Capitulo 14: Primer encuentro

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Feliz inicio de semana!!!.... acá les dejo otro capi de Ángel, que se esta poniendo más interesante... se va aproximando el final chicas!.... cuando solo falten unos capis voy a empezar a publicar Amor prohibido... espero que les guste y por favor comenten!!!

Primer encuentro

_ Buenos días!_ dije cuando llegué a la oficina. Mi corazón se hinchaba de felicidad, no había ya lugar en él por todo el amor que sentía por mi vampiro, él era la razón por la cual mis mañanas eran cálidas, luminosas y felices. No necesitaba nada más.

_Bella… que feliz te veo!…_ me dijo Lauren cuando me vio entrar a mi oficina con una amplia sonrisa, haber despertado junto a mi Edward desnudo a mi lado era como despertar junto a mi ángel personal, aquél que me llevaba directo al cielo y me hacía volver.

Entré decidida a realizar una llamadas que tenía pendientes con unos clientes, mi vida personal se estaba interponiendo demasiado con mi vida laboral, eso por el hecho que no pasaba una hora que no me detuviera a pensar largos momentos en lo que Edward y yo hacíamos o lo que en sus dulces palabras o en cómo me tocaba… sus besos, en cómo me había echo el amor la noche anterior y como lo había hecho una hora antes de venir a la oficina… de vez en cuando me sorprendía riéndome sola mientras miraba hacia algún punto en la ventana, era mi droga y mi adicción…

El timbre del teléfono me sacó de mi nebulosa, la cual tenía nombre y apellido: Edward Cullen

_¿Si Lauren?_ contesté con cierta pizca de alegría en mi voz.

_¿Bella?... soy Ángela…_ me dijo mi amiga, su voz sonaba acongojada y fría. Me preguntaba qué era lo que le sucedía para sonar así de afligida,

_Necesito hablar contigo… sobre Jacob_ me dijo angustiada. ¿Qué sucedía ahora con él?... ¿a caso debería importarme?... no quería prestarme a esto, ese hombre en verdad no me importaba ni en lo más mínimo… si alguna vez me interesó como amigo ya no lo veía de la misma manera, simplemente quería olvidar que alguna vez lo había conocido. Nuestro primer encuentro fue agradable… pero “no todo lo que brilla es oro” me solía decir mi madre, yo era muy observadora con las personas y la otra noche me enseñó lo que en verdad era.

_Está bien Ángela_ dije con un suspiro, debía hablar con ella y tratar de aclarar las cosas, después de todo ella era mi amiga y me angustiaba oírla así, _pasaré luego por tu oficina_

Terminé de hacer unos pendientes y decidí pasar por la oficina de Ángela antes del almuerzo. Cuando entré mi amiga me recibió con el seño fruncido, tal vez de preocupación o enojo, entonces decidí primero que nada advertirle antes de que me saque algo en cara…

_Mira Ángela… yo quería que supieras que…_

_No sé que le hiciste…_ me dijo aparentemente sin escucharme mirando hacia la ventana _no aceptó volver a verme desde hace unos días, no contesta mis llamadas y no me las devuelve… anoche me lo encontré a la salida de la oficina pensando que me venía a ver a mí y ¿sabes lo que me dijo?_ se volteó hacia mí mirándome con sus ojos llorosos, yo solo negué con la cabeza pero podía intuir la respuesta, recordé lo que él me había dicho anoche claramente “no vengo a ver a Ángela… vengo a verte a ti”.

_Jacob vino por ti…_ me escupió las palabras con asco y mi corazón lo aborreció aún más, ¿cómo podía lastimar a mi amiga de esa manera? _ me dijo que yo no le interesaba…_ mi respiración se agitó y sus ojos se ponían vidriosos, su voz se quebró en la última palabra.

_Le gustas tú Bella…_ me dijo mientras sus ojos vidriosos penetraban los míos, desvié mi mirada.

_Ángela… yo… estoy con Edward, estoy realmente bien con él y tú lo sabes… _

_él te buscó anoche ¿no?_ volvió a interrumpirme.

_Si… pero lo rechacé, te repito… amo a Edward con toda mi alma, lo amo…_ solté acentuando las últimas palabras. Mi amiga me miró con lágrimas en sus mejillas y un intento de sonrisa curvó sus comisuras,

_No sé que decirte Ángela… yo estoy muy feliz con Edward… yo quisiera en verdad que tú…_

_No importa Bella… supongo que gasté lagrimas por él y ni siquiera se las merecía, lamento que haya puesto su mirada en la mujer equivocada._ Se levantó del escritorio con determinación, _gracias, por ser sincera conmigo _ me dijo en el momento que yo rodeaba su escritorio para abrazarla fuertemente, lo que para mi alivio me correspondió.

En cierto modo la charla con mi amiga aclaró algunas cosas, no valía la pena que un hombre, y menos de esas características, nos arruinara nuestros años de amistad. Ella era mi mejor amiga, y a falta de mis padres cuando más los necesite ella siempre estuvo a mi lado.

Luego del almuerzo me tomé una horas libre para ir a la aseguradora, al fin esa mañana me habían llamado para avisarme que habían resuelto el tema del seguro de mi auto. Edward me acompañó por supuesto, al tener un experto en autos a mi lado me hacía sentir más segura y menos ignorante en lo que se refiere a ese tema, de paso lo tenía a mi lado para “aprovecharme” de él cuando yo quisiera, me había dicho a la mañana que esa noche se iba a ir de caza con Emmett y Jassper así que yo me iba a quedar sola en casa… otra vez.

