Capitulo 7: Abrupto incidente

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Amigas! nuestro dulce sábado, estoy segura que hoy se sorprenderán... mi mano tienen vida propia al escribir este fic ja ja. Bueno, gracias a todas ustedes por estar siempre, se que están aunque no dejen sus comentarios, lo sé... lo pedí una vez, dos veces, pero ya tres?, no... ustedes verán si los merezco o no, no quiero ser pesada y presionarlas a dejar sus palabras si así no lo sienten. Gracias de todos modos, besotes y disfruten!

Abrupto incidente

_¿Estas seguro que quieres que valla yo?_ dijo mi padre mientras le preparaba el desayuno a mi princesa,

_Si…_ dije contando los terrones de azúcar que debía poner a su leche _si voy yo sospecharán, yo… a decir verdad… no parezco su padre_ tomé la pequeña cuchara y mezclé agregándole los cereales.

_Pero tú la conoces mejor que nadie ¿cómo hago para responder las preguntas que me realicen a cerca de ella?_ murmuró ofuscado,

_mmm… lleva a mamá, ella la conoce tanto como yo_ ordené todo sobre la bandeja y caminé hacia las escaleras,

_La estas malcriando llevándole el desayuno a la cama_ murmuró mi padre desde el final de la escalera, yo reí ante su observación

_Entonces es una malcriada desde el primer día que la tuve conmigo_

Subí las escaleras negando con la cabeza y con una sonrisa en los labios, si supieran cuan malcriada sería si vieran todo lo que hago por ella… me tiraría desde un edificio de veinte pisos solo si ella me lo pidiese, aunque obviamente lo más probable sería que sobreviviría.

Llegué con mi bandeja en las manos a la habitación de mi niña y suavemente abrí la puerta para verla sumida en sus sueños, me acerqué dejando la bandeja en la mesa de noche y me senté a su lado en la cama,

_Bella_ la llamé suavemente mientras apartaba con mis dedos un mechón de cabello que le tapaba los ojos _pequeña, debes ir al Instituto_ ella se removió entre sus sábanas y se estiró, abrió uno de los ojos para verme y sonreír,

_Papi… irás conmigo, ¿verdad?_ dijo cerrando sus ojitos una vez más. Lo pensé de nuevo y supe que mi propia voluntad era débil cuando se trataba de ella, no podía dejarla a solas en su primer día de clases en una ciudad nueva, aunque fuera con mis padres no iba a ser lo mismo para ella y tampoco para mí.

_Si mi niña… iré contigo_ dije dándole ánimos, ella volvió a abrir los ojos y tomando la bandeja con su desayuno se la puse a su lado, ella me miró extrañada… pocas veces le llevaba el desayuno a la cama, muchas de esas veces se trataban de ocasiones especiales y esta lo era de alguna manera. Quería de todas maneras posibles ahuyentar sus nervios y su ansiedad para su primer día de clases en esa escuela nueva.

Más tarde, ya cuando Bella se había engullido su desayuno, llegó mi hermana con intenciones de prepararla para el Instituto así que las dejé solas, no porque quería irme, sino porque Alice me sacó amenazándome con decorar a su gusto mi piano, me hizo ver en su mente flores pintadas sobre la fina caoba y las teclas del piano de todos colores. No tuve remedio de dejar en sus manos a mi pequeña princesa…

Esperábamos mis padres y yo en el porche de entrada de la casa Cullen, estaba impaciente, solo en quince minutos más mi bella tendría su primera clase ¿qué tanto hacía Alice allí arriba?... me comencé a preocupar cuando quise leer su mente o ver a Bella a través de ella pero tenía bloqueados sus pensamientos para mi, maldita Alice… a penas llegábamos a Forks y ya la tenía raptada.

Sentí pasos en la escalera y volteé para recibir a mi niña. No había sido mala idea definitivamente haberla dejado al cuidado de Alice… su carita avergonzada me lo decía a gritos y la pequeña sonrisa cohibida al avanzar hacia mí me anunciaba el por qué. Ella estaba hermosa, ¿cómo había hecho Alice para hacer que una pequeña niña de tan solo doce años luciera como si fuera una mujer en todas sus letras?.

