Capitulo 4: Maravillosa es la vida ahora que estas tú.

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PRIMERA PARTE... "CUANDO TU CORAZÓN DEJE DE LATIR"

Capitulo 4: Maravillosa es la vida ahora que estas tú.

“No sabía que podía sentirme de esta manera…

Como si no hubiese visto el cielo antes…

El mundo comenzó a ser perfecto el día que llegaste a mí…

De repente pensé que había valido la pena vivir mi larga vida tan solo para conocerte… tan solo para estar contigo…

De repente mi corazón volvió a la vida gracias a ti…

Y siento que no me queda vivir nada más… porque al fin te conocí.

Te amo y lo haré hasta el final de los tiempos… Pueden sucumbir los polvos de la tierra, secarse las aguas del mar y estallar las estrellas en el cielo… pero yo siempre te amaré… no importa lo que pase siempre te amaré…”

No creía estar soñando porque eso es algo que los de mi espacie no pueden hacer, pensé en que estaba experimentando alguna extraña alucinación o ensoñación pero era imposible, supuestamente tenía un cerebro que gozaba de muy buena salud… pero estaba allí… parado en el altar… con mis ojos y todos mis sentidos atentos solo a ella, el ángel más hermoso que bajó de los cielos para salvarme de mi infierno personal, no sabía que era lo tan valioso o importante que había echo en esta vida para merecerla, traté de recordar algo pero nada… mi larga existencia había sido siempre eso… nada, vacía, insulsa… hasta que ella llegó y cambió todo mi mundo.

Y ahí estaba yo, esperando al amor de mi existencia para desposarla… el mundo desapareció con todos los demás, no había altar, ni invitados, ni amigos, ni hermanos y a penas estaba conciente que mi padre estaba parado a mi lado, todo lo que conocía hasta ahora desapareció… toda la belleza a mi alrededor fue opacada por aquella deidad que lentamente bajaba las escaleras del brazo de su padre. No tuve vuelta atrás… me había enamorado de la mujer más hermosa que había pisado esta tierra, me había enamorado de un precioso ángel.

La marcha tradicional de Wagner sonó al tiempo que Bella bajaba las escaleras una por una, sus pequeños pies pisaban con precaución y su mirada solo estaba enfocada en la tortuosa escalera, quise correr y tomarla entre mis brazos, no me importaba nadie que estuviera allí... quise asegurarle que todo iba a estar bien y que no tuviera miedo… pero mis traicioneros pies se pegaban al suelo prolongando el momento.

Sentía murmullos a mi alrededor, voces en mi mente pero no lograba escuchar nada, y por primera vez desde que había empezado mi vida inmortal, mi mente quedó en blanco cuando sus ojos se levantaron del suelo y nuestras miradas se encontraron. Ninguno de los dos rompió el contacto, yo no estaba dispuesto a mirar a nadie más… no tenía ojos más que para ella y por primera vez sentí el deseo que la lectora de mentes fuera ella… mi Bella, para hacerle ver cuanto la amaba y cuan hermosa estaba, para hacerle saber que estaba allí y que siempre lo estaría sin condiciones y sin duda alguna, me perdí en sus ojos y solo pude tener conciencia de donde estábamos cuando la tuve frente a mí, obedeciendo a un acto tan tradicional como antiguo extendí mi mano para que su padre que estaba a su lado depositara la mano de su hija en la mía. Cuando sentí su calida piel tocando la mía me sentí al fin completo.

