OS: Los polos opuestos se atraen

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Este Os fue un regalo para Erzengel, en realidad un intercambio, ella me escribió "Vacaciones" y yo le escribí este, su fantasía con Jassper, amor!! sé que lo disfrutaste! Espero que les guste, a falta de algo para leer,... el miercoles que viene publicaré "Cuando tu corazón deje de latir"... ya terminarán mis días sabáticos ja ja , besos!!

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Los polos opuestos se atraen

_ Generalmente, el enlace covalente y el enlace iónico suelen ser descritos como "fuertes", mientras que el enlace de hidrógeno y las fuerzas de Van der Waals son consideradas como "débiles"_

El profesor de química cuántica estaba haciendo su explicación habitual sobre las fuerzas que se atraen y sus porqués sin darse cuenta de que su teoría estaba cumpliéndose al pie de la letra en su mismo salón de clases. La muchacha que estaba en un rincón de la clase mirando embarazadamente cómo el rubio profesor daba su seminario de cada semana, garabateaba con la cabeza gacha sobre su cuaderno de clases… ella por supuesto había aprobado la materia con creces el año anterior, sin embargo la universidad en la que estudiaba su carrera de Química, tenía permitido las clases para oyentes presenciales… una muy buena excusa para ella, ya que solo había entrado a la materia para poder ver y oír al profesor que por las noches le quitaba el sueño.

_Teniendo en cuenta que las cargas opuestas se atraen, y que los electrones que orbitan el núcleo están cargados negativamente, y que los protones en el núcleo lo están positivamente…_ el profesor dio media vuelta y enfrentó a la clase antes de seguir escribiendo sobre la pizarra, miró hacia sus alumnos que lo escuchaban atentamente… a excepción de una muchacha, que al ver al profesor escanear la clases con esos hermosos ojos azules, bajó la cabeza para seguir con sus garabatos. La mirada profunda y exigente del profesor se centró en aquella cabellera castaña que ocultaba el rostro de la muchacha y se dirigió a ella…

_¿Cuál es la configuración más estable entre el núcleo y los electrones que hace posible que los núcleos se atraigan mutuamente? ¿Señorita…?_ apuntó con su dedo inquisidor a la dueña de la cabellera castaña y los alumnos voltearon a ver de quien se trataba, la muchacha sintió las miradas de los estudiantes y pensó de repente “trágame tierra” ya que estaba segura que la pregunta estaba dirigida a ella…

_Bueno… parece que la señorita no quiere responder una pregunta tan sencilla… ¿o es que está durmiendo?_ murmuró el profesor provocando un profundo sonrojo en las mejillas de la muchacha, ella a regañadientes levantó la cabeza, no quería que la tildaran de retrasada o algo por el estilo, la respuesta la sabía, eso no era problema… era solo que el profesor la intimidaba lo suficiente como para cohibirse ante él,

_S-soy Erzengel, profesor Hale…_ él la miró frunciendo el seño, él nombre le había resultado curioso, casi más ridículo sino hubiese recordado las clases de alemán que había tomado en su juventud y en cual aprendió que correspondía a la palabra “Arcángel” en alemán.

Ángel… que acertado pensó decidiendo que iba a la perfección con la chica de ojos color café que lo miraba casi asustada desde el último asiento de la clase, las mejillas pintadas de un hermoso escarlata lo alertaron sabiendo que le estaba infundiendo miedo a alguien que, a sus ojos, no debía temerle a nada ni a nadie… era un ángel, precisamente un Arcángel… una guerrera..

_ Eh… una de las configuraciones más estables es la cual los electrones pasan la mayor parte del tiempo entre los núcleos, que en otro lugar del espacio… eso posibilita la atracción entre los núcleos_ la muchacha apenas si pudo responder ante la mirada profunda del profesor que no dejaba de admirar esos hermosos ojos café que estaban infundidos de cierto temor.

_Exacto… Erzengel…_ murmuró el rubio profesor observando la reacción de la chica al pronunciar su nombre, a ella le pareció como si hubiesen dejado correr un trozo de hielo por la columna vertebral cuando el profesor Hale pronunció con tanta reverencia su propio nombre… ¡su nombre!... no su apellido o solo un calificativo como “señorita” o “alumna”… no, él había pronunciado su nombre.