Bella lucía una falda tableada por encima de las rodillas con unas finas medias blancas que cubrían sus piernas y unos zapatos negros de charol, por encima un suéter gris ajustado con rombos morados, estaba hermosa con su cabello en una coleta y su rostro despejado… aunque yo lo prefería suelto para tomar su aroma y sentir su suavidad entre mis dedos. Debía admitir que mi hermana había hecho un buen trabajo… solo estaba sacando la jovencita que Bella llevaba dentro, había muy poco de niña en mi dulce Bella y eso me asustaba.

“Cierra la boca Edward… te entrarán moscas”

Los pensamientos de mi querida Alice me sacó de la ensoñación, cuando me di cuenta que estaba mirando de más mi niña ya tenía las mejillas arreboladas, tragué en seco y me dirigí al Volvo rápidamente.

_Vamos, no debemos perder más tiempo…_ dije entrando al auto, me di cuenta que mi padre le abría la puerta del Volvo a mi madre y yo como estúpido ya sentado… salí nuevamente y fui a abrirles la puerta trasera a mi… niña y a su tía maquiavélica.

“Wouu, si te pones así por una falda… será divertido cuando Bella tenga 17 años” pensó,

_Será un infierno_ susurré de manera que solo ella me oyese, aunque mi padre y madre voltearon a verme, solo les levanté los hombros mientras se escuchaba la risa cantarina de mi hermana que ya estaba subida a un lado de Bella.

Llegamos justo cuando la campana estaba sonando, le lancé una mirada de reproche a mi hermana a través del espejo retrovisor y ella frunció los hombros con una sonrisa bailando en su cara. Aparqué y salimos del auto, en seguida Bella tomo mi mano para comenzar a caminar, la tomé… pero pronto se la tendría que entregar a mi padre para que él interpretara mi papel delante de la directora. Ya en el lugar el corazoncito de mi niña bombeaba sangre más frenéticamente y su manita estaba empapada en sudor, nos detuvimos frente a la puerta de la dirección y salió una mujer de mediana edad para recibirnos,

_Somos la familia Cullen_ murmuró mi padre _mi niña esta inscripta en este Instituto_

_Oh… claro, la estábamos esperando_ murmuró la mujer revisando unos papeles en el escritorio _Isabella Mesen Cullen, ¿verdad?_

_Si_ murmuró mi padre _ teníamos mi esposa y yo una entrevista con la directora_ la mujer volvió a mirar los papeles y asintió sonriente,

“Valla que son jóvenes…” pensó

_Espere un minuto aquí, los anunciaré y le diré a la profesora de Isabella que venga a buscarla, ya están en clases_

Nos quedamos allí esperando hasta que vimos una mujer joven venir por el corredor, parecía ser la profesora de Bella, ella se aferró aún más a mi mano y me incliné hasta su oído para infundirle ánimos,

_Yo estaré cerca mi niña… no temas._ sus ojitos escrutaron los míos y vieron la verdad en ellos, pronto sonrió y se puso de puntillas para plantarme un beso en la mejilla

_Te quiero papi_ susurró con la inocencia en sus ojos, la miré por un minuto hasta que la voz de la mujer me sacó de los grandes pozos marrones de mi hija,

_Bienvenida Isabella!_ murmuró la mujer de cabello rojizo a mi niña, ella se acurrucó a mi lado. Lo primero que hice al percatarme de la mujer fue fisgar en sus pensamientos… tenía que saber que clase de mujer se iba a relacionar con mi niña y si era de fiar

“Oh pobrecita, si está asustada…” pensó la mujer mientras se inclinaba frente a mi Bella reacia

_Ven…_ dijo ofreciendo sonriente su mano a mi niña _soy tu nueva maestra, mi nombre es Victoria… vamos a la clase ¿sí?, hoy será divertido_ murmuró despacio, mi Bella me miró y Esme intervino apropiadamente,

_Ve cariño, tu papi y yo estaremos esperándote cuando tu clase termine ¿si?_ se aproximó a mi niña y esta la abrazó, por supuesto que la maestra suponía que su “papi” era Carlisle, era mejor que lo creyera así,

“No parecen hermanos, pero por Dios si que es lindo…” cuando alcé la mirada de mi niña me di cuenta que la maestra me miraba fijamente con unos enormes ojos azules, me sonrió y se ruborizó ligeramente dándole un poco de color a su pálida piel, entonces desvió la mirada,

