Te salvé y tú me salvaste, viñeta

Tweet

Amores, aquí dándoles dos viñetas que me llegaron fuera de tiempo, desde ya las autoras tienen mi invitación para seguirlas en el blog alternativo, del que pronto les hablaré... besos y gracias a ellas.

___________________

“Te salve y tu me Salvaste”

Era un día más de eso de mi vida poco común.

Desde que mi padre me había confesado que era descendiente de la tribu Quilote y contarme con lujos de detalle la historia, no paso mucho tiempo hasta que lo sintiera en carne propia y me convirtiera finalmente en la primera mujer lobo de la Push.

Ese día me dije Bella Swan tu siempre has sido rara y esto era lo único que te faltaba para comprobarlo.

La tarea de proteger a los humanos era bastante fácil, es que no había rastros de vampiros por la zona, aunque siempre ansiaba con luchar con alguno para sentir esa emoción, pero por otro lado tomando en cuenