Capitulo 19: Mi promesa

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Mi promesa

_Es hermosa en esta foto… ¿qué estaba haciendo?_ Tanya levantó una foto en la que una Bella de 7 años de edad salía riéndose tomando su abdomen con ambas manos. Sonreí al recordar ese día, Bella había estado jugando todo el día con su tío Emmett que nos había ido a visitar, pero su tío no pudo contenerse de hacer morisquetas para ella… una y otra vez, como si fuera lo más natural del mundo, él tomaba soda y comenzaba a reírse haciendo que el líquido se escurriera por sus fosas nasales ante ella que literalmente se retorcía de la risa.

_La estupideces de Emmett ¿qué más va a ser?_ murmuré tomando la foto de su mano y poniéndola en su lugar dentro del álbum numero siete de mi princesa.

Habíamos pasado toda la mañana mirando fotos, desde las primeras cuando Bella tenía apenas meses hasta las últimas, unas que Alice tomó mientras la hacía probarse infinidad de prendas de ropa… había una muy especial en donde Bella llevaba puesto un vestido de fiesta color azul, su pálida piel contrastaba perfectamente con ese vestido y no pude evitar ponerla entre mis favoritas para luego llevarme el álbum a mi habitación, sentía que estaba inmiscuyéndome en sus cosas, pero no lo pude evitar… deseaba poder verla cuando no podía tenerla cerca de mí.

_¿Y qué le regalaras este viernes?... ya sabes… ¿flores y corazones?... ¿día de San Valentín?_ murmuró mi amiga con una ceja levantada, miré al suelo pensando… tenía su regalo en mi mente, algo muy personal, algo que solo ella entendería, pero tenía muchísimas ganas de regalarle algo más… tenía ganas de regalarle el mundo!...

_Tengo algo… pero creo que no es suficiente. Es algo más bien sentimental, pero me gustaría darle algo que ella pudiera disfrutar…_ ella asintió frunciendo el seño, por su mente pasaban miles de artículos que a las mujeres supuse que les gustaría que le regalasen.

_No…_ musité al ver pasar la imagen de una gargantilla de oro con la inicial de su nombre _... a Bella no le gusta que le regalen cosas demasiado costosas…_ ella siguió pensando lamentando esa parte de Bella, de veras la gargantilla se veía bien _... no lo creo… para eso está Alice y ya la hace sufrir mucho como para que yo me empeñe a hacerle pasar por lo mismo…_ la imagen de Bella comprando ropa con un cheque suculento a su nombre se desvaneció en su mente.

_¿Y que propones Edward?... ¿bombones? ¿flores? ¿una cita?..._ hice una mueca cuando me vi en su mente comiendo una porción de algo viscoso sentado junto a Bella en la mesa de un restaurant de lujo…

_Música tal vez… umm… un libro, algo especial… forrado en cuero tal vez,_

_¡Un concierto!..._ Tanya dio un respingo a mi lado en cuanto se le ocurrió la idea,

_Si… puede ser, aunque debería ver que grupos de música le gusta a mi Bella y cuáles están disponibles para poder ir…_ ella asintió con un dedo en su mentón como pensando,

_Edward, me vas a querer más de lo que ya me quieres…_ murmuró sonriente, entonces lo vi en su mente…

_¿Kings of lions? ¿estás segura?_ murmuré incrédulo _no estoy seguro de que a Bella le agrade esa banda…_

_¿Estás hablando en serio?, pregúntale a Alice…_ chilló ella,

Entonces sin que yo abriera la boca Alice apareció desde la cocina caminando con pequeños saltitos con una sonrisa satisfecha,

_Pensé que nunca me tendrían en cuenta, Jass estaba tapando con ambas manos mi boca para evitar que gritara…_ se sentó junto a nosotros en el sofá y sonrió aún más mirando a Tanya _realmente me estas comenzando a caer bien…_

_Alice…_ advertí, sabía que Tanya aún no era del agrado de mi familia. Todo se basaba en el hecho en que no confiaban en mí plenamente, pensaban que en cualquier momento podía salir huyendo con Tanya y dejar nuevamente a Bella…

Por supuesto… como si yo fuera a cometer la misma estupidez dos veces, ya había comprendido que yo sin Bella no era nada, solo esperaba que ellos también lo comprendiesen pronto.

_Está bien Edward, eso es en definitiva lo que quiero… que tu familia comprendan que estoy aquí como una amiga, no como una amenaza…_ murmuró Tanya mirando a Alice.

