carita pasional mientras su coño se comía mi pene una y otra vez montándome con
desenfreno.
Diablos…
Una
nueva erección.
Sabella…
Quería
probar su boca, su piel, el gusto de sus pezones hinchados, su ombligo cubierto
con ese piercing de diamante y juguetear con él entre mis labios, morderlo con
mis dientes. Quería hundir mi lengua en ese precioso coño y lamerlo, lamerlo
como muerto de hambre, sediento, desesperado por ese líquido almizclado que
seguramente entre sus pliegues sería exultantemente embriagador.
Quería
sexo por dios santo! Nunca en mis 32 años de vida había querido sexo
desenfrenado de esta manera, con nadie… ella me tenía a sus pies. Y solo lo
quería con ella. Si… definitivamente era un enfermo.
¿Heidi?
Ya
no provocaba una erección en mí. Sus besos… insultaban mi imaginación, que
durante noches y noches había figurado los besos de Sabella. Mi prometida no
tenía ese fuego que esa diosa provocaba en mí. Mi prometida era la mujer ideal,
la esposa ideal, sería seguramente la madre ideal… pero sexualmente hablando,
Heidi era fría como el hielo. Cielos… esperaba aprender a derretir ese hielo y
convertirla en una zorra en la cama, eso era lo que necesitaba y cuando lo
consiguiera, ninguna mujer iba a poder desviar mis pensamientos de ella.
Sabella sería un recuerdo pasado, solo una mujer que había despertado la bestia
en mí.
Al
menos esperaba eso.
_Te
amo amor, mucho, mucho, mucho…_ susurró en mis labios antes de besarme
delicadamente. Sus brazos se cerraron en mi cuello y su esencia de especias y
frutas no provocó nada en mi, solo una picazón en mi nariz y un estornudo que
reprimí dejando de respirar. _Vuelve a mi mañana cariño, tus ojos y tus
pensamientos a mí ¿si Edward?_
_Por
supuesto cariño, solo tú_ dije apretando su cintura antes de darle un último
beso pulcro y sin lengua de despedida, soltarla y subir a mi Aston. Tenía que
volar a casa, darme un baño y prepararme para ver a mi diosa esta noche.
Oh
por dios…
Oh
mierda, mierda, mierda. Tuve una contracción en mi entrepierna, mi pene quería
salir!
Mis
manos estaban entumecidas sobre mi regazo tratando de ocultar el monstruo
erecto mientras todos los demás en ese club aplaudían y aullaban como lobos en
celo. Sabella había bailado para desaparecer segundos después detrás de ese
escenario. Y de qué manera había bailado!
Traté
de disimular mi respiración agitada mientras empuñaba mis manos sobre mi
regazo, una gota de transpiración caía sobre mi frente y quería gruñir como un
animal sádico y salvaje. Estaba caliente, en pleno deseo de cupular y saciar mi
deseo desesperado de marcar con mi semen a una sola mujer, una… esa que había
contorneado sus caderas frente a mis ojos, una que había mordido su labio
inferior al mismo tiempo que su mirada se clavaba sobre mi erección evidente
debajo de mi pantalón.
Quería
gritar. Quería entrar allí y rogarle, suplicarle, una noche, una hora, un par
de minutos porque sí, si de algo estaba seguro era que en cuanto ella me tocara
me correría como un adolescente asustado e inexperto. Oh dios…
Hundirme
en ti preciosa, solo hundirme en ti… necesitado, sediento, desesperado.
Hundirme en ti. Terminar con este deseo que me quema.
No
tenía nada, ni siquiera dignidad. Un hombre nunca lo tiene cuando desea a una
mujer, un hombre se deja llevar por los instintos de macho primitivo en época
de celo cuando quiere enterrarse hasta el fondo dentro de la mujer que desea.
Solo
saqué mi celular de mi bolsillo trasero y como pude, controlando a medias mi
excitación, tecleé las letras,
"Diablos…
Sabella, yo necesito, necesito en serio verte. Sal… sal preciosa, dame tu
perdón y una nueva oportunidad. Ven"
_Wou…
esa nena lo sabe mover. Cada sábado peor que el anterior._ solo escuché la voz
de Emmett o Jasper mientras esperaba pacientemente una respuesta.
_¿Esto
se aprende?... sería increíble si Alice se dispone a aprender_
_Exacto!
Uuyyy Rose moviendo las caderas así, chiquita linda, por dios, creo que ya se
me puso dura_
Mierda,
no quería escuchar a mis cuñados excitados, me levanté de mi silla y caminé con
mi celular en la mano hacia la barra de bebidas. Aparté una silla y me senté a
aguardar con la mirada trabada en la pantalla de mi celular y fue entonces
cuando la respuesta que esperaba vino de la manera menos esperada.
_Hey
bonito_ una voz familiar de mujer susurró en mi oído, la última palabra en
español _Eric! Un trago para el señor!_ Leydi estaba sentada a mi lado con su
mano alzada y una sonrisa suave en sus labios. Un chico rubio vino a nosotros
con dos Martinis en sus manos, _creo que tenemos que cruzar unas palabras entre
usted y yo Señor Cullen_
_Llámame
Edward por favor_ dije echándole un vistazo a la pantalla de mi celular
_Sabella no quiere verme ¿no?_ apreté mis dientes y traté de controlar mi
enojo, no con mi diosa, no con su amiga… sino conmigo mismo, parece que
últimamente mientras más quería algo más se me negaba.
Leydi
hizo una mueca negando con la cabeza casi imperceptiblemente.
_¿Sabe?...
casi me gano una pelea con mi mejor amiga por haberle dado el número de su
celular a usted. No me arrepiento de haberlo hecho_ aclaró alzando la copa en
un brindis para luego tomar un sorbo _pero realmente creí que lo iba a utilizar
mejor_ se alzó de hombros _no sé… tal vez pedirle una cita, llamarla… usted
sabe, mi mente romántica imaginó que se pasarían horas y horas hablando y
conociéndose, pensé que eso era lo que usted quería… ya sabe, el ramo precioso
que le regaló me hizo pensar cosas cursis, pero al parecer… eso no pasó por lo
que, ¿qué quiere entonces con mi amiga?_
Respiré
profundo, cielos… no quería decirle que su amiga me provocaba pensar en cosas
muy oscuras, que de románticas no tenían nada de nada, pero tampoco quería dar
un paso en falso y echar todo por la borda, porque al parecer esta conversación
era la prueba de fuego que debía pasar para poder verla, sentí que Leydi era la
llave, la rendija, la puerta abierta hacia Sabella.
_Mira
Leydi, creo que el grado de impaciencia, obsesión, insistencia y perseverancia
con Sabella, dice todo ¿o no?_ sonreí de lado algo derrotado _cada sábado vengo
aquí para verla solo un momento, diez minutos… un trozo muy pequeño de tiempo,
diez minutos que serán mi alimento durante el resto de la semana. El miércoles
no soporté… me había quedado sin alimento y necesitaba más y al darme su
teléfono, me abrió una puerta de oportunidades, que si supe aprovechar o no, me
sirvieron para saciar esa hambre. Si ella no quiere hablar conmigo hoy seguiré
viniendo cada sábado, hasta que ella me de un momento de su tiempo y permitirme
pedir disculpas. No sé nada de ella más que baila aquí y me sedujo de una
manera que no soy capaz de soportar… y a demás de eso, que no se deja comprar.
Haber sido capaz de tratar de comprarla de algún modo, me cerró toda
posibilidad y aquí estoy tratando de resarcirme… se que por más que ella trate
de alejarme, más me atraerá_ mis ojos se quedaron posados en los de esa morena
de ojos café, puse toda la sinceridad en mis palabras y solo esperaba que Leydi
las creyera y terminara de abrir la puerta para entrar y alcanzar a esa diosa
que seguía escondiéndose de mí.
Cielos…
Edward Cullen nunca rogó, nunca pidió por favor, nunca insistió por una mujer.
Siempre venían a mí atraídas como moscas a la miel, desde mujeres fáciles,
putas de los barrios bajos hasta putas de los estratos más altos. Desde hacía
tres años le había entregado mi fidelidad a una mujer, cansado de esa
insistencia, cansado de la mediocridad… y ahora, era mi turno pedir por más,
era mi turno insistir y ser seducido.
_Wouu…_
Leydi carraspeó _ no quiero sonar a lo Jerry Mcguire, pero me convenció desde
el "diez minutos es el alimento para toda la semana" y toda esa cosa
entera_
Sonreí
mirando mi copa de Martini.
_Se
que ella es distinta._ dije frunciendo el ceño recordando el precioso
espectáculo que ella dio esta noche _no insistiré con el dinero, el animal
arrogante adinerado y exitoso que está acostumbrado a obtener todo con el
chasquear de los dedos, fue el que me impulsó a hacer eso el sábado pasado.
Créeme que la billetera la dejé en casa y que hoy soy solo yo, esta noche soy
Edward Cullen, un hombre común y corriente que espera_
_Ajá…_
Leydi tomó un trago de su Martini y sonrió _solo quiero decirle algo Señor
Cullen, disculpe que no lo tuteé, pero eso debe ganárselo_ aclaró señalándome
con un dedo _soy muy perceptiva, muy. Y según mi hermano, muy molesta también y
no me importa. Estaré observándolo_ tuve que reprimir una sonrisa cuando me
hizo ese gesto con sus dedos índice y medio en forma de V, señalando sus ojos y
los míos _pobre de usted que mi amiga derrame una sola lágrima, una sola_ dijo
alzando un dedo _le quito los huevos, los frito en aceite caliente, los
envuelvo en papel de lija y se lo tiro a los perros_
Mierda…
la última parte lo había dicho en español. No entendía mucho el idioma pero por
alguna razón un escalofrío recorrió toda mi columna vertebral.