En todo lo que duró la ceremonia no pude apartar mis ojos de ella y los suyos brillaban con tal intensidad que podían reflejar mi cara de felicidad. El Sr. Weber que oficiaba la ceremonia nos hizo decir nuestros votos, cuando Bella dijo su parte pensé que mi corazón por algún milagro del destino podía ser capaz de volver a latir raudamente,

_Yo Isabella Swan… te tomo a ti Edward Cullen… como mi legítimo esposo… para amarte y respetarte… cuidarte y serte fiel… tanto en la riqueza como en la pobreza…en las alegrías y en las penas… en la salud como en la enfermedad… tanto tiempo como vivamos._

La miré con devoción… como si con esas palabras hubiésemos sellado un amor eterno, sonreí triunfal ante la perspectiva de ser eterno junto a ella. Cuando me tocó decir mi parte me perdí en las profundidades de sus ojos y me percaté que estaban derramando lágrimas… eran lágrimas de felicidad como las que yo habría llorado si hubiese podido.

Cuando dijo “Si quiero”, lo hizo con un suave susurro acallado por su voz quebrada y mirando profundamente a mis ojos, cuando me tocó decir “Si quiero” enfaticé las palabras que me parecieron las más hermosas de cualquier lengua que pudiera conocer.

Cuando el Sr. Weber nos declaró marido y mujer no pude contenerme más, tomé su delicado rostro entre mis manos y me acerqué a ella lentamente tratando de plasmar en mi memoria su hermosa cara enmarcada por el delicado velo, acerqué nuestras bocas y nos fundimos en un beso dulce y profundo a la vez… besé por primera vez a mi esposa, lentamente y con adoración… ella pasó sus brazos alrededor de mi cuello y la arrimé más a mi cuerpo, no había vergüenza ni miedo ni nada que pudiera romper este momento… éramos solo ella y yo, solo nuestro amor. Sentí cómo la audiencia, que hasta ahora había sido inexistente para mí, aclaraba sus gargantas, tuve que romper el beso y reímos sobre nuestros labios. Separé lentamente su cara de la mía y nos miramos… sus ojos destellaban de felicidad, no pude más que sonreír satisfecho… por fin la hacía feliz.

Los invitados rompieron en aplausos y me vi obligado a separarme de su mirada para ponernos de frente a ellos, era conciente que una sonrisa boba se había instalado en mi cara… era feliz al fin. Mi padre me abrazó con fuerza y murmuró algunas palabras de dicha y felicidad… pero yo seguía al pendiente de ella, mi mano se aferraba a la de ella como un naufrago a su madero.

_Te felicito hermano… trata de no romperle los huesos mañana_ me dijo Emmett en un abrazo, yo no pude mas que bufar… ni su sentido del humor iban a distraerme de mi felicidad. Avanzamos entre la gente siempre aferrados de la mano, no iba a soltarla… ni esta noche ni nunca.

Alice nos abrazó dando saltitos de felicidad y besando nuestras mejillas una y otra vez… Jassper tuvo que intervenir tomándola de la cintura para soltarla de nosotros y fue su turno de abrazarnos, “Cuídala hermano… sé que para ti las palabras sobran… pero sé feliz.” Las palabras de mi hermano eran profundas y lo ví rebosar de felicidad por la dimensión de emociones que emitíamos.

Sostuve a Bella mientras nos dirigíamos hacia el gran ventanal que daba hacia el patio trasero, donde se oficiaría la fiesta… cruzamos el silencioso patio que Alice adornado tan detalladamente con flores blancas por todo el lugar, mientras caminábamos por el césped podíamos ver el hermoso crepúsculo que enmarcaba el lugar como una hermosa pintura… solo que lo más hermoso allí era mi esposa.

_¿Nervioso?..._ me preguntó mi Bella mientras llegábamos a la gran tienda donde estaba la pista de baile y las mesas, yo la miré sonriendo de lado apretando aún más su mano,

_¿tendría que estarlo?... me acabo de condenar para siempre a estar junto a la mujer más hermosa de este planeta… no, nervioso no._ dije besándola en la mano mientras esperábamos a los invitados bajo el suave brillos de las luces del improvisado salón.

Recibimos a nuestros amigos que nos daban sus felicitaciones invitándolos a pasar hacia el salón, Seth se presentó ante nosotros claramente contento por nuestra unión… no pude evitar sentirme mal por la perdida que había sufrido la manada, pero si las cosas salían como yo esperaba… pronto habría noticias del miembro faltante para serenar las cosas. Me puse contento ante la presencia de quien, no hacía mucho, había sido mi compañero de batalla… tras él venían el resto de nuestros amigos de La Push, a decir verdad aliados para ser más exactos… la madre de Seth y Billy Black, el padre de Jacob. Seth y yo nos fundimos en un abrazo fraternal, realmente lo sentía mi amigo… sus pensamientos eran puros y genuinos y no tenía nada que ocultar,

_Me alegro de que te haya salido las cosas tan bien, hombre_ me dijo Seth _Me siento feliz por ti._

_Gracias Seth. Eso significa mucho para mí_ no podía creer realmente cómo habían avanzado las cosas con los Quiloutes, luego del enfrentamiento que tuvimos con los neófitos y con Victoria nuestra alianza fue aún más fuerte y por su puesto ellos sabían que tarde o temprano se rompería el tratado, yo debía transformar a Bella… y eso significaba morder a alguien, algo que dentro del tratado no estaba permitido… sin embrago hoy mismo habíamos instalado una tregua, era nuestra boda y debíamos dejar las enemistades atrás. Volteé hacia los demás miembros de la tribu y les agradecí a Billy Black y Sue por haber dejado venir a Seth y por apoyar a Bella en este día tan importante,

_De nada…_ me contestó el padre de Jacob, con voz profunda y grave, pero pude notar una nota de optimismo en su voz y me sorprendió la palabra que vi en su mente una vez que nuestras miradas se encontraron “Gracias”, yo asentí levemente ante la idea de qué era lo que le hacía agradecerme… esa buena noticia que esperaba había aparecido.

Los miembros de la tribu avanzaron y recibimos a nuestros amigos del instituto, Ángela y Ben nos saludaron amablemente y nos dieron palabras amables y afectuosas, “…que tiernos se ven los dos, y tan enamorados…” los pensamientos de Ángela se reflejaban en sus ojos y su corazón era puro como sus pensamientos. No pude dejar pasar los pensamientos de Ben, “… algún día… nosotros seremos los novios…” pensaba mirando a Ángela, no pude más que sonreír. Detrás de ellos venían tomados de la mano Jessica y Mick, estos dos no me agradaban para nada… pero después de todo eran amigos de mi Bella,

“wow… si que le queda bien este vestido, quién lo creería!...” pensaba Jessica mientras miraba de arriba abajo a mi esposa con una sonrisa falsa en los labios, quién pensaría que la envidia de Jessica fuera aún tan evidente,

“hermosa… cómo me gustaría estar en el lugar de este Cullen…” me percaté que pensaba Newton, no pude evitar dejar escapar un imperceptible gruñido… era el día de nuestra boda y todavía dejaba entrever su interés por mi esposa, sinvergüenza… mal nacido…

“si que te ves guapo Edward…” reconocí esa voz mental, me adelanté para recibir al Clan de los Denali, nuestra familia… Tanya venía adelante seguida por Irina, Kate, Carmen y Eleazar, me percaté que Bella se había tensionado a mi lado al verla, abracé cordialmente a Tanya dándole la bienvenida. Ellos habían sido mi familia en años y su presencia era importante para nosotros, eran nuestros primos y amigos más que nada.

_Ah, Edward… te he echado de menos_ me dijo aún reteniéndome. “… por fin llegó tu día… lamento no haber sido suficiente para estar en su lugar…” pensó luego, jamás tuvo la delicadeza de ocultarme sus pensamientos… Yo reí ante su comentario mental y traté de zafarme de su abrazo conciente de que Bella miraba y conciente también de lo insegura que se estaría sintiendo, no quería darle una mala impresión.

_Cuánto tiempo ha pasado Tanya, tienes un aspecto magnífico._ le dije dando un paso hacia atrás. “… no lo suficiente para ti…” me replicó en su mente.

_Tú también._ me contestó

_Déjame que te presente a mi mujer_ dije rebosando orgullo ante proclamar a Bella como mía, los Denali rieron ante mis palabras, _Tanya, esta es mi Bella._ no había nada que me satisficiera más que presentar ante el resto de mi familia a mi esposa, y no había nada que me gustara más que todos supieran de mi amor por ella y que ella era la única dueña de mi corazón.

Tanya se acercó a Bella especulando en su mente sobre ella y alzó la mano para tomar la suya,

_Bienvenida a la familia, Bella _ dijo sonriente _nos consideramos también parte de la familia de Carlisle y siento mucho el… reciente incidente, cuando no nos comportamos como tales. Deberíamos habernos conocido antes, ¿podrás perdonarnos?_ me sorprendió escuchar a Tanya tan sincera y arrepentida ante los acontecimientos pasados,

_Claro que si._ dijo Bella sin aliento, estaba sin duda tan sorprendida como yo.

Tanya bromeó luego con sus hermanas a cerca de igualar a los Cullen y Kate fue la próxima en estrechar la mano a Bella dándole la bienvenida a la familia,

“Edward… es muy hermosa para ser humana, te felicito” yo asentí ante su pensamiento, no necesitaba que me lo dijeran. Carmen y Eleazar se presentaron y dieron su bienvenida a la familia a mi esposa y los invitados siguieron saludándonos. La pista de baile improvisada por Alice estaba rebosante de gente, algunos conversando y otros bailando… los humanos que habían miraban con desconfianza y admiración a los de Denali y por supuesto no pasaba desapercibidos los Cullen, de seguro la boda iba a ser el tema para hablar de aquí a un largo tiempo.

Bella y yo cortamos el pastel con nuestras manos entrelazadas en el mango del cuchillo ante un torbellino de flashes y aplausos y desgraciadamente tuve que comer si no es por decir tragar, un trozo de pastel ante la mirada incrédula de mi Bella, no iba a ser bien visto que el novio no comiera de su propio pastel. Las risotadas de Emmett se escuchaban por el salón y se callaron cuando Rosalie lo obligó a tragarse su trozo de un solo bocado, fue nuestro turno de reír ante la cara de asco de mi hermano.

A Bella le tocó lanzar el ramo que le tocó tomarlo a la afortunada Ángela, deseé de todo corazón que en verdad fuera feliz. Más tarde me tocó, siguiendo la tradición, sacarle la liga a Bella con mis dientes… por su puesto fui muy cuidadoso tratando de ignorar el exquisito aroma de Bella debajo del vestido, aunque ella había echo trampa deslizando la liga casi hasta su tobillo… no se dejaron esperar las risotadas de Emmett y Jassper ante el rubor de mi esposa, tomé la liga y se la tiré en la cara al fastidioso de Newton que había comenzado a fantasear con ser él quien quitara la liga.

Fue el momento del baile, tomé a mi Bella de la cintura y la llevé al centro de la pista, ella parecía insegura pero al tomarla entre mis brazos comenzó a sentirse confiada y se dejó llevar por mí, que la movía suavemente al ritmo de la música. Todo parecía de ensueño, mirándonos a los ojos bajo el brillo de un dosel de luces y los flashes de las cámaras,

_ ¿Está usted disfrutando de la fiesta, señora Cullen?_ le susurré al oído a mi bella esposa, ella rió diciendo que le iba a costar un poco acostumbrarse que la llamaran así… a lo cual le respondí que teníamos tiempo suficiente. Me incliné hacia ella y la besé profundamente, era nuestro momento y pronto, después de esa noche… la tendría por fin para mi, ahora la tenía que compartir. Sacándonos de nuestra burbuja llegó Charlie dándome unos golpecitos en el hombro y reclamando a su hija para un baile, la dejé a regañadientes aprovechando la oportunidad de ir en busca de mi madre y bailar con ella.

_Estoy feliz Edward… _ me dijo Esme mientras girábamos alrededor de la pista, _al fin llegó el día en que te veo realmente feliz… estoy muy orgullosa de ti_

Al fin hacía feliz a mi madre, ella fue la que siempre me había visto vagar de un lado a otro en soledad, mientras los demás compartían con sus parejas la felicidad de tenerse uno al otro y yo me escondía entre las sombras para admirarlos… ella era la que siempre esperaba por mí en mis años de rebeldía y la que me daba siempre sus buenos consejos de madre.

_Si lo estoy madre… Bella es mi felicidad, ella siempre lo será, _ le dije mirando a mi esposa bailar con su padre.

Seguimos bailando con diferentes invitados, pero mi mente estaba anhelante de volver a los brazos de mi ángel, era ella con quien realmente quería estar. Después de unos cuantos temas y de bailar con Alice, Rosalie y con Carmen, vi a mi Bella que bailaba con Emmett, esperando a un costado vi a Newton mirar mi esposa sin ningún reparo, “… que este grandote se valla y sigo yo… que ganas de tomarla de esa cintura…” pensaba su tan ingenua mente, si… como si yo lo fuera a permitir. Me movía hasta la pista dispuesto a buscar a mi Bella y tomarla otra vez para seguir bailando con ella. Con el permiso de Emmett la tomé de la cintura y la alejé sutilmente de un incrédulo Newton que nos miraba furioso a un costado, aún así Bella se percató de ello,

_Todavía no te cae bien Mike, ¿he?_ me dijo mi esposa mientras seguíamos dando vueltas por la pista, yo le contesté que no cunado tenía que soportar escuchar sus pensamientos, por supuesto Bella no creía que fuera para tanto… oh Dios, ¿Cuándo se verá como realmente es?.... ¿a caso nunca aceptará lo hermosa que es?. Le pregunté si alguna vez pensaba verse a sí misma como lo que es… me dijo que no,

_Entonces supongo que no te das cuenta totalmente, de lo angustiosamente hermosa que estas esta noche. No estoy sorprendido por la dificultad que tiene Mike con los pensamientos impropios acerca de una mujer casada. Estoy decepcionado que Alice no te forzó a mirarte al espejo_ ¿a caso Alice con lo meticulosa que es no la hizo admirar su belleza?... me dijo que era parcial, ja!... no solamente yo, porque la amaba, iba a tener esa opinión de ella, cualquier persona cuerda y sensata iba a pensar que ella es una mujer hermosa que podría romper cualquier corazón. Exasperado por su inseguridad la hice girar sobre ella poniéndola de frente a la gran pared de vidrio de la casa,

_¿Soy parcial entonces?_ quería que lo viera por ella misma. Su hermoso reflejo brillaba con un suave blanco nacarado sobre el cristal… ella era gloriosa, tan hermosa como una blanca rosa en medio de la maleza, incrédula miró su reflejo en el cristal y recorrió con su mirada cada detalle de ella misma, como si no creyera que era ella misma…. Oh…

Un familiar pero repugnante efluvio llenó mis sentidos, acompañado con un pensamiento, “…aquí estoy chupasangre…”, instintivamente me alarmé ante su presencia pero… después de todo lo esperaba, me puso contento que dejara las enemistades atrás y pensara en Bella. Seguí la dirección de la peste y pude verlo entre los árboles en la oscuridad. Sabía lo mucho que significaba para Bella la presencia de su mejor amigo… sabía que su ausencia la había golpeado dolorosamente aún si ella no lo admitía. Este sería para ella mi regalo de bodas… haría lo que fuera por ella y esta era una de las muchas cosas con las que le demostraba mi amor… su mejor amigo Jacob y el hombre que pretendía quitarme el amor de mi existencia había venido a la boda.