“Valla… debo admitir que es sincera, aunque la sigo considerando una perra por no haberte traído antes” pensó Alice antes de añadir,

_Auuu que bonita!... eres encantadora, claro que estas aquí como amiga… mucho más de Bella ¿no es así?_ miré a mi hermana frunciendo el seño… en su mente gritaba “SARCASMO!, SARCASMO!”

_Alice…_ advertí nuevamente

_Gracias Alice, en verdad deseo que Edward sea feliz… nadie más que él se lo merece_ murmuró Tanya sin darle importancia al sarcasmo de Alice,

_Y eso lo dices porque…_ Alice parecía firme en su posición de defender a Bella

_Porque Edward ante todo es mi amigo… porque lo conocí antes y pienso que nunca sintió algo por lo que siente por Bella…_ sus palabras eran sinceras aunque denotaban cierta nostalgia, _y porque espero que sea feliz y nadie mejor que ella, su princesa para serlo…_

Alice alzó las cejas y sonrió complacida, fisgoneó en el futuro de Tanya y no me veía allí, de hecho vió a otro hombre… y Tanya parecía feliz con él, me alegré por eso, después de tantos años ella se merecía ser feliz con alguien,

_Bueno… de todas formas, Kings of Lions será maravilloso! A bella le va a encantar!_ murmuró Alice, Tanya me lanzó una mirada diciendo claramente en su mente “te lo dije” y me paré para ir directamente a navegar por Internet y comprar las entradas. Iba a tratar noche a noche de recomponer la única noche importante en que había fallado estrepitosamente, debía ganarme la redención y hacer para ella una noche feliz, debía borrar de su mente ese fatídico cumpleaños… e iba a hacer lo imposible por lograrlo.

Finalmente luego de desembolsar varios cientos de dólares, ya que las entradas estaban todas vendidas, pude conseguir dos buenos lugares cerca del escenario, si era verdad la visión de Alice, mi Bella alucinaría… quería que fuera una noche para nosotros dos solos, pero estaba pensando en que quizá esa noche sería más feliz para ella si la compartiera con alguna amiga, a demás del hecho que Alice se quería colar. Luego del baile le daría la sorpresa y le preguntaría que sería mejor para ella… por mí, no me importaba pasar esa noche con ella a solas.

El viernes llegó rápidamente, Tanya y Alice se pusieron en campaña, juntas increíblemente, para organizar el día que pasaría junto a ella. Bella había estado sumergida en algunos trabajos del Instituto y a penas percibió lo que sucedía a su alrededor.

El viernes por la mañana me sorprendí a mi mismo en la puerta de su habitación, a penas había amanecido pero yo deseaba ser el primero en desearle un Feliz día de los enamorados. Cuando me aproximé a su cama se veía tan deliciosamente feliz… no supe porque pero tenía la leve esperanza de que su sonrisa feliz se relacionara conmigo… yo haría hasta lo imposible para que esa sonrisa se instalara en su dulce rostro por el resto del día.

Me acuclillé frente a ella y besé su frente suavemente, ella hizo una mueca de molestia pero no despertó, mi mano que no sostenía la primera de sus sorpresas viajó hasta su mejilla y mis dedos acariciaron su suave piel,

_Si supieras cuánto te amo princesa…_ susurré suavemente, temía que ella despertara y me encontrara allí, de rodillas frente a ella declarándome… aunque por un lado, un lado muy perverso mío y egoísta, deseaba que ella pudiera escuchar… para decirle esas palabras que tanto costaban, no por ser palabras vergonzosas, sino por temor al rechazo… ¿y si ella en realidad no me amaba como Alice creía? ¿Y si llegué demasiado tarde? ¿Y si a ella realmente le gustara ese Jacob?... bueno, siempre existía la posibilidad de comprobarlo esa noche en la fiesta de San Valentín.

Ella despertó mientras estaba en medio de mis cavilaciones, no alejé mis dedos de su mejilla mientras ella abría los ojos, ella tampoco se alejó. Sonrió con los ojos entrecerrados y aún somnolienta,

_Perdón… te desperté_ susurré apartando un mechón de su cabello que casi tapaba uno de sus ojos, ella pareció estremecerse,

_No es nada… yo, estaba…_

Estabas soñando algo bueno… sonreías_ murmuré finalizando su oración, ella sonrió abrazando su almohada, un suspiro suave salió entre sus labios y deseaba de todo corazón saber quién era el dueño de ese suspiro…

_Si, pero… la realidad es mejor_ sonrió con los ojos cerrados, mi corazón si hubiese sido capaz de vivir se habría saltado un latido, cerré los ojos disfrutando esas palabras.

_Bella, amor… feliz día de San Valentín…_ levanté la mano en la que sostenía el regalo y lo dejé a un lado de su almohada, _ábrelo… por favor_ ví cómo sus ojos se iluminaron y se sentó rápidamente en la cama,

_¿Qué hora es?..._ preguntó mordiéndose el labio, una de las peculiaridades exquisitas de mi Bella era decir cualquier disparate en vez de decir un simple “gracias” y amaba eso.

_Hey hermosa, es temprano y podrás seguir durmiendo luego de que abras tu regalo…_ señalé el paquete sobre la almohada, ella se mordió el labio una vez más y asintió,

_Tú sabes Edward…_

_Lo sé cariño, no es nada en lo que haya gastado dinero… bueno tal vez un poco…_ admití, a lo que ella frunció el seño y tomó el pequeño paquete entre sus manos, reverentemente lo abrió jalando la cinta color rosada y dejando al descubierto el pequeño estuche,

_Oh Edward ¿qué es?..._ musitó preocupada, levanté los hombros dándole un poco de indiferencia…

_Solo una baratija que espero te guste… no es nada_ ella arqueó las cejas y asintió abriendo el estuche, hubiese dado mi vida para leer su mente en ese momento, pero me contuve en mi lugar aforrándome a la idea de que con suerte le gustaría… con suerte lo aceptaría…

Cuando abrió el estuche una medalla pequeña surgió, un colgante que tenía cuando era pequeña y que yo había guardado celosamente entre mis tesoros personales. Ella lo tomó entre sus dedos y acarició el dorso donde sobresalía el relieve de un ángel guardián, sonrió al mirarlo y lo acercó a sus labios para besarlo, volteó la medalla entre sus dedos y observó,

_ “Porque te amo cuido de ti”_ susurró con reverencia _es hermoso Edward, gracias…_

Sonreí estúpidamente y tomé la medalla con mis dedos, hice a un lado su cabello y coloque la cadena alrededor de su cuello, trabé el cierre y me incliné osadamente para dejar un beso en su cuello, la oí jadear sutilmente y sonreí antes de alejarme,

_Ahora si puedes seguir durmiendo…_ murmuré mirándola a los ojos, esos ojos chocolate que estaban tan cerca de mí, a centímetros, esa boca…

Ella asintió mordiéndose el labio y se recostó posando su cabeza en la almohada, me paré y coloqué cada mano sobre la almohada a cada lado de su cabeza,

_Duerme bien, hoy a la noche quiero que funciones…_ reí, ella cerró los ojos sonriente _quiero que bailemos lo que no bailamos, quiero que disfrutes lo que por mi culpa no disfrutaste… quiero que seas feliz…_ tomé un mechón de su cabello y lo aparté de su hermoso rostro,

_Sé que seré feliz… siempre y cuando tú estés a mi lado_ susurró sin abrir los ojos, el sueño había vuelto a ella,

_Lo estaré cariño, lo estaré…_

Nadie me apartará de tu lado…

Ella despertó un poco más tarde, le hice el desayuno y me perturbó un poco al sentir como un de javú al recordar el día de ese cumpleaños, pero no dejé que eso opacara el día… ese día tenía que ser todo sobre ella. Recibió los regalos de mi familia, que también intercambiaron presentes entre ellos.

A la tarde Alice prácticamente la secuestró a su habitación, cerró su mente y no pude leer nada. Emmett y Rosalie salieron a Seattle con intenciones de pasar un rato para ellos, Alice y Jassper harían lo mismo cuando nosotros saliéramos hacia Port Ángeles. Tuve que soportar las recomendaciones o más bien amenazas de Jassper en mi mente, ya que aún no creía en mí… ¡Si supiera que daría mi vida porque esta noche sea feliz para ella!

Alice me indicó en su mente que Bella estaba lista, yo ya estaba vestido con lo que mi hermana había preparado para mí, un traje de vestir negro, una camisa blanca sin corbata y con los primeros botones desabrochados. Cuando mi madre acomodaba mis gemelos en su lugar oí un murmullo arriba, Alice bajó las escaleras con la felicidad en su rostro y un gesto de satisfacción, entonces vi a mi princesa escaleras arriba…

Esa pequeña mujer que me tenía en su puño, envuelto en su dedo meñique y dispuesto a postrarme de rodillas ante ella como si de un esclavo se tratara, me veía desde la cima de la escalera. Sonreí embelesado al notar cómo sus curvas de adolescente ahora ya eran más pronunciadas, ella era más mujer… Bella se veía gloriosa con su cabello recogido con unas suaves hondas cayendo a un lado de su rostro, enfundada en su vestido azul petróleo, un straples la envolvía y destacaba sus bien formados pechos… dios…