_V-ven Isabella_ dijo ofreciéndole su mano una vez más, mi niña la tomó y me miró una vez más, yo me incliné y le besé la frente,

_Ve pequeña, te esperaré afuera hasta que salgas_ susurré en su oído así otros oídos indiscretos no escucharan, alcé la cabeza y me dirigí a la maestra,

_Le gusta que la llamen Bella_ ella asintió y sonrió nerviosa, me iba a tocar lidiar con la mente de la maestra de mi niña y con sus insinuaciones, ya las esperaba… como cada vez que Bella tenía una nueva maestra… aunque claro esta creía que yo era su hermano y por supuesto, como todas las demás, no obtendría nada de mí.

Minutos más tarde, luego de que Bella se fuera a clases, la Directora llamó a mis padres para la famosa entrevista invitándolos a pasar a su despacho mientras yo me quedaba sentado junto a Alice en uno de los bancos del corredor. Ella al igual que su secretaria se había sorprendido de lo jóvenes que parecían mis padres como para tener a Bella, si pensaba eso de ellos qué hubiera pensado de mí que aparentaba ser más joven.

_¿Cómo es su hija para relacionarse con otras personas?_ murmuró directamente mirando a Esme, ella pidió ayuda en sus pensamientos pero respondió casi al instante gracias a mis susurros que podía escuchar sin problemas desde donde estaba.

_Oh… ella es tímida al principio_ repetía ella mientras yo susurraba _pero luego gracias a su gran capacidad de observación puede adaptarse a las personas que encuentra dignas de confianza_ mi padre la miró de soslayo intuyendo que ella repetía las palabras que yo le decía, sabiendo que ella nunca se expresaba de esa manera, mi madre era de palabras simples.

La directora, que parecía ser una mujer seria y dedicada a su trabajo, según sus pensamientos, hizo anotaciones en una ficha del legajo de Bella y siguió con las habituales preguntas mientras mis padre respondían según lo que yo les susurraba, después de todo agradecía mi aptitudes vampricas, en situaciones como estas agradecía ser un vampiro.

Caminamos con mis padres al Volvo y le di las llaves a mi padre,

_Vayan… yo me quedaré por aquí_ dije mientras me ponía las manos en los bolsillos, mi padre me miró extrañado…

_¿Siempre te comportas así con ella?_ dijo escrutándome con la mirada,

“¿Eres así de sobreprotector siempre?” pensó,

_Si, soy sobreprotector y no tiene nada de malo_ renegué _tú también lo serías si tu hija fuera una humana_ él me miró sonriendo y negando con la cabeza,

_Eres increíble Edward, jamás pensé que esta niña te hubiese llegado tanto_ dijo con sinceridad _primero cuando la llevaste contigo no pensé que soportaras mas de unos días viviendo con una bebé de solo días y luego mira… eres todo un padre, creo que hasta llego a intimidarme contigo_ rió, solo sonreí… si acaso era un buen padre lo había aprendido de él.

_Solo… soy así cuando se expone a algo nuevo_ dije avergonzado si es que un vampiro de casi cien años podía hacerlo _no me gusta que se sienta asustada o sola_

_Tú sabes que ella debe aprender a desprenderse de tu cuidado, es decir, no está mal que la cuides, pero si está mal cuando ese cuidado se convierte en sobreprotección… ella se sentirá sofocada y más en la edad que está_

_Bueno… de eso quería hablarles_ dije dudando _Yo… quiero contarle todo a Bella, ella… ella está muy curiosa sobre mis hábitos, mi apariencia y su nacimiento, ella pregunta por su madre_ miré a mi familia y ellos me devolvían miradas que iban desde aturdimiento hasta sorpresa, pasando por entendimiento y finalmente comprensión.