La compañía aseguradora cubriría la reposición de mi automóvil por lo que debía averiguar precios capaces de cubrir el valor que la cláusula imponía. Me dieron varias direcciones de posibles vendedores, para el asesoramiento, en realidad se las dieron a Edward, el entendido en esta rama. Él había disipado dudas, había preguntado y se había cerciorado detalladamente que la cláusula este en orden. Yo solo me limitaba a sentir, sonreír o firmar algo cuando Edward me lo indicaba.

_ Bien… iremos ahora a la primera concesionaria, _ me dijo mi novio una vez en el Volvo _ aunque insisto en que deberías seguir usando el Volvo… él se acostumbró a ti y tú a él_ me dijo con una sonrisa, yo reía ante su afirmación.

_¿yo con el Volvo?...¿a caso no te da miedo?..._ reí

_mmm… confío en tu sentido de coordinación, de hecho lo hice hasta ahora y no me haz fallado, a demás tú te ves mucho mejor conduciéndolo… te ves muy sensual._ me dijo con picardía, yo reí ante su lógica.

Mientras íbamos llegando reconocí el lugar, era la concesionaria que había visitado con Ángela hace unas semanas atrás. Me quedé paralizada cuando Edward estacionó allí.

_Vamos señorita…_ me dijo tendiéndome una mano, ni me había percatado que había salido del auto y había abierto ya la puerta del acompañante. Salí del Volvo un poco aturdida y de la mano nos dirigimos hacia la entrada. Esto era lo que precisamente quería evitar, el encuentro entre mi novio y Jacob después que este último hubiera hablado mal de mi novio sin razón.

Entramos en el gran estacionamiento donde se encontraban prolijamente aparcados los autos de segunda mano en venta. Detuve a Edward y le indiqué que antes miráramos esos, primero solo quería retrasar el encuentro si es que lo iba a haber y segundo mi presupuesto y el que me indicaba la cláusula estaban a la altura de los valores de esos autos.

_No Bella…_ me detuvo mi novio _ no quiero que andes con uno de segunda mano… no son de fiar _ me dijo jalándome dentro del salón donde estaban los nuevos.

_Pero Edward… estos exceden los valores que la cláusula indica_ me quejé

_No importa, tú solo elige y yo pagaré la diferencia amor _ me dijo mientras sus ojos hipnóticos me dejaban muda clavada en el lugar y sin defensas. _Mira este… es un Porsche 911, convertible y todo… el color hace juego con tus ojos _ me señaló obligándome a sacarle a regañadientes la mirada de encima.

Estábamos frente a un refinado auto que parecía sacado de alguna película de James Bond, era mediano y elegante de color azul petróleo… y se podría decir que si… ideal para mi, compacto y fácil de maniobrar. Estaba entretenida mirando a través de la ventanilla de la mano de mi novio que igual curioseaba cuando varias cosas sucedieron. Edward se envaró poniéndose rígido y apretando mi mano, alguien detrás de nosotros dijo mi nombre con un dejo de sorpresa en su voz, la cual reconocí haciendo que mi corazón se acelerara de inmediato… ¿qué hacía él aquí?... ah claro, trabajaba aquí. Sin embargo no me puse así por él… mi corazón reaccionó así al darme cuenta de la reacción de Edward, el cual permaneció rígido a mi lado.

_¿Qué te trae por aquí Bella?_ me dijo Jacob con una nota de burla en su voz, me di vuelta a verlo al mismo tiempo que Edward emitía un sordo gruñido en su pecho. Volteó con los labios fruncidos y apretó su agarre en mi mano, mientras que cerraba en un puño la otra.

_Vinimos para pedir presupuestos de los autos…_ afirmé tratando de parecer tranquila _Edward… él es Jacob, Jacob él es mi novio…_ no podía ser más clara la presentación. Jacob tendió su mano mirando a mi novio con los labios apretados y la mirada calculadora, pero Edward no le correspondió el gesto, solo se limitó a asentir. Jacob con una sonrisa de suficiencia bajó la mano y se dirigió a mí…

_¿Quieres que te asesore Bells?_ me dijo sonriendo maliciosamente, ¿quién se creía para nombrarme con tanta confianza?, solo Ángela me llamaba así algunas veces. Tragué saliva y miré a Edward que lo miraba con un destello de odio en sus ojos, no era bueno permanecer allí.

_ No gracias… otro día tal vez_ le dije tirando de la mano de mi novio para irnos, pero al parecer él se había quedado petrificado allí.

_¿ya te vas?_ me dijo Jacob frunciendo el entrecejo _ no vuelvas a privarme de tu presencia Bells_ pidió con tono provocador, _anoche te fuiste muy rápido…_ descarado, miserable…idiota!... sin vergüenza!!... de todos los insultos que pensé en ese instante no pude articular ninguno. Sin embargo vi que Edward se inclinó hacia él de una manera en que solo nosotros tres escucháramos y dijo bruscamente:

_Mantente lejos de ella ¿oíste?... es mía y cualquier cosa que le suceda o tú intentes con ella será motivo suficiente para buscarte y hacer que de verdad lo lamentes…_ sus miradas se cruzaban de manera peligrosa ambos con el seño fruncido y la mandíbula tensa,

_Si estuvieras seguro de ella ni siquiera lo pedirías_ dijo Jacob con una sonrisa de suficiencia sin siquiera inmutarse con la cercanía de Edward, yo quedé helada ante sus palabras y con mi boca abierta de la sorpresa. Un instante después mi novio me sostenía con una mano mi cintura guiándome fuera del lugar.

Edward estaba realmente enojado… cerró con brusquedad la puerta del auto y condujo a casa sin decir una palabra y excediendo seriamente los límites de velocidad… sus manos en todo momento se cerraban con fuerza en el volante y bufaba intranquilo, yo sentí miedo… por primera vez sentí miedo de él.