_¿Disculpa?_
pestañeé.
_No,
no, no… no querrá saber_ rió con perspicacia _solo déjeme decirle Señor, que
cuido lo que amo y esa mujer es como mi hermana, no la lastime_
_Por
supuesto que no_ dije sorprendido con mi convicción.
Minutos
después crucé una puerta junto a esa morena. Una puerta lateral a la barra de
bebidas, esa puerta se cerró detrás de mí y di de lleno frente a un pequeño
corredor casi oscuro. Leydi me pidió que esperara allí y ella desapareció por
ese corredor en una de las puertas. El sonido en ese lugar era escaso, aún se
oía la música que inundaba el club, pero acallada por las paredes insonoras de
ese espacio. Dios… allí la iba a ver.
La
iba a ver, hablar con ella, iba a tocarla si la puta suerte estaba de mi lado.
Mierda… eso me hizo poner en un estado de excitación casi insoportable.
Sabella… toda ella, solos en este lugar, mierda… Toda mi vida arriesgada y
apostada sobre una mesa de póker y no me importaba una mierda nada. Esa noche
era todo o nada… y todo era lo que quería.
_Mierda
Cullen… puta suerte la tuya_ susurré exaltado.
Cerré
los ojos con una sonrisa en mis comisuras amenazando en estallar en todo mi
rostro, imaginándome a ella… mi diosa pagana bailando para mí. Solo para mí.
Mierda! De pronto me sentí celoso de todos esos ojos que la veían hacer algo
que para mí era el infierno mismo. Ella bailaba para mí, punto. Que algún hijo
de puta idiota viniera y me discutiera eso, lo mataría. Mierda, mierda… tenía
que diseñar ese lugar, donde ella solo me bailara mí, solo a mí.
Tu
culo delicioso moviéndose solo para mi disfrute preciosa, tus pechos erectos
solo para mis manos, tu piel bañada en sudor solo para mi lengua, tus ojos
exóticos solo para mirarme a mí, a mí, a mí, solo tú para provocar la más
poderosas de las erecciones. Una dura y gruesa verga para tu jugoso coñito.
Aghh!...
solo mía.
Caminé
por ese pequeño corredor como un loco, iba y venía sobre mis pasos como un loco
desquiciado, me sentía como un león hambriento deseando salir de esa jaula a
cazar, cazar… ya sabía bien quién iba a ser mi presa. Diosa deliciosa,
embriagante, la mujer que me había hecho reconsiderar mi concepto de bomba
sexual. Toda ella era putamente hermosa, sexy, erótica hasta decir basta, la
deseaba… Dios! Terriblemente. Solo rezaba poder contenerme, porque sabía que
una vez con ella frente a mí, iba a ser difícil no abalanzarme a ella y mostrarle
la manera en la que me tenía. Suspiré fuertemente y tragué en seco bajando una
mano hasta mi poderosa erección y acariciarla sobre el pantalón… no bajaba, mi
puto pene no bajaba. Por un fugaz momento pensé en portarme como el peor de los
hombres y correr a ver a mi prometida… hacer que esa puta erección
desapareciera con quien correspondía, pero… no, yo Edward Cullen era
jodidamente egoísta y quería que la mujer que lo había provocado se hiciera
cargo de ello. Estaba ciego y no me importaba un "No" como respuesta…
la quería.
Llevé
una mano a mi boca y mordí fuertemente mis nudillos, con la otra rastrillé mis
cabellos, cielos… la iba a asustar como siempre, a iba a hacer huir… no, no.
Paré
en seco mi frenética caminata cuando sentí un jadeo cerca, volteé sobre mis
talones y alce la mirada.
Dios…
Enviarle
mensaje de texto durante estos últimos días me había tenido en éxtasis total,
pero verla allí… parada frente a mí, era el puto cielo.
El
puto cielo.
_Sabella_
susurré ausentemente mientras mis ojos la comían. Toda ella… aún vestida con
sus ropas de baile, una diosa, una completa diosa… afrodisíaca total. Una
mirada a ella y mi pene se alzaba obedientemente.
Vengan
hombres del mundo!, impotentes y de penes muertos, mírenla y pónganse como un
mástil. Duros, jodidamente duros, solo con mirarla. No, no!... mejor no vengan,
ella es para mí, solo para mi disfrute.
Sabella
caminó lentamente hacia mí, oh dios… sus ojos fijos en los míos, su lengua
remojando sus labios rosados, sus pies descalzos y sus caderas moviéndose en un
suave vaivén cadencioso. Quería decir algo, una palabra pero esa mujer me tenía
hipnotizado, bobo, mi cerebro paralizado y mi lengua entumecida.
_Aquí
estoy dibujante de sueños_ sonrió con complicidad. _¿por qué tenías que pedir
perdón?_ Oh si…
Cerré
los ojos y sonreí, _Por lo estúpido que fui el sábado_ abrí los ojos y allí
estaba, a un escaso metro de mí. Apuñé mi mano para evitar alzarla y tocarla.