La clase continuó cuando el profesor Hale volteó hacia la pizarra para escribir la formula de alguno de los elementos cuánticos, Erzengel no dudo en hundirse en su silla algo nerviosa por lo que acababa de suceder, sus mejillas flameaban y a pesar de que todo el alumnado ya lo había olvidado para ella eso iba a ser inolvidable. El profesor Hale había dicho su nombre, de una manera que ella guardó en el corazón… nunca nadie lo había dicho así y si bien había pasado desapercibido para todo el salón, para ella fue algo sumamente sensual.

Ya no bajó la vista a su cuaderno, dentro de ella sentía como si esa simple palabra y de la manera como él la había dicho, le había infundido más confianza a pesar de que en un principio temió por lo que él fuera capaz de pensar.

Por su parte, el profesor ya no podía seguir dando la clase de manera tan confiada como lo había estado haciendo, algo lo molestaba, muy allí en el fondo, en su mente, que trataba por sobre todas las cosas estar concentrada en la clase de química que estaba dando. Había algo que causaba una pequeña molestia y ese par de ojos café que lo hacían forzarse más de la cuenta para recordar la teoría que iba de los electrones, protones… ángeles… núcleos… café…

Luego de explicar por tercera vez las distintas configuraciones que permitían a los núcleos la mutua atracción, dio por finalizada la clase con diez minutos de anticipación… deseaba estar solo aunque también quería hablar con la dueña de esos ojos tan atrayentes, quería hacerle saber que no había por qué tener miedo de un profesor de química que, si bien algunas veces se comportaba tan intimidante, nunca hacía daño y menos a los ángeles.

_Señorita Erzengel, necesito hablar unos minutos con usted_ murmuró cuando la muchacha se apresuraba a salir del salón, ella suspiró resignada pensando en que ese era el momento de dar explicaciones, ¿qué hacía una estudiante tomando la misma materia que había aprobado el año anterior?... no estaba preparada para admitir y menos ante él que el motivo era volver a ver a su profesor, a su amado profesor…

Erzengel y el profesor Hale esperaron a que los alumnos en su totalidad desaparecieran por la puerta de entrada, ella porque deseaba pasar vergüenza sin público presente, él porque quería tenerla para él sin testigos curiosos.

La muchacha apretaba sus libros entre sus manos y su pecho con demasiada fuerza, tanta que no se dio cuenta cuando él se aproximó y tomo sus libros entre sus manos y tiró para que ella aflojara su agarre,

_No estés nerviosa, tus nudillos están blancos y no pretendo hacerte daño por lo que deberías dejar de poner esa postura defensiva… no lo hagas por favor_ lo último lo dijo con tono dulce y suplica lo cual descolocó completamente a Erzengel que lo miraba boquiabierta. Ella atinó muy valientemente a sonreírle por primera vez en todo el tiempo que lo conocía, él por supuesto no cabía en sí de incredulidad al nunca haber deparado en ella, no era la primera vez que la veía, de eso estaba seguro… pero si era la primera vez que la veía realmente.

_Dime Erzengel ¿crees en la atracción a primera vista? A demás de la atracción de los polos opuestos que es una verdad irrefutable, ¿crees en la atracción de esos cuerpos al primer encuentro?_ él la miró sentándose en la orilla del escritorio esperando su respuesta, por alguna loca razón esa muchacha lo intrigaba y quería saber sus opiniones con respecto a ese tema en especifico.

Erzengel lo miró dubitativa por un momento ¿qué era lo que él pretendía preguntándole eso a solas? ¿por qué no lo había hecho frente a toda la clase?. Lo pensó por un minuto y luego lo miró decidida a dar su mejor respuesta,

_Creo que es inevitable la atracción entre dos cuerpos que contienen lo necesario para que esa fuerza gravitacional se provoque, una carga positiva y una negativa es lo necesario y eso es suficiente a veces, otras veces, como lo expliqué, hace falta un electrón entre ambos núcleos para que la atracción se ejecute_

Él la miró sorprendido, aunque no del todo conforme con su respuesta,

_Pero no me respondiste la primera pregunta… ¿crees en la atracción a primera vista?_ ella jugó con la punta de una mecha de su cabello mientras pensaba… por supuesto que creía, sino no hubiese estado en esa clase. Ese profesor le pareció interesante, mucho más interesante diría ella, desde la primera vez que lo vio el año anterior.

_Si… creo en la atracción a primera vista profesor_ admitió ella, a lo que él sonrió satisfactoriamente, era increíble para él que esa muchacha tan hermosa y segura de si misma a la hora de responder, pareciera tan sumisa e introvertida en otras ocasiones. Ella no tenía que esconderse de nadie, ella era hermosa y una bella mujer inteligente y dada por si misma que no necesitaba ocultarse detrás de su cabello cuando un hombre parecía intimidarla, ella debía hacerle frente y comportarse como una tigresa, no como una gatita sumisa.

_Dime Erzengel… ¿por qué tengo la leve idea de que te ví antes?_ preguntó sin vacilaciones acercándose un paso a ella que parecía clavada en el suelo. Ella rebuscó en su mente una posible respuesta que lo dejara conforme, al parecer el profesor no la recordaba de las clases del año pasado… y ella no iba a ser la encargada de decirle que había tomado la clase por segunda vez solo para verlo.

_Um… tal vez en los corredores de la Universidad_ murmuró ella escrutándolo con la mirada _o el año pasado…_ susurró casi inaudiblemente, él por supuesto había escuchado y frunció el entrecejo tratando de recordad dónde más la había visto… no le parecía factible la excusa que ella había dicho, él veía miles de estudiantes cruzar por los pasillos y no precisamente las recordaba a todas… sin pensarlo mucho asumió que Erzengel tenía algo que a él le había llamado la atención y tal vez como ella había insinuado la conocía del año anterior.

Descaradamente se dedicó a mirarla, ella estaba apoyada con una mano sobre el escritorio del profesor y él estaba detrás de este preguntándose cómo en sus seis años dando clases en ese lugar nunca la había visto. Por supuesto, un profesor de química enfrascado en fórmulas y mezclas, destilaciones y composiciones no tenía ojos más que para mirar en el microscopio.

_Erzengel ven…_ susurró mirando hacia la puerta, pues temía que desafortunadamente se abriera y lo vieran en su intento de confraternizar con una alumna, por supuesto algo totalmente prohibido para un alumna y un profesor. Ella lo miró aturdida por un momento, debatiéndose entre si tenía que ir o no, las intenciones de él y su propio deseo. Sabía por supuesto que era un riesgo hacerlo ya que ella la vulnerable allí y él el lobo, ¿pero qué más daba?... después de todo había concurrido a esa clase solo por él ¿no?

Erzengel caminó vacilante hacia el profesor que la miraba expectante detrás del escritorio, no sabía lo que sucedería así que fue con prevención aunque estaba dispuesta a que sucediera lo que tuviera que suceder, por ese motivo ella estuvo esperando un año y medio entero viendo con reverencia a su profesor de química.

Él extendió su mano para tomar la de ella y ella presurosa la tomó con embelesamiento, ese primer contacto fue lo más esperado por ella y lo más extremo para él. Jassper Hale nunca había estado al extremo de algo y esa vez, con ese perfecto ángel solo para él pensó que se le había posibilitado la mejor experiencia de la vida, luego de estar sumergido entre libros y formulas se merecía una aventura ¿no?... una aventura que aunque luego podía traerle problemas académicos había valido la pena… ella valía la pena.

Ella caminó dos pasos más hasta él y cuando la distancia fue mínima Jassper Hale tiró de ella para que su cuerpo colapsara sobre su pecho, al fin la tenía en sus brazos… Ella miró hacia arriba sorprendida y se encontró con los azules ojos de su profesor y jadeó… por tantas cosas que hacían estragos en ella, su aliento caliente rozando en su rostro que estaba a centímetros de su boca entreabierta, su cuerpo… tan fornido y bien formado debajo de esos sueters de cachmira que él usaba, su piel… tan pálida como si se tratara de la mismísima porcelana… y entonces le dieron muchas ganas de tocarlo. Erzengel alzó su mano vacilante ante la mirada suave y cálida de él y rozó con la yema de sus dedos la piel de su cuello y mejilla… cerró los ojos y gimió sin poder evitarlo. Ante esta reacción de ella él no dio en sí mismo de la excitación que tenía, ¡por dios ella había gemido por tan solo tocarlo!

Escondió su rostro en el hueco del cuello de ella y la apretó contra su cuerpo, él la necesitaba… tanto, y era al mismo tiempo tan peligroso, extremo y excitante que no cabía en sí.

_Dime ángel si quieres seguir con esto_ murmuró escondido en su cuello, ella se estremeció por lo delicioso que se había sentido su aliento caliente sobre su piel y volvió a gemir, solo que esta vez suavemente, más parecido a un ronroneo, _dímelo hermosa, no me detendré si me dices que si_

_No quiero que se detenga profesor_ dijo ella a duras penas cuando sintió la mano de él sobre uno de sus nalgas _hágame suya profesor… quiero ser suya_

Jassper no podía creer lo que acababa de escuchar, ¿en serio ese ángel hermoso deseaba caer por él? Ella se merecía el cielo, se merecía tener una nube y una estrella con su nombre, ella no pertenecía a lo terrenal o a las dimensiones del inframundo a las que él pertenecía… él no podía corromper a un ángel. Súbitamente alejó su rostro de ella con intenciones de huir de allí, pero no contó con que ella fuera más rápida que él.

Erzengel al verlo alejarse empujó su timidez y su vergüenza y se permitió ser más atrevida lanzándose sobre él alcanzando sus labios, esos labios con los que tanto había soñado y que al fin obtenía…

Fue solo un suave roce por parte de ella, pero él no pudo contener su hombría y deslizar su lengua entre sus labios anhelantes, ella se lo permitió…. Y así se fundieron en un beso tortuoso, embriagador y sumamente sensual, los gemidos por parte de los dos no se hicieron esperar, a ella le temblaban las piernas y un cosquilleo sensual e insoportable se instalaba dentro de su bajo vientre, pronto sintió allí mismo una dureza al presionarse contra el cuerpo de Jassper… gimió en su boca cuando supe de que se trataba.

_Mi ángel… mi dulce ángel…_ musitó él dejando besos sobre el cuello de Erzengel y bajando hasta llegar a la base de su cuello, ella cerró los ojos y gimió mientras él se atrevía a bajar su mano desde su nalga hasta la orilla de su falda, ella gimió…

_Oh profesor…_

Él de un solo movimiento tomó su cintura y rápidamente la sentó sobre su escritorio, ella se sorprendió de ese movimiento pero sonrió al verlo tan excitado, ella nunca había provocado eso a alguien y habérselo provocado a él fue uno de sus logros más preciados si no el mejor.

_Dime Jassper, Erzengel…_ musitó él antes de lanzarse en ella para besar su cuello, ella pronto tuvo la necesidad de sostenerse de la orilla del escritorio con ambas manos mientras él desabrochaba rápidamente cada botón de su camisa, ella pensaba en hacer lo mismo con la camisa de él llegando tal vez a desabrochar su pantalón, pero no quería perder el equilibrio, estaba tan débil… él la hacía sentir que podía flotar en las nubes, que podía volar y tocar el cielo. Gimió cuando se dio cuenta que la lengua de su profesor se enredaba en sus pezones que ya los recibía duros, erectos y sensibles a más no poder, chilló del placer y llevó sus manos a la nuca de él para aproximarlo más a su cuerpo, perdió el equilibrio y se dejó caer sobre la cantidad de papeles que él tenía allí arriba, en su mesa de trabajo.

_Oh Erzengel!... eres tan deliciosa_ musitó él sobre uno de sus pechos mientras ella jadeaba sin poder controlarse, pronto estaría hiperventilando si él no medía su placer desbocado. Enseguida Jassper se abrió paso con sus manos por debajo de la falda de ella…

“Oh dios, ella es tan suave… tan erótica, mi ángel es una diosa… me equivoqué de apelativo” pensó él mientras bajaba a besar los muslos de ella, abrió los ojos para verla bien, ella se retorcía sobre su escritorio de una manera tan sensual que hacía que su miembro palpitara por salir de la cárcel de sus pantalones… ella era exquisita. Rápidamente bajó su cabeza para perderse entre las piernas de ella y besar su centro humedecido a través de la tela de encaje que cubría su intimidad. Él no pudo evitar acercar su nariz a esa zona y aspirar su ambrosía como si fuera el oxigeno necesario para poder sobrevivir, él estaba seguro que luego de eso… nunca, pero nunca iba a poder olfatear algo mejor… su esencia podía volverlo loco. Se apresuró a tomar las bragas de ella y sacarlas recorriendo con sus manos toda la extensión de sus piernas, no podía esperar a tenerlas envueltas a su alrededor.

