Amigas!! penultimo capitulo, espero que lo disfruten y agradezco enormemente por haber seguido este fic,las quiero como no se pueden imaginar... sin ustedes no huebiera seguido, ahora me vana a tener para rato. Espero que les guste y nos vemos el miercoles!, besitos y COMENTEN!!
Te regalo mi corazón
La sangre corría por mi garganta refrescando y alivianando mi quemazón, la sensación de satisfacción era comparable con solo una casa… aunque aún así el placer obtenido con mi novio era lejos, algo mucho más satisfactorio. Después de correr por el bosque a la par de él, cazamos juntos un par de pumas, un alce y un ciervo… era excitante ver cazar a Edward, sus movimientos eran precisos y exactos, con un movimiento ya estaba sobre su presa, con otro movimiento quebraba su cuello y luego solo hundía sus dientes en el animal… no le gustaba verlo agonizar mientras él se aprovechaba de su sangre, lo mataba antes con un quiebre seco en su cuello, a demás era pulcro y cuidadoso al cazar… ni una sola mancha de sangre… ni siquiera en su barbilla, ni una como para darme el gusto de hacerle lo que él me hacía a mí… amaba cuando pasaba su lengua por las comisuras de mis labios limpiando los restos de sangre que allí quedaban.
Luego de la satisfactoria caza volvimos a su casa, a ver a su familia… ya que esa mañana él me había sacado a la rastra por la puerta para ir a alimentarme y no había tenido oportunidad de ver a los otros. Cuando cruzamos la extensión del claro donde se situaba la casa de los Cullen fuimos recibidos por una ansiosa Alice que daba saltitos mientras nos acercábamos tomados de la mano,
_Bella… oh por Dios!, te ves hermosa!_ yo no podía entender cómo era posible que ella dijera eso después de mi primera y nada prolija caza, sin contar que mis ropas estaba toda echa jirones por nuestro arrebato de placer en el bosque… miré a Edward que sonreía mientras asentía con la cabeza en dirección a Alice, ¿qué me estaba perdiendo?... entonces Alice corrió hasta mí tomó de mi mano y me llevó con ella dentro de la casa, di vuelta mi cabeza para mirar a Edward y pedirle ayuda de alguna manera pero él solo se reía, luego … antes que si quiera pudiera negarme Alice me tenía acorralada en su habitación,
_Bien hermanita… ahora que todo pasó… estas en mis manos._ dijo frotándose las palmas entre si, un gesto que realmente me dio miedo.
_Alice…¿qué harás?_ dije titubeante al ver que estaba literalmente metida de cabeza en su armario,
_No mucho… prácticamente no necesitas más que ropa, ¿no te haz visto en un espejo?... Ah claro!_ dijo golpeándose la frente con una mano. _Bien… espérame un segundo…_ dijo mostrándome su dedo índice, volteó y desapareció otra vez en su armario. Era increíble… y pensar que me tocaba como amiga-cuñada por el resto de la eternidad, ay no…
_Mira, toma un baño, luego ponte esto y ven_ me dijo arrojando en mi regazo una tela fina y suave, cuando lo tomé y lo miré no pude reprimir un gemido, era absolutamente hermoso y delicado, un pequeño vestido azul profundo sin breteles y tipo straples era lo que me había dado, mejor dicho confiado porque era un pequeño tesoro… por mucho un vestido glorioso.
_Alice… yo no puedo… aceptar esto, es… hermoso._ dije en un hilo de voz, con mi suerte y mi desenfrenado deseo sexual este hermoso vestido terminaría hecho jirones a penas mi novio posara sus ojos en mí.
_Si lo es… y a ti se te verá hermoso…_ dijo pensativa mirándome, de repente su cara se iluminó y salió corriendo tan rápido que ni vi por donde había desaparecido, yo dudé un segundo mirando el vestido… definitivamente era hermoso y no estaba segura si se vería bien en mí, es decir… vamos!, mis inexistentes curvas no me iban dejar lucir ese vestido… ¿con qué lo iba a rellenar?.
_Bella… vamos ve a vestirte y toma estos zapatos… se te verán perfectos._ me lanzó un par de zapatos hermosos a los que sorprendentemente atrapé en el aire, no terminaba de maravillarme de mis nuevas habilidades… le hice caso a regañadientes sabiendo que sería inútil tanta tela y tacones si no los iba a poder lucir. Me dirigí al baño de Alice mientras ésta seguía revolviendo su armario en busca de quién sabe qué más…
Me desvestí más rápido de lo que en realidad pensaba hacerlo, me duche de la misma manera… y me sequé el cuerpo y el cabello en tiempo record,
_¡Sin sujetador!_ dijo Alice del otro lado de la puerta, rodé los ojos, tomé el vestido y bajé el cierre de la espalda… sonreí al imaginarme a Edward bajándolo para sacármelo, me lo puse por la cabeza y lo bajé hasta que las copas del vestido encajaron fácilmente con mis senos, arrugué el entrecejo al fijarme que al parecer mis pechos habían crecido…
_wauu!..._ dije admirándolos, eran turgentes y bien redondeados… escuché una risita del otro lado de la puerta…
_¿descubriste tus pechos?_
_Si Alice… los descubrí_ dije riendo, siempre había sido de talla pequeña, pero ahora tenía un buen par de bien proporcionados pechos. Allí comprendí porque Edward estaba tan obsesionado hace una horas con, literalmente, comérmelos con la boca. Subí el cierre del vestido y me calcé los zapatos, los cuales eran hermosos... de tacones altos y finos y de tiras delgadas engarzadas con piedritas azules, tal vez zafiro, que cruzaban el empeine y el talón para abrocharse alrededor del tobillo. Mis pies se veían bien…
_Alice… ¿por qué me estoy vistiendo así?_ le dije saliendo del baño mirando cómo el vestido resaltaba mis pechos. _¿Alice?_ dije levantando la cabeza, mi cuñada estaba mirándome con los ojos como plato y tapándose la boca sofocando un gritito mientras daba pequeños saltitos, curiosamente ella también estaba vestida con un hermoso vestido rosado.
_¿Tan mal me veo?_ le dije frunciendo el seño, bueno… en realidad tenía la esperanza de verme bien con la ayuda de mis nuevos pechos… pero si Alice veía que no, ella era la experta en esto.
Sin decir palabras mi cuñada me tomó del brazo y me hizo caminar hasta quedar frente a un gran espejo, tan grande como una puerta… lo que vi fue irreal, no podía ser posible… alcé mi mano para cerciorarme que la que estaba frente al espejo era realmente yo, toqué mis mejillas… que ya no tenían el sonrojo habitual sino que vestían un pálido perlado muy hermoso, similar a la piel de los Cullen, me sobresalté un poco por el color de mis ojos… de un fuerte color rubí consecuencia de mi reciente transformación, un color que con el tiempo se iban a ir aclarando y que quedarían con el hermoso color topacio como los de Edward. Mi cabello lucia sedoso abundante cayendo en cascada sobre mi espalda. Bajé mis dedos por mi busto, y si… sin duda mis pechos ya no eran pequeños y comunes, eran hermosos… perfectos y acorde a mi tamaño y contextura física, redondeados y turgentes, casi doy un gritito de felicidad. Mis dedos siguieron recorriendo el vestido que se ceñía a mis nuevas curvas, porque al fin habían aparecido… las curvas de mi cuerpo, mi pequeña cintura y mis caderas tentadoras, sin hablar de las largas y torneadas piernas, mi ego había crecido hasta chocar el techo, de la mujer común y corriente con cuerpo plano y como el de una niña pasé a ser una mujer con un cuerpo que podría despertar la envidia de otras, ahora si me sentiría orgullosa y segura de mi misma si tuviera que caminar por la calle de la mano de Edward, ahora me sentía como su igual… como alguien que ya no desencajaba a su lado.
_Eres tú… y ¿te digo algo?_ me dijo Alice mirándome, yo asentí con una sonrisa en los labios. _lo vas a volver loco_ me dijo asintiendo seriamente.
_No lo sé Alice…_ dije dudando… recordé que Edward no se había dejado tentar tan fácilmente por mi en el bosque, se había resistido preocupándose siempre por mi bienestar,
_¿Quieres comprobarlo?_ me dijo y tomó mi mano, salimos del cuarto y fuimos hasta las escaleras, no podía creer estar caminando con esos tacones sin caerme y ni siquiera torcerme el tobillo. Al llegar a la escalera ella bajó tan rápido que no me di cuenta, comencé a bajar y me di cuenta… tarde, que toda la familia Cullen estaba esperando al final de las escaleras… incluido mi ángel, tan hermoso como siempre. Una vez más me sorprendí al verlos a todos vestidos elegantemente, pero todos tenían algo en común… una hermosa sonrisa en el rostro, a demás de otras cosas propias de su especia por su puesto. Bajé mirando fijamente a mi novio, que no despegó sus ojos de mi, sentí que me desvestía con la mirada, extendió su mano y la tomé para bajar los últimos escalones… me reí por lo bajo al darme cuenta que había bajado todos los escalones sin siquiera mirarlos.