Soporta,
soporta…
_Mmm…
¿estúpido por ofrecer dinero a mi amigo?_
_Aha…_
susurré permitiéndome recorrer su cuerpo con mi mirada. Hermosa. Preciosa.
Magnifica.
_Perdonado_
dijo con una sonrisa _no soy rencorosa_ se mordió el labio inferior y mi pene
saltó _pero que no se vuelva a repetir Señor Cullen, hubiese hablado con usted
si tan solo lo pedía como una persona común y corriente, de todos modos ya lo
había olvidado_
_Nunca
más_ dije con urgencia _nunca, nunca más Sabella. Y el sábado pasado
simplemente no estaba con todos mis cinco sentidos puestos… y si pedí perdón en
ese momento, no fue suficiente_ ella sonrió.
_Recuerdo
de qué manera estaba usted el sábado pasado_
_Por
favor Edward, solo Edward_ dije casi como una súplica.
_Edward_
Oh
dios… escuchar mi nombre de sus labios era como un pequeño orgasmo. Mierda…
¿ella recordaba de qué manera estaba el sábado pasado? Erecto como un animal
refregando mi verga dura en su muslo… así tal cual.
_Sabella…
gracias por los mensajes de texto, gracias por responder, gracias por no
mandarme a la mierda. Yo…_ cerré los ojos tratando de controlar mi vocabulario
_fue alivio puro tenerte aunque sea de esa manera en mi día a día._ me fui
acercando a ella casi imperceptiblemente, tenía que sincerarme _me gustas,
mucho. No quiero dar vueltas al asunto, me gustas de manera… brutal y…_
_Tu
también_ dijo ella. Y mierda santa… tuve que acercarme más, casi hasta rozar
sus pechos con mi torso, podía sentir su respiración entrando como aire de
montaña en mi boca, respiré profundo y exhalé temblorosamente.
_¿Qué?_
susurré deseando escuchar esas palabras de nuevo.
Ella
sonrió mirándome a través de sus pestañas negras y gruesas, _No quiero ser
hipócrita, también me gustas Edward Cullen_
Tragué
en seco y pude sentirlo. Ese escozor en mi piel que ella provocaba, el olor a
excitación, a sudor dulce y flores que ella expedía. El ambiente se volvió
pesado y una suave canción conocida comenzó a resonar a través de las paredes
desde el club. Fallin de Alicia Keys.
Mi
respiración fue en aumento y fijé mi mirada en su pecho, subía y bajaba
respirando de la misma manera que yo. El deseo… podía reconocer el deseo en
ella y eso me excitaba, ella me deseaba.
_Es
imposible ¿verdad?_ susurré acercándome unos centímetros más a ella, mis dedos
se crispaba por el querer tocar, estiraba mis manos a mi costado una y otra
vez, mi boca picaba. Mis ojos se fijaron en sus labios mojados y entre los
cuales una respiración jadeante entraba y salía, sus ojos brillantes en mis
labios.
I keep on fallin´in
and out of love with you
Sometimes I love
Sometimes you make me
blue
Sometimes I feel good
At times I feel used
Loving you darling
Makes me so confused
_¿Qué
Edward Cullen?_ susurró haciéndome cerrar los ojos ante el choque de su aliento
entre mis labios, mi lengua podía degustarla, se me hizo agua la boca.
Quererte
follar, dilatarte, chuparte, lamerte, besarte…
_Sentir
así_ dije solamente alzando mis manos lentamente para posar las yemas de mis
dedos apenas sobre la piel de sus brazos, podía sentir… mierda, sentía! _esa
electricidad… esa vibración, ese estremecimiento… ¿lo sientes?_ dije en agonía
_por favor dime que si, dime que no soy el único_ gemí.
I keep on falli´in and
out of love with you
I never loved someone
the way that I loved you
Oh, oh, I never felt
this way…
Ella
cerró los ojos inclinando un poco, solo un poco su cabeza hacia mí, lamió sus
labios y me di cuenta en ese momento, que estábamos moviéndonos suave,
lentamente, casi imperceptiblemente, junto a la música. Su piel contra la mía,
su aliento entre mis labios, su perfume envolviéndome.
_Temblor…_
susurró despacio _quemazón, fuego… palpitar_
Oh
si…
_¿Dónde
preciosa?... dime, ¿dónde sientes eso?_ mi frente se encontró con la suya y mis
labios sintieron ese roce fantástico con los suyos, casi sin darnos cuenta,
como si nuestros cuerpos fueran atraídos por una fuerza invisible, poderosa.
_En
todo mi cuerpo_ susurró sobre mis labios _en mi piel, en mi vientre… en mi
sexo_
Oh
por dios santo…
_¿Si?_
gemí apretando mis dientes, resoplé por mi nariz _oh dios… me quedo sin fuerzas
Sabella_
How do you give me so
much pleasure
And cause me so much
pain, yea yea
´cause when I think
I´m taking more than
would a fool
And I start fallin´
back in love with you
_Yo
ya las perdí_ susurró antes de sentir la punta de su húmeda y cálida lengua
cepillando mi labio inferior. Gemí… y todas las cadenas que me había
autoimpuesto para hacer las cosas bien y no asustarla, se rompieron como si
hubiesen estado hechas de papel. _Mierda…_ tomé su rostro entre mis manos, tan
frágil, tan pequeña… y choqué mis labios con los suyos.
Me
retuve de no ser un obseso desesperado, pero maldita sea, no… no pude. Violé su
boca con mi lengua haciéndola emitir un pequeño gemido, sus manos se aferraban
en garras a las mías en sus mejillas pero su boca no se resistió. Era tan
cálida, tan dulce, que estaba seguro que me iba a hacer adicto.
Oh baby
I, I, I, I fallin´
Fall,
fall, fall, fall
Fall
Su
lengua acariciaba la mía casi con la misma desesperación, con el mismo deseo,
el mismo anhelo. Oh dios… gemí dentro de su boca y nuestros dientes chocaron
cuando su espalda chocó contra una pared. Sentí sus manos correr por mis manos
hacia mi nuca para aferrar mi cabello entre sus dedos, tironeaba, apretaba,
acariciaba y no… no era suficiente para mí. La besé, la besé con ganas, con
ansias, la comí y chupé su lengua, nuestras bocas eran una pelea a guerra
limpia entre jadeos, gemidos y saliva. Dulce saliva. Nunca había sido besado
así, nunca había besado así… tan pasionalmente, profundo.
Me
separé demasiado pronto para mi gusto, pero lo hice porque ella gimió casi
lastimosamente, nuestros alientos entremezclados salían en rápidos jadeos y
ella aún sostenía mi cabello casi dolorosamente.
_Estas…_
jadeó con sus ojos aún cerrados, sus labios estaban mojados y me pareció
putamente sensual, mi saliva, mi beso, mi huella. Ella se removió y ahí me di
cuenta que todo mi cuerpo estaba en contacto con el suyo. Oh si…
Mi
pene, animal hambriento, solo para ti. Por ti.
¿Qué
tan descarado podía llegar a sonar si le decía que todas las erecciones en la
última semana habían sido producidas por ella?
_Dilo…_
murmuré en sus labios al tiempo que empujaba mis caderas hacia ella. El gemido
precioso, fino y delicado que salió de ella… me hizo temblar.
_Cada
vez que vienes estas así_ dijo para luego atrapar mi labio inferior con sus
dientes _erecto… duro y listo_
_Siempre_
empujé otra vez y bajé mis manos desde sus mejillas, por su cuerpo,
permitiéndome tocar su piel desnuda de sus hombros y sus pechos firmes, su
cintura, hasta llegar a su cadera, la tomé entre mis manos y la acerqué a mí.
Siente,
siente… esto lo produces solo tú, solo tú.
Ella
gimió y dejó caer su frente en mi hombro, sus manos atraparon mis hombros, como
sosteniéndose.
_No
hago esto, nunca hago esto…_ gimió.
_Yo
tampoco… yo tampoco preciosa, pero tú… me vuelves loco. Insano. Desquiciado. Me
pones así sin siquiera tocarme, entras por mis ojos y te retengo… toda la
semana, cada día_ dejé caer mi frente en su cuello y aspiré como un
cocainómano. Oh por dios… olía adictivamente. Gemí mientras exhalaba. Mi pene
sufrió un espasmo y ella lo sintió, estaba clavado en su estómago. Gemimos
ambos a la vez.
Traté
de controlar mi respiración jadeante, pero definitivamente me fue imposible
cuando sentí su lengua en mi cuello, oh por la santa mierda…
_Nena_
gruñí tomándola de la cintura y alzándola entre la pared y yo, enseguida y sin
perder tiempo sus piernas se enredaron en mi cadera y quise envestir,
desquiciadamente envestir en ella, soltar mi animal fiero y duro y darle su
comida, lo caliente de su sexo se notaba a través de las capas de su vestido.
Maldita tela de mierda!
Y
su lengua, caliente y en fuego puro, recorriendo la piel de mi cuello.
_Oh
dios mío nena_ gemí sobre su hombro. Mi cadera se comenzó a mover una y otra
vez sobre su centro, si tan solo, si tan solo me dejara penetrarla… quería
penetrarla, sentir sus paredes ordeñándome. Quería estar dentro de ella.