_Edward…_ dijo Alice al momento que llegaban a mi mente distintas imágenes de lo que podía pasarle a Bella cuando supiera la verdad, la más terrible era su temor a su familia, su alejamiento de mí, su enojo y su incomprensión…

No…

No podía permitirlo

_Deberías esperar al menos un año más, con nosotros las cosas serán más fáciles y si a caso pregunta y tiene curiosidad sabremos qué decirle, aunque tal vez…_ dijo mi hermana sin concluir la oración,

_¿Tal vez qué?_ dije ofuscado, su mente esta vez no me decía nada, ella me miró y lo supe _tú sabes lo observadora que es y tal vez ella… saque sus propias conclusiones. Edward… deja el tiempo correr, ella se dará cuenta, estoy segura… Bella es demasiado inteligente_ ella siempre poniendo las cosas tan fáciles, pero pensándolo bien… esperar un año más para contarle era lo único que sabía que podía soportar, si ella sabía abruptamente de nosotros y reaccionaba de la manera en que Alice vio, yo no iba a poder soportarlo, el rechazo de mi hija significaba la muerte para mí. En cambio si Bella ataba cabos sueltos, sacaba sus propias conclusiones ella lo sabría por sí misma, no sabía si era la mejor idea, pero era la única que me gustaba.

_Bien, entonces… esperaré_ murmuré resignado, mi padre asintió con la cabeza y suspiró aliviado, ellos también temían perderla,

_Bueno pues, quédate y cuida a mi nieta_ dijo luego, él se acercó y me dio un abrazo… mi madre me miraba como si fuera capaz de llorar, pero fueron sus pensamientos siempre tan acertados y a veces hasta incómodos los que me aturdieron,

“Mi hijo no es un padre sobreprotector… es un hombre enamorado” luego de eso me abrazó y me besó en la mejilla sin darme tiempo a reaccionar,

_Nos vemos hermanito…_ dijo Alice dando saltitos hacia el volvo _cuida a mi sobrinita, ya debe estar haciendo amiguitos nuevos!... oh! que tierno…_ canturreó la maldita.

Caminé hacia el bosquecillo cercano al instituto luego que mi padre salió a toda velocidad de estacionamiento. No necesitaba estar tan cerca de ella, como las otras ocasiones que lo había hecho, solo lo suficiente como para captar los pensamientos de los demás… tal vez de la maestra o de los niños. Me encaramé en un árbol a unos cuantos metros de altura, lejos del Instituto y me concentré en meterme dentro de la cabeza de los pequeños y de las personas que se encontraban en clases, buscaba algo específico… una visión de mi niña.

La encontré…

“¿De dónde habrá venido?... ”… mi niña escribía sobre su cuaderno y alguien la miraba a su lado,

“Es muy bonita… apuesto que tiene la piel super suave” quien la tenía en su campo de visión no le sacaba la mirada de encima y comenzaba a ofuscarme sus pensamientos,

“Cuando le cuente a Embry no me lo creerá… le diré que conocí un ángel” mi niña se removió en el asiento incomoda, miró por el rabillo del ojo a quien estaba a su lado, asumí que era un compañero de banco y se ruborizó, el niño no tuvo ni la gentileza de separar su mirada de ella. Siseé inconscientemente, no me agradaba para nada que mi niña se sintiera incomoda, tendría que hablar con la maestra para que la cambiara de banco,

“Oh dios! Es aún más hermosa cuando se ruboriza” definitivamente ese niño no me agradaba,

_Jacob mira al frente por favor_ dijo la voz de la maestra, el niño que estaba mirando a mi niña cambió de posición en su asiento y miró a la pizarra,

_Oh… disculpe profesora_ dijo el mismo, si ese era Jacob ya se tenía muy fácilmente mi enemistad ganada… aunque fuera un niño.

Diario de Bella a la edad de 12 años:

Querido diario:

Todo es muy extraño hoy… primero la loca de mi tía, loca pero linda, me tortura con su “sesión embelleciendo a Bella”…

¿Por qué me tocó tener una tía así?... adicta a la moda! Me obligó a ponerme una falda con medias, que estaban lindas, pero que en mi vida me lo hubiese puesto de no haber sido porque ella me había obligado. Para colmo esa clase de ropa me hacía sonrojar con solo ponérmela, ¿qué no entendía mi tía de la parte “soy solo una niña de 12 años”?

_Tienes la edad suficiente Bells_ me decía mientras me ponía frente al espejo _tu cuerpo ha comenzado a cambiar y pronto serás toda una mujercita_

Peinó mi cabello de una manera que nunca había hecho y de veras me quedó bien, una simple coleta puede, a demás de despejar el rostro, resaltar mi belleza… según tía Alice,

_Te ves hermosa, tu papá quedará pasmado cuando te vea_ decía en vos baja algo pensativa para luego estallar en risitas tontas, mi tía era todo un caso.