Esme en seguida me abrazó y besó mi mejilla,
_Bienvenida a la familia hija_ la miré sorprendida y sonriendo a más no poder, no podía creer sus palabras. Carlisle también besó mi mejilla y me abrazó mientras los demás se reunían a mi alrededor para formar un abrazo grupal, yo todavía sostenía la mano de Edward, que de a poco jaló de mi hasta quedar liberada de mis nuevos hermanos,
_Hey!... ¡déjanos mimar a este primor!_ dijo Emmett, si hubiese podido sonrojarme me habría puesto de un rojo furioso, Edward siseo y Rose le dio un fuerte manotazo en la nuca al pobre Emmett,
_Amor… solo digo la verdad… ¿a que no…_
_Mejor vamos familia, quiero llegar antes de cumplir mis cien años_ dijo Edward en un intento de cortar lo que Emmett estaba diciendo…todos reímos y seguimos a Edward a la salida, cada pareja fue en su auto… Edward y yo en el Aston… mi querido Aston,
_Edward… ¿me dejas conducirlo?_ mi amor me miró sorprendido, más bien se podría decir asustado _recuerda que mis reflejos han cambiado…_
_Si… pero no sabes donde vamos…_ dijo con una sonrisa torcida,
_Tú guíame…_ le dije mordiéndome el labio, algo que al parecer terminó por desarmarlo ya que en un movimiento rápido y preciso me tiró las llaves de Aston, las tomé en el aire haciendo gala de mis movimientos, caminamos cada uno hacia la puerta que nos correspondía y cuando nos cruzamos delante del auto susurré
_No te arrepentirás_ de manera muy sensual, él me miró por encima del hombro con una ceja levantada… yo solo reí.
Se sentía muy bien conducir esa belleza y mucho mejor era conducirlo con mi guapo novio a mi lado, él siempre tuvo razón… la velocidad era excitante y en ese momento, y se que es algo retorcido decirlo, conducir ese auto me producían espasmos de placer.
_Bella… _ me dijo mi novio poniendo su mano en mi muslo, el aire en el auto estaba impregnado de excitación, yo apreté más el acelerador, me sentía orgullosa de mi misma estar conduciendo a esta velocidad y al mismo tiempo seducir a mi novio mientras lo hacía. Sentí la mano de Edward acariciar mi sexo por encima del encaje de mi ropa interior, por impulso pisé los frenos y me orillé a un costado de la carretera, me volteé hacia mi novio y lo besé con urgencia. Era desesperación, necesidad y lujuria lo que incitaban mis bajos instintos para obligarme a hacer esto, Edward lo sintió y me tomó de la cintura haciéndome salir del asiento del conductor y ponerme de cuclillas sobre él, mi vestido se subió por mis piernas al ponerlas a cada lado de su cuerpo y él se encargó de acariciarlas mientras nuestras bocas luchaban ferozmente una sobre otra, nuestros gemidos inundaron el ambiente del auto, el cual era lo suficientemente amplio como para permitirnos hacer lo que teníamos pensado hacer. Mis manos se movieron cadenciosas sobre el pecho de mi amor mientras restregaba mis caderas contra su erección, nuestras bocas se separaron solo para poder besar el cuello del otro y deleitarnos con nuestros olores, lo que me provocó aún más,
_Bella… eres insaciable_ susurró mi novio al tiempo que uno de sus dedos se colaba por entre mis bragas y acariciaba mi clítoris, yo no podía esperar más…
_Edward te necesito dentro… _ le dije mientras bajaba el cierre de su pantalón liberando su sexo, tan erecto y turgente como siempre. Levanté mis caderas y el saco su dedo apartando mi ropa interior y liberando mi entrada, finalmente me dejé caer sobre su erección gimiendo ambos de placer…
_Oh Edward… _ gemí en su boca _esto es como una droga ¿lo sabes?_ dije mientras comenzaba a moverme de manera tal que nuestras caderas chocaban ferozmente, si hubiese sido humana no hubiese salido viva de esto… ahora entendí todo lo que Edward se había contenido todo ese tiempo de mi humanidad. Sus manos se aferraron a mis caderas ayudándome con las envestidas,
_Tu eres mi droga Bella…_ dijo mientras mis gemidos eran cada vez más fuertes _Bella… dilo_ yo sabía lo que quería y era precisamente lo que estaba a punto de hacer.
Mis paredes se comenzaron a tensionar en mi interior dándome a entender que el estallido de placer estaba cerca, lo único que se escuchaba dentro del auto eran nuestros gemidos y el choque de nuestros sexos, Edward bajó una de sus manos hasta mi centro y masajeó mi clítoris mientras seguía envistiéndome, ese detalle fue lo que me hizo colapsar,
_Dilo…_ me dijo con su voz gruesa por el placer y mirándome a los ojos… no había nada más sensual que los ojos de Edward oscurecidos por el deseo. No me separé de su mirada e hice lo que pedía cuando sentí mi orgasmo chocar contra mí como una estampida de animales,
_Edward!..._ grite entrecortadamente _Oh Edward!_ di pequeños grititos mientras él pronunciaba mi nombre en señal que también había llegado, los espasmos me recorrieron hasta la punta de los pies y me dejé caer sobre su hombro, no estaba cansada ni mucho menos pero el placer me había chocado tan fuerte que por un momento me sentí débil.
_Te dije que no te ibas a arrepentir…_ susurré, el solo rió.
Luego de unos minutos de relajarnos y besarnos dulcemente tuvimos que volver a nuestras posiciones separándonos dolorosamente y arreglar nuestras ropas, nadie nos sacaría nuestras sonrisas de la cara esa noche.
Seguí conduciendo cuidadosamente y no dejándome llevar por el placer de tener el Aston en mis manos, Edward me dio algunas indicaciones, que yo seguí obedientemente y llegamos a un lugar al que nunca imaginé que me llevaría, por lo menos no siendo una neófita, al llegar nuestra familia nos estaba esperando, bajamos del auto y fuimos tomados de la mano hasta ellos,
_¿Tuvieron una parada de emergencia?_ dijo Emmett con una sonrisa picara en la cara, reímos cuando Rosalie le dio un fuerte codazo en el costado,
_Todo comenzó aquí… ¿recuerdas?_ me dijo señalando el Club en el que nos habíamos visto por primera vez, parecía tan lejana pero a la vez tan cerca aquella noche en que vi su perfecto rostro entre las demás caras,
_Esa noche fue la primera noche que soñé contigo_ le dije mientras nos acercábamos a la entrada del Club, Alice se nos adelantó y entró primero,
_esa fue la primera noche en la que no pude dejar de pensar en ti…_ me dijo al oído haciéndome cosquillas con su aliento, me regaló una sonrisa y me tomó de la cintura mientras entrábamos… despegué a regañadientes mis ojos de él solo para darme cuenta del lugar donde estábamos, el Club estaba transformado desde la ultima vez que lo vi, ahora todas las luces eran de un blanco nacarado y alumbraban directamente sobre el centro de la pista de baile, pude distinguir las mesas y las sillas todas vestidas de blanco mientras Edward me llevaba de la mano bajo las luces blancas, di un grito ahogado cuando pude ver el suelo de la pista de baile cubiertas con una hermosa alfombra de pétalos blancos, la música sonó suavemente… era la misma pieza de piano con la que Edward y yo habíamos hecho el amor por primera vez, me colgué de su cuello y comenzamos a bailar al ritmo de la música,
_¿Esta era la sorpresa de la que me habías hablado?_ le susurré al oído, él me apretó más contra él y besó mi cuello, pude ver que Rosalie y Emmett también bailaban a nuestro lado, Carlisle y Esme hablaban en una de las mesas y Alice revoloteaba por la cabina de música junto a Jassper,
_Si… pero aún falta algo más_ me dijo dándome un suave beso en el hombro. _aunque es demasiado poco todo lo que te pueda dar, tu vales mucho más…_ me apreté aún más a su cuello, como si eso fuera posible, seguíamos moviéndonos al compás de la suave música…
_¿Reconoces esa canción?..._ sus labios rozaron mi oído,
_Si… ¿cómo olvidarla?_ solté con una risita nerviosa recordando nuestra primera vez _nos movíamos mientras esa canción sonaba, es hermosa y nunca la voy a olvidar…_
_Bueno… esa canción es tuya… es tu nana._ levanté mi cabeza para mirarlo sorprendida, el acarició mi mejilla y me besó suavemente en los labios,
_Gracias… _ juro que si hubiese podido llorar ya estaría empapando su camisa con lágrimas,
_Bella… eso fue solo la consecuencia al no poderte sacar de mi cabeza, aún ahora escribo para ti… aún ahora eres mi fijación y lo serás siempre._
_ ¿Necesitas un psiquiatra?_ le dije riendo,
_Urgentemente_ rió _Bella… ya estabas dentro mío, desde antes de nacer ya eras parte de mi corazón. Cuando te vi por primera vez supe que había regresado a casa, tu corazón es mi casa… mi hogar. Te llevé en mí por siempre, ya te imaginaba… desde antes que aparecieras en mi vida._ se separó de mi y casi sentí que mi corazón saltaba de mi pecho para volver a latir cuando se arrodilló ante mi,
_Sé que ya te lo he dicho… fui muy apresurado y desesperado por tenerte a mi lado_ me tomó la mano y la besó, sacó algo de su bolsillo… una cajita negra oh por Dios…
_Bella… en tan poco tiempo te convertiste en mi estrella personal, aquella que me ilumina entre toda mi oscuridad, lograste enloquecerme, desarmarme… hipnotizarme… me muevo por ti…y solo para ti._ abrió la pequeña cajita que tenía en su mano y sacó un lindo anillo… ¿lindo?... hermoso! y es poco.