_Oh…_
gimió contra mi cuello _oh, ah… yo_
_Shh…
lo sé_ tomé su rostro entre mis manos presionando su cadera con mi pelvis
contra la pared, la miré a los ojos y vi en ellos deseo… mierda, deseo puro,
fuego derretido, lava caliente, ella lo deseaba también. _no haces esto, yo
tampoco, pero preciosa… ¿qué puedo hacer? Me torturas…_ jadeé en su boca, cerré
los ojos y recorrí sus labios con mi lengua _dime, dime qué hacer… no haré algo
que tú no quieras._
Quería
que me dijera que nos fuéramos de allí, quería que me dijera "llévame
contigo". Quería tomarla de la mano y meterla en mi Aston e irnos a perder
a cualquier hotel de la ciudad… o a mi departamento. Oh por dios, estaba loco,
demente, enfermo… la quería en mi cama. Pero al mismo tiempo… quería que me
dijera que "no", quería retrasar el momento de saciarme con ella,
quería alargar y disfrutar el tiempo que pasara con ella… Sabella era para
beberla a trago lento, disfrutarla, acariciarla, lamerla y comer de ella. No
quería una follada en cualquier corredor sucio de este club, la quería en una
cama maldita sea. Solo para mí, sus gemidos solo en mis oídos y no en
cualquiera que anduviera en los pasillos, su piel solo para mí. Toda para mí.
Ella
volvió a besar mi boca y gemí ante la intrusión de su lengua, mis manos bajaron
de su rostro a su cintura y presioné mi cadera nuevamente en ella, quería la
fricción, mi duro miembro exigía alivio. Sentí sus talones en mi culo y eso me
hizo gruñir y envestirla nuevamente. Bajé mis manos a su cadera y presioné allí
ayudándola con la fricción, ambos estábamos a punto de estallar, ambos lo
deseábamos.
_Dime
que lo deseas_ jadeé. _dime que quieres lo mismo que yo, dime que sientes el
mismo fuego, el mismo deseo… oh mierda Sabella, Sabella…_ gemí sobre su boca
mientras mi cadera continuaba su rítmico movimiento, cada vez más fuerte, con
más ímpetu e intensidad. Ella había comenzado a gemir en mis labios y sus
talones presionaban mi culo hacia ella.
Oh
por dios.
_Quiero
lo mismo, lo mismo._ dijo entre jadeos. Apartó su rostro de mis labios y abrió
los ojos para mirarme directamente a los míos, verdes hermosos y oscurecidos
casi llegando al marrón… cielos, que preciosa era _pero no así, no aquí_ me
detuve en seco… oh por todos los cielos, no podía ser tan animal, por supuesto
que no así, no aquí. _Quiero sentirte dentro mío_ mi corazón dejó de tronar y
solo me la quedé viendo fijamente _sobre mí, piel con piel, toda la noche, sin
parar_
_Oh
nena_ gemí cerrando los ojos y dejando caer mi frente en su pecho. _me estas
matando, me… matas… mierda._
_Tú
también_ ella se apartó recostando su espalda en la pared y me miró fijo, una
hermosa sonrisa lánguida y perezosa se formó en sus labios, una de sus manos
acarició mi nuca tirando un poco de mi cabello y gemí, aún con la excitación a
mil. _Eres… hermoso_ susurró moviendo su mano por mi rostro, mi mejilla hasta
que sus dedos tocaron mis labios, un gruñido se comenzó a formar en mi garganta
cuando su dedo índice se adentró en mi boca… follándome con él. Ella mordió su
labio mientras su dedo entraba y salí entre mis labios, lo mordí despacio y
ella rió…
_Sabes
delicioso_ dije chupando nuevamente, _mmm… Sabella_
_¿Te
gusta?_ dijo con voz insinuante.
_Me
encanta_ con mi mano saqué sus dedos de mi boca y llevé su manito hasta su
vientre, bajando, bajando hasta la orilla de su falda. Quería probarla y ella
entendió _muéstrame_
Ella
sonrió abriendo la boca y arqueando la espalda mientras introducía su mano en
la cintura de su falda, oh dios… cerró los ojos y gimió mientras mis ojos
estaban clavados allí, su mano se movía en su entrepierna debajo de la puta
tela.
_Oh
si, si… damelo nena_
Iba
a morir, iba a morir.
_Ahh
siii… ¿quieres probar?_ dijo sacando la mano, tres de sus dedos estaban
revestidos de su excitación, goteaban… carajo…
_Dámelo!...
oh mierda_ mi boca se me hacía agua. Ella alzó los dedos y suavemente delineó
mis labios con sus jugos, mis ojos estaban fijos en sus movimientos y cuando el
dulzor toco la punta de mi lengua no lo pude soportar más, entre gruñidos me
comí sus dedos, los chupe y limpié. El sabor más delicioso del mundo, el aroma…
oh si. _Ah… más, quiero más_
_Mañana_
dijo ella como una sentencia. Si… mañana y el día después y los siguientes, un
sorbo de ese alimento por cada día. La quería entera, la quería ahora, la
quería ya.
_Mañana_
confirmé poseído totalmente por esa diosa.
Ella
sonrió y acercándose a mí, me dio un último beso desgarradoramente intenso,
lengua, dientes, jadeos y una mordida final en la punta de mi lengua.