Luego me hizo algo peor, me obligó a bajar a encontrarme con el resto de mi familia para que vean mi “nuevo estilo” y ¿sabes que fue lo más vergonzoso?... cuando bajé las escaleras allí, me encontré con que en el porche de la casa estaba mis abuelos y mi papi, nunca lo había visto con esa expresión en su rostro… estaba como embelezado y con la boca semiabierta mirándome, me dio vergüenza y bajé la mirada, mis zapatos eran lindos se veían interesantes, entonces mi papi decidió que era irse al Instituto.

No estaba mal, la verdad preferiría el de Cambridge pero… aquí los niños eran más osados y espontáneos, no andaban todo el tiempo comportándose como unos perfectos y remilgados señoritos ingleses, me gustaba Forks.

Mi papi me dejó en el Instituto, bah… en realidad lo hicieron entre mis abuelos y él… me sentía cohibida ante una nueva clase, una nueva maestra y compañeros que seguramente me encontrarían como un bicho raro y me tratarían como tal. Pero mi papi me dio la fuerza necesaria para comenzar con mi primera clase diciéndome que el andaría cerca y… no sé por qué pero le creí, para él parecía no haber imposibles.

Luego me fue a buscar una maestra, si es que lo era… más parecía una modelo, su cabello rojizo y lleno de bucles la hacía parecer irreal, era bonita y era otra de esas que miraban anonadadas a mi papá, por suerte él ni se percató del coqueteo de esta, solo me miraba a mí.

Toma esa maestra….

En el salón me hizo sentar al frente a toda la clase, adelante junto a su escritorio y me tocó compartir con un niño algo extraño… me miraba todo el tiempo. O sea, no tengo problemas con que me miren, pero así tan fijamente como él lo hacía me ponía incomoda. Él era un niño bonito, sus rasgados ojos negros y su gran sonrisa cada vez que lo miraba se me hacían bonitas, parecía amigable y a pesar de incomodarme esa mirada profunda me… gustaba. Qué raro…

Como sea… después de clases a la hora del almuerzo el niño me habló,

_Hey! Niña nueva!_ dijo mientras yo escogía mi almuerzo, lo miré y traía una bandeja para escoger el suyo a mi lado _Hola, soy Jacob… ¿de dónde vienes?_

Me mordí el labio pensando en responder, el niño parecía simpático, a demás era mi compañero de banco ¿qué podría pasar?....

_Hola, mmm… soy Bella_ dije escondiendo mi rostro de él, no podía dejar de sonrojarme, tomé mi bandeja y cuando estaba por seguir mi camino, él sostuvo mi bandeja con una mano y la suya con la otra,

_Déjame ayudarte Bella_ dijo comenzando a caminar, no pude hacer otra cosa más que seguirlo. Él inspeccionó todo el comedor y se sentó en una mesa algo alejada de las demás,

_Y… ¿de dónde vienes?_ preguntó sonriente, por dios… ¿qué este niño no se podía sacar la sonrisa de la cara?

_Con mi papi viajamos mucho_ dije tomando mi leche _ahora venimos desde Inglaterra, aquí tengo a mis abuelos_ me limpié la boca con la servilleta y lo miré,

_Qué bien!... yo vivo con mis padres_ dijo mordiendo un gran trozo de su sándwich _te vas a divedtid en Fodks_ dijo como pudo mientras masticaba, ugg… me dediqué a mi almuerzo mirando para otro lado. Supongo que los niños son así ¿verdad?, no se fijan de quién tienen a lado cuando hacen el ridículo.

Cuando terminé mi almuerzo volví a clases sin ese niño siguiéndome detrás… por suerte, tuve clases de matemáticas, las cuales odio, y clases de literatura, las que amé, tuvimos que leer un libro que yo ya había leído, uno que mi papi me regaló antes de venir a forks… El mago de Oz, así que como yo ya lo había leído no fue tan difícil la tarea. Luego al fin sonó el timbre de salida, recogí mis cosas y salí hacia el patio buscando el auto de mi papi, seguramente me esperaba o algo… pero no lo vi. Era raro, mi papi nunca se tardaba en venir a buscarme, siempre lo encontraba a penas cruzaba la puerta del patio pero hoy no fue ese el caso.