_Mi madre… Elizabeth, me dijo una vez antes de morir… que esta era la joya de su corazón y que era este anillo el que debía portar la dueña del mío, de mi vida y mi alma… Bella, ¿me concedes el honor de ser tu esposo?..._ dijo mientras ponía el anillo en mi dedo mirándome a los ojos… en los que solo encontré devoción. Mi pecho se infló de felicidad y olvidé todo alrededor, me arrodillé frente a él y lo tomé de las mejillas,
_Si mi amor… deseo ser tu esposa…_ y lo besé, un besó que selló una sucesión de besos para toda la eternidad, escuché murmullos y algunos aplausos a mi alrededor… pero este memento era solo nuestro… para siempre.
13 comentarios:
a ver, ya te he dicho muchas veces que adoro este fic. tu historia es genial, bella es más independiente, pero él es adorable.
que pena que acabe, de verdad
wwwooooooowww
me encanto lullaby.. se me escaparon algunas lagrimillas..XDXD
es hermoso.. k pena k ya termine..
pero yo stare aki esperando tus nuevas locuras..:P
BESOS DULCES
hola, hay el final por que no, yo quiero que sigas con este fin lo amo
edward es tan perfecto
pero bueno la vida es asi todo lo bueno se acaba
un beso guapa
oh x dios, q cosa mas linda, necesita algo asi hoy ya q e tenido un mal dia, y mis animos siguen por los suelos.
yo tampoco kiero q se acabe, pero si lo tienes previsto asi, pues nada, seguiré engachada a amor prohibido, ni creas q te vas a librar de mi ;)
BSS
Desearía poder atrapar en mi memoria la esencia de esta historia, desearía que a su fin nunca llegara más siento que este ángel batir quiera sus alas. Besotes mi Lullaby
aww por dios si estaba sencible ahora ams jajaja no juegues mi Lu tu manejas mis sentimientos...mori que lindo yo quiero un edward que me de su corazon jajaja
Que capi tan beeelloooooo.... muuuy lindo definitivamente .. no quiero que acabe!!!! no es justo .....
aaaahy quiero uno asi!!!
muy lindo relato :D
Ada
Hola!!!
Encontre esta mañana tu blog, y me tope con este libro precioso que estas escribiendo!
Te felicito!
No lo he parado de leer en todo el dia y ya estoy esperando el final!
Segui adelante!!!
HAY DIOS!!!!
Es hermoso Lullaby, me encanta,
estoy tan emocionada, esta historia, no dudo
en que va a tener un final fantastico,
este kapi estuvo genial, ya me muero por leer
el siguiente...
es simplemente hermoso!!!!
nos leemo...
BESOSOS Y MORDSCOS
Solo puedo decir una cosa: Oooooohhhhhh!!! Que bonito!!! Que emocion ^^ Me a encantado Lullaby =)
Besos
Bárbara
aww, que ternura! xD
Quuueeee hermoso!!! Yo tambien me casaba con el si pensarlo ni suiquiera dos veses...quien diria que no a este hombre por dios...lastima que solo esta en nuestro suenos
me encanto la froma en que le da el anillo de su madre es hermoso de verdad que sii
No podia ser mas increiblemente dulce este Edward que creaste para nosotras, Bella tiene razon es letal, adictivo, es una droga, un pecado caminando y... es totalmente de ella.
Quien no qui¨siera pasar la eternidad con el dentro de un aston, no? Pensandolo mejor dentro del aston solo no, fuera tambien, jajaja.
Besos
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