_Mañana_
susurró antes de soltarse de mi agarré en sus caderas y de un saltito poner sus
pies en el suelo, empujándome ligeramente de su cuerpo. La miré con la pregunta
en los ojos… ¿me iba a dejar así?. Ella se mordió el labio y caminó lejos de
mí, mirándome sobre el hombro hasta que desapareció tras una de las tantas
puertas de ese corredor.
_Mierda…_
Sí…
me dejó así.
Dejé
caer mi frente contra la pared delante de mí y gemí masajeando mi puta erección
con una mano, duro, como una roca, goteando, hambriento… nuevamente a mi
departamento a descargarme solo.
Mañana
Mañana…
..#..
El
maldito celular…. Oh mierda.
Gemí
alzando la mano hacia mi mesa de noche, _Puta madre mierda… ahí va, ahí va!_
grité. Al instante me arrepentí, una punzada recorrió mi sien partiendo en dos
mi cabeza. _Aghh… reputa madre_ dije apretado el botón verde de mi aparato.
_¡¿Qué
dijiste?_ alejé la porquería en cuanto esa voz aguda penetró mi oído.
Mierda…
Heidi.
Heidi!
Mi
cabeza se levantó de la almohada en medio segundo buscando el reloj digital en
mi mesa de noche, las 12, 30 Pm!
_Heidi_
dije al auricular sentándome en la cama. Refregué mi rostro y rastrillé mi
cabello con mis dedos, mierda… me había quedado dormido.
_Mira
Edward_ respiró _te doy media hora para que te alistes y te presentes en casa
de mis padres, me dijiste que no me fallarías_
_Mierda
Heidi, lo siento, me quedé dormido_ me dejé caer de espaldas a mi cama. Cuando
Sabella me dejó allí parado con semejante erección, fui al baño… bueno, no lo
pude soportar, no se me bajaría. Luego de descargarme fui con los chicos y
tomamos un par de tragos más esperando ver si Sabella salía e invitarle uno,
pero tetando mucho mi suerte, ella no salió. Así que luego de las tres de la
madrugada nos fuimos dejando una excelente propina.
_No
me faltes el respeto Edward!. Me lo prometiste…_
_Lo
sé, lo sé… carajo Heidi ¿puedes dejar de gritar?_
_¿Por
qué? ¿A caso estas borracho otra vez?_ oh dios, si voz. Arrugué mi frente y
alejé un poco el celular de mi palpitante cabeza.
_¿Otra
vez?... no, no estoy borracho, pero con un demonio, el domingo es el único puto
día de la semana que puedo descansar._
_Edward!_
dijo sorprendida.
No
dije nada, no tenía ni la más mínima gana de discutir.
_Haz
lo que se te dé en gana, si sabes lo que te conviene harás lo correcto_ y
cortó.
Que
idiota soy. Dejé caer mis manos a los costados de mi cuerpo y el celular sobre
las sábanas. ¿Tenía ganas de encontrarme hoy con Aro y toda la familia Vulturi?
Mierda… la realidad era que no, pero tenía que hacerlo, era un compromiso.
Desde que comencé mi noviazgo con Heidi, es religiosamente sagrado los domingos
en familia con ellos. Aunque me da rabia que cuando mi madre nos invitaba a
Heidi y a mí a cenar, mi prometida ponía mil y una excusas para no asistir… y
yo tenía que respetar eso. ¿Su excusa?... que mis hermanas eran antipáticas y
que se sentía incomoda frente a personas que no se movían en los mismos ámbitos
que ella. Y puta madre, mi familia podía no ser de los mismos ámbitos pero era
mi familia. Simplemente acabamos haciendo lo que ella quería, solo para no
pelear.
Me
levanté de mi cama a regañadientes y me fui a la ducha, el agua caliente relajó
mis músculos y lavé mi piel… entonces recordé mis besos con Sabella en el club
la noche anterior y gemí.
No
es momento de que te levantes, no, no… vuelve a tu lugar.
Ignorando
mi erección matinal, lavé mi cabello y mi cuerpo, salí de la ducha y
envolviéndome en una toalla, fui hasta mi vestidor. Heidi se encargaba de mi
ropa, trajes de todas las marcas… Gucci, Ralph Lauren, Armani, Hugo Boss, etc.
Meticulosamente guardados en sus respectivos protectores, zapatos de las mismas
marcas y camisas. Fui hasta la ropa informal y saqué un par de jeans azul
oscuro Lacoste, unas nike y una polera negra.
Estaba
terminando de atarme mis zapatillas cuando un alerta a mi celular sonó. Un
mensaje de texto.
Fui
hasta mi celular, que había quedado sobre mi cama e inmediatamente me tensé
cuando vi el nombre en la pantalla.
Sab
"Hola
dibujante de sueños… ¿ya despertaste?. Sal a disfrutar el día, levántate y
anda…"
Sonreí
pulsando "respuesta"
"Fresco
como una lechuga. Hoy es mañana nena… ¿o lo soñé?"