Dejó las bragas dentro de un libro de Química moderna y siguió con su tarea de complacer ese ángel que estaba gloriosamente recostada sobre su escritorio… ¡Bendito escritorio! Ya no volvería a verlo con los mismos ojos…

_¿Estás segura?_ preguntó por última vez, después de esa pregunta simplemente cerraría la boca y se dedicaría a darle placer, ella asintió sabiendo que jamás estuvo tan segura de algo…

_Si Jassper, quiero que me tomes, quiero ser tuya_ musitó mientras él la miraba fijamente, entonces supo que su vida había comenzado en el preciso momento en que él la había tocado… en el preciso momento en que él asintió y bajó su cabeza sobre ella repartiendo besos en cada centímetro de su piel hasta llegar a su sexo, arqueó la espalda cuando sintió la lengua de su profesor inmiscuirse entre sus pliegues… y gimió… gimió tan fuerte que Jassper tuvo que llevar una de sus manos y tapar su boca, si la dejaba expresar esa pasión pulsante seguramente los descubrirían y ya no iban a poder ver nunca más… él no podía permitir que eso sucediera, nunca… él la quería para él.

_Oh dios… que deliciosa eres mi ángel…_ dijo él dando lamidas desesperadas entre los pliegues de ella y encontrando el tan escurridizo botón de placer, lo mantuvo entre sus dientes un momento levantando sus ojos hacia ella y viendo cómo Erzengel se retorcía sobre la mesa y gemía bajo la mano de él. Jassper chupó varias veces seguidas su clítoris hasta que sintió que ella se tensaba, enseguida la soltó… quería que terminaran juntos…

_No, te vendrás conmigo_ dijo simplemente antes de pararse y desabrochar sus pantalones ante la mirada lasciva de su ángel. Erzengel gimió al verlo bajarse los pantalones junto con los boxers y ver a su profesor de Química en toda su magnificencia… no habían palabras para describirlo, él podía tener a cualquier chica de la Universidad con tan solo pedirlo, pero no, la tenía a ella sobre su escritorio, dispuesto a hacerla suya…

Jassper se ubicó tentativamente sobre ella, con su miembro rozando su entrada, la sintió húmeda y cálida, tanto que no pudo evitar emitir un gemido áspero mientras cerraba los ojos y arqueaba su espalda, la necesitaba… necesitaba entrar en ella lo antes posible antes de que todo se acabara si llegaba a entrar alguien por la puerta, necesitaba saber que la tenía y que la marcaría como suya, ese ángel era suyo y nadie más se lo sacaría, él se encargaría de ello.

Su miembro se adentró en la húmeda cavidad de su ángel y gimió de anticipación, nunca hubiera creído que existiera algo más aturdidor que hacer el amor con alguien furtivamente y que a la vez fuera tan placentero, ella tomó su cabello de la nuca y tironeó para que se pusiera a su altura y pudiera besar sus labios embriagadores, no solo porque quería sentirlo con cada estocada que él daba contra ella, sino también porque debía a como de lugar acallar sus gemidos en la garganta de su profesor… su amado profesor.

Los labios de Jassper recibieron los gemidos de ella como si fueran lamentos de amor, agonizantes y tortuosos, por supuesto que lo eran… y él los provocaba. Pronto Erzengel tuvo la necesidad de respirar, no deseaba caer desmayada frente a su profesor mientras él trabajaba tan duro para que ella obtuviera su orgasmo, así que se separó de sus labios y jadearon en busca de aire por lo que los labios de Jassper se cerraron en uno de los pezones de su ángel, succionó… jaló… lamió y mordió mientras ella chillaba de placer arqueando la espalda mientras el miembro de él entraba y salía de su templo del placer…

_Oh Erzengel…_ gimió sobre su boca _ termina para mí mi ángel… hazlo_

Ella como buena alumna arqueó su columna sintiendo a fondo su miembro y empujó sus caderas hacia él con cada envestida que éste le daba, pronto sintió que sus músculos abdominales se cerraban alrededor de él y él sintió cómo su estrechez succionaba su miembro haciéndolo enloquecer…

_Oh mi dios…_

_Jass… per!_

Gimieron al unísono antes de que ambos sintieran el orgasmo más liberador que habían sentido en sus vidas…

Jassper se dejó caer sobre el pecho sudoroso y agitado de su alumna y ella se lamentó con pequeños gemidos acariciando con ambas manos el cabello de su profesor… ambos jadeantes, mojados y con el sumo placer post coital recostados en el escritorio de aquella Universidad, ambos haciéndose promesas internas de que eso no terminaría allí… corrían gran riesgo, pero no les importaba, él la quería para él… para satisfacerla, para que su halo de amor y paz lo cubriera dándole un respiro luego de horas de trabajo y ella… bueno, ella había cumplido su sueño… haber hecho el amor con su guapo profesor de Química Jassper Hale y ahora eso no le era suficiente… quería más, siempre iba a querer más…

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Merezco tus palabras?? gracias!!