… me sentía intruso, depravado, pervertido al mirarla de la manera en que sabía la estaba mirando, no podía despegar mis ojos de ella, no podía y no iba a poder por más que quisiera, ella se había convertido en el centro de mi universo, en el sol de mis días pero ahora con otro significado… Ahora yo deseaba a mi princesa como una mujer, quería besarla… por dios… deseaba tocarla de la manera en que mis manos involuntariamente me pedían… deseaba sentir su piel suave y pálida debajo de mis dedos, debajo de mis labios y su boca sobre mi piel, deseaba sentirla…

Extendí una mano mientras ella bajaba los últimos escalones, su mano hizo contacto con la mía y ratifiqué el hecho de que no deseaba soltarla nunca, jamás…

_Estas hermosa…_ murmuré viéndola a los ojos, ella me sonrió dulcemente y bajó la mirada. No solté su mano cuando ella se despidió de mis padres, no la solté cuando caminamos hacia la puerta y no la solté hasta que abrí la puerta del volvo para ella, y aún allí me fue difícil hacerlo, deseaba sentir su piel en contacto con la mía por más tiempo… todo el tiempo.

Llegamos a Port Ángeles justo a la hora, recorrí los muelles de la ciudad hasta llegar al muelle donde se celebraba la fiesta, una gran carpa se disponía allí. Estacioné el auto y me apresuré a ayudarla a salir, solo por el hecho de desear tomarle la mano…

Cuando estábamos entrando en el lugar donde se desarrollaba la fiesta solté su manos para rodear su cintura con ella justo en el momento en que un tal Tyler venía hacia nosotros mirando las suaves curvas de mi Bella, su mirada viajó más allá de lo permitido y tuve que apretar mi mano a mi costado para evitar arruinar la noche.

_Bella, estas hermosa…_ dijo alzando la voz para que se oyera sobre la música, aunque para mí no hacía falta ya que podía oír sus pensamientos gritándome en mi cabeza,

“…Wuaa Bella esta crecidita… quien iba a creer que semejante mujer se escondía detrás de la niña”

_Gracias Tyler, él es Edward_ sonrió al nombrarme, yo asentí con la cabeza al chico,

_Ah… bueno, disfruten, en el muelle están sirviendo aperitivos y también hay una pista de baile…_ murmuró antes de perderse.

_¿Quieres tomar algo?_ pregunté recordando la última vez que ella bebió algo, aunque allí no estaba yo para mantenerla bajo control. Ella me miró por un momento y susurró muy despacio

_Un daiquiri… de fresa_

Tenía que haber venido Jassper para patear mi trasero por darle bebidas a una menor de edad, pero confiaba en mí mismo para cuidar de ella. Ese instinto paternal aún estaba allí latente, mi lado protector con ella nunca se había ido y ahora estaba más firme que nunca… por lo que me la encaminé llevándola de la cintura hacia el muelle para buscar la bebida.

En el seudo bar que se emplazaba al costado de la carpa y a metros de la barandilla del muelle, tuve que reprimir las ganas de estampar mi cabeza contra la pared…

_Hey Bells!... woou que linda estas!_ rugió el perro Black con un trago azul en su mano,

_Jake! ¿Quién es la desafortunada que te acompañó?_ rió Bella alegremente,

_Oh… vine solo, me ganaron a mi cita…_ desvió la mirada por un segundo hacia mí, _aunque me harías muy feliz si bailaras conmigo una canción_

Ok… eso es todo…

_Bella ya tiene compañero de baile… Jacob_ murmuré con voz dura, él levantó una ceja como si recién se hubiese percatado de mi presencia,

_Bueno… no creo que a Bella le moleste bailar con alguien más que no fuera su primo o su hermano o lo que fueras…_ miró a Bella alzándose de hombros, pude sentir a mi princesa removerse en mi brazo algo incomoda _a demás Bells, me gustaría terminar con algo que habíamos comenzado y que no tuvimos opor…_

_Ya te dije que Bella viene conmigo perr…_

_Hey! ¿van a comenzar?..._ murmuró mi Bella poniendo una mano en mi pecho _¿Edward?..._ susurró, la miré despegando mi mirada de su “amigo”… _¿vamos a bailar? ¿Por favor?_ todas mis armas territoriales cayeron abajo cuando vi en sus ojos el temor, el miedo a una noche más arruinada…

_Si hermosa, por supuesto_ la tomé de la mano y la llevé bajo la mirada entrecerrada de Jacob, hacia la pista de baile. Mi cuerpo se tensó momentáneamente cuando sus pequeños brazos rodearon mi cuello y su cabeza descansó en mi pecho, exhalé el aire de mis pulmones y cerré los ojos bajando la cabeza, mi mejilla reposó en el tope de su cabeza, había encontrado mi cielo personal… mi lugar seguro

_Gracias por bailar conmigo_ susurró despacio sobre mi camisa _gracias por venir, no hubiese sido una noche completa sin tu presencia…_

_Gracias a ti por seguir aceptándome en tu vida…_ murmuré en respuesta _por ser tan maravillosa…_

Sus brazos se aferraron con más fuerza en torno a mí y su rostro se escondió en mi cuello, me contuve de gritar eufórico cuando sentí sus labios en mi piel dejando allí la huella de un delicado beso. Bailamos allí al compás de la música de Maroon 5

Toca en mi ventana, llama a mi puerta

Quiero hacerte sentir hermosa

Se que suelo hacerte sentir insegura

Ya no importa más

No siempre es arcoiris y mariposas

Es el compromiso lo que no mueve

Mi corazón está lleno y mi puerta siempre abierta

Puedes venir siempre que quieras

Repetí esas mismas palabras en mi interior, como un rezo… una plegaria, yo solo quería su presencia, mi corazón rebozaba de amor solo para ella y ella podía tomar lo que quisiera…

_Edward prométeme que en mi cumpleaños número dieciséis bailaras conmigo toda la noche como hoy… prométeme que aún estarás conmigo_ cerré los ojos complacido al saber que ella aún me quería en su vida,

_Obvio princesa, estaré contigo mientras tú me quieras a tu lado… prometo darte el primer baile de tus dieciséis y prometo darte el mejor de los cumpleaños… olvidemos lo que sucedió ¿si?_ ella suspiró sobre mi cuello y me estremecí, su aliento caliente golpeó mi piel como una bola demoledora, _prometo darte todo cariño…_

_¿Prometes darme mi primer beso real?..._

¿Qué?... oh dios…

Me detuve en seco en el mismo momento ella se separaba de mí, su rostro estaba rojo… en llamas, su mirada pegada a sus zapatos y su respiración agitada como si pensara que se encontraba en problemas,

_Perdón… no quise decir eso, yo no… pensé…_ murmuró rápidamente, las palabras salían de su boca sin coherencia y se removía las manos en su regazo nerviosa y llena de miedo, _necesito ir al baño, seguramente encontraré a Ángela allí… discúlpame_

Dio vuelta sobre sus talones y caminó a paso rápido hacia la entrada a la carpa, la seguí de inmediato, de ninguna manera iba a dejar que ella se sintiera mal por algo que en realidad yo también quería…

¡Que carajo! Lo deseaba más que a nada en el mundo…

_Bella!_ llamé unos metros atrás de ella _Bella espérame…_ estaba seguro que ella me había oído, pero su irrefrenable huída me decía que estaba avergonzada, arrepentida quizás…

Se adentró a en un corredor separado del resto del salón de baile y se apresuró a ir hasta las últimas puertas que se veían allí, me adelanté hasta llegar casi a la altura de ella, allí que nadie nos veía podía correr un poco más rápido,

_Bella…_ llamé tomándola de un brazo, cuando la volteé hacia mí vi lágrimas saliendo de sus ojos y seguí caminando hasta llevarla a la pared cercana, su espalda chocó suavemente contra ella y me acerqué a ella lo más que podía sin sucumbir a besarla allí mismo…

_Perdóname… no supe lo que dije_ suplicó entre lágrimas, yo negué con la cabeza… la situación me estaba volviendo loco, eufórico… ¿cómo hacerle entender lo que yo quería? Me acerqué a unos centímetros de su rostro y ella bajó la mirada,

_Isabella mírame_ musité alzando su mentón con mi dedo índice, ella me miró debajo de sus húmedas pestañas _es una promesa… cariño, prometo darte tu primer beso real… cuando tú estés lista_ sentencié

Ella me miró contrariada por un instante, su respiración agitada y sus ojos bien abiertos mirándome como no dando crédito a lo que escuchaba, yo acaricié su mejilla…

_Es una promesa Bella…_ repetí…

Ella asintió reverentemente, besé su frente suavemente y la tomé de la mano para llevarla nuevamente a bailar… la quería cerca para toda la noche… hoy solo para mi y cuando este preparada, sin culpas, sin remordimientos ni prejuicios… cumpliría la promesa…

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Disfruten chicas, sin mas palabras... besos!