Por
supuesto que no lo había soñado, era hoy. Ella estuvo conmigo anoche y solo
recordaba su voz diciendo "mañana"
"Hoy
es mañana… y no fue un sueño. Tan real como el sol que baña mi piel"
Mordí
mi labio y peiné mi cabello con una mano. Mueve bien tus fichas Cullen…
"¿Sol?...
envidio al sol. Aún tengo tu gusto en mi paladar… me dio sed de repente nena,
¿ya almorzaste?"
¿Qué
estaba haciendo?… oh diablos, a la mierda… no sabía lo que estaba haciendo,
pero me gustaba y no podía parar.
"Almuerzo
tardío bajo el sol… algunos hace horas que estamos despiertos ;). Es hermoso el
Millenium park en esta época"
Millenium
park…
Vulturis
Mmm…
no había que pensarlo tanto ¿no? La invitación estaba implícita allí y solo
faltaba por aceptar. Cerré los ojos fuertemente… oh mierda… lo lamento nena.
En
el Millenium park…
Miré
mi celular nuevamente antes de morder mi manzana. Nada. Quince minutos y nada.
Nunca
más respondió! Que… aghhh! ¿Qué se creía? Después de hacer algo tan atrevido
como lo de anoche. Sin duda Sabella dominando mi cuerpo. Pero claro… no podía
esperar menos de un hombre que seguramente con el chasquear de sus dedos tiene
sobre su cama una mujer abierta de par en par para satisfacerlo.
Había
llegado al parque luego de salir de casa de Leydi, me había quedado a dormir
allí anoche porque queríamos hablar de muchas cosas, entre ellas… el papi. La
manzana en mi mochila y el yogurt que mi madre me empaca siempre, me llamaron y
me adentré por el Millenium derechito hacia el pabellón de conciertos. Algún
grupo estaba tocando sobre el escenario The doors, "Hello, i love
you"
Mirando
las pocas personas que por allí se encontraban disfrutando el sol y la buena
música, mordí nuevamente mi manzana. El ritmo se comenzó a apoderar de mi
cuerpo y tarareando la canción cerré los ojos y dejé caer mi cabeza hacia
atrás… el aire puro y fresco se lleno de un olor… rico y picante.
Y
abrí los ojos…
Oh
dios…
Él
estaba allí, en persona… Edward Cullen. Mirándome desde arriba con una sonrisa
en sus labios y el cabello revuelto coronándolo y tapándome el sol.
_"Hola…
te quiero, ¿no me dirás tu nombre?"_ tarareó junto a la canción. Y sonreí…
_Bella_
susurré despacio.
12 comentarios:
Hola me encanta este fic gfracias por actualizar ya te extrañaba besos
Q dicha un nuevo capitulo me hacia falta este fic!!,
el capitulo de hoy estubo muy bueno el encuentro entre Bella y Edward estubo muy hot,esos 2 estan q arden jaja,
no soporto a esa Heidy hace lo q le da la gana con Edward q vaya a la reunion familiar pero cuando el le dice q vaya con el aver su propia familia se niega q tipa mas insoportable!!!,
y yo pense q Edward no iva a ir cuando Bella le dijo donde estaba pero si llego,mmm ahora q pasara con ellos...
aaaaaaahhhh me mueroooo por fin volvisteee te extrañabamosss ahhh me encantooo fue ufffff necesito un respiro jajajajaja bellita lo va a volver locoo a nuestro eddiee y me encantaaaa felicidades mi luuu y gracias por tus historiasss dichosos son mis ojitos que pueden leerte :D
wow!!!!!gracias por un capitulo mas...fue excelente!!
Mmmmmmm no se que decirte, solo se me ocurre
Gracias eres genial!!!!!!
Me muero por proximo capitulo cuando... Cuandooo
Mil grcs por permitirnos leerte
GRACIAS TOTALES!!!!
Mi Lu este fic cada dia se pone mejor. Estoy tan feliz pq por fin Edward y Bella dialogaron y ahora van a conocerse más. La historia esta grandiosa, espero ansiosa el próximo capí. TQM!!! Feliz Finde!!
Este Fis es MARAVILLOSO,tiene un enganche absoluto,solo le veo un problema.... tardamos mucho en poder leer el siguiente capitulo,. que pena no tener uno cada semana, Gracias por este siempre nos dejas soñando,. Fina Madrid, ESpaña.
Hola Lu.
Bueno ya sabes que te sigo por FF y no quiero decir nada que suponga un spoiler y meter la pata. Solo decirte que me encanta este fic ya lo sabes y quería dejar constancia por aqui.
Besos
Feliz Año!!!
y solo deseo saber cuando continuas con las historias?? por q la vedd estos picadaa con ellas..
Hola! me encanta este fic.. que pasará ahora? actualiza por favor! besos
Por favor actualiza!!!! lu ya yo leí en fanfiction pero me dejaste a leguas con lo del bebe...
Soy vale de colombia!!! Por favor actualiza te necesitoooooooo
Okey no tanto ( pero mi cama esta un poco mojada con el tema) lullaby eres increíble que caliente mucho lemmon OMG
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