Salí hasta la salida de autos buscando el auto plateado de mi papi, tal vez estaría aparcado en en la calle pero tampoco lo encontré, mucho menos entre los automóviles que iban de salida y los que iban entrando, suspiré frustrada, tendría que quedarme a esperar o sino entrar al Instituto y pedirle a mi maestra que llamara a mi casa, claro que antes de hacer eso… mejor esperaba, no quería que mi maestra aprovechara mi desamparo para dar con mi papá, y menos que obtuviera su número de teléfono.

Di media vuelta sobre mis talones sosteniendo con una mano mi bolso y con la otra mi cuaderno de notas cuando escuché un sonido sobre el asfalto, era como una frenada o algo así, pero al mismo momento que levanté la cabeza para saber de dónde venía el sonido vi una furgoneta justo delante de mí, que se acercaba a toda velocidad amenazando con atropellarme. Me quedé quietecita mirando anonadada la furgoneta acercarse, no lo sé… solo fueron unos segundos pero sentí claramente que antes de que diera contra mí cerré bien fuerte los ojos esperando el impacto, pero nunca llegó… al segundo siguiente unos brazos fuertes me sostenían murmurando cosas a mi oído como: “lo siento mi niña”, “me atrasé”, “perdóname por favor…” , al abrir los ojos lo tenía frente a mí acunándome en sus fuertes brazos, mi papi… con sus ojos topacio llenos de miedo, abrí con sorpresa mis ojos y miré a mi alrededor, estábamos lejos del Instituto… entre los árboles del bosque cercano y sobre las piernas de mi papá que estaba sentado de espaldas al tronco de un árbol. Miré entre los árboles y solo pude ver cómo allí cerca del Instituto estaba la misma furgoneta parada en el medio de la calle con la puerta abierta y un hombre parado a su lado buscando bajo el vehículo, y gritando como desquiciado,

_¡Lo sé! ¡La vi y frené! Pero era demasiado tarde!... ¿cómo pudo desaparecer así como así?_ gritaba el hombre jalándose el cabello de la cabeza, un montón de gente estaba a su alrededor mirando también bajo la furgoneta. Miré a mi papi que miraba la escena como yo y luego bajó la mirada enfocando sus ojos en mí, parecía más tranquilo,

_Lo siento mi pequeña, yo… había ido a buscar un helado para ti… pero solo me retrasé un minuto, no sé… cómo pudo haber pasado…_ dijo avergonzado… ¿avergonzado?, es decir ¿mi papi avergonzado?... ¿por qué?

Lo abracé fuerte sentándome en su regazo y comencé a llorar, como un tonta… como una tonta niñita estúpida, sabiendo lo había estado por pasarme, sabiendo que él me había salvado, pero… ¿Cómo?... De repente estaba cerrando los ojos para… morir, y al otro segundo me tenía en sus brazos lejos del Instituto, entre los árboles del bosque.

Sentí su mano en mi espalda acariciándome en un intento por calmarme, sentí uno de sus besos en mi frente y su pecho temblar como si también estuviera llorando, pero al alzar la mirada vidriosa por mis lágrimas él solo me miraba con sus ojos secos, llenos de tristeza pero secos. Entonces sonó su celular, él sin dejar de mirarme lo tomó y lo puso sobre su oído,

_Si Alice, está bien... yo llegué a tiempo_ mi tía gritaba algo del otro lado aunque no pude distinguir nada de lo que decía, sabía que lo estaba gritando,

_Lo sé Alice, por favor no me des detalles de lo que viste… ella ya está a salvo conmigo ahora, ya vamos para casa_ luego de eso cortó y se incorporó conmigo aún en sus brazos, estaba asustada pero mi papi era mi salvación, con él todo iba a estar bien. Antes de quedarme dormida entre sus brazos con mi cabeza escondida en su pecho solo vi que el bosque se volvía borroso y que el aire chocaba contra mi cara refrescándome y silbando en mis oídos, y luego desperté en mi mullida cama…

Hay diario mío, algo sucede aquí y lo voy averiguar, todos actuaron muy extraños hoy y no sé porqué, pero lo voy a averiguar.

Merezco tus palabras??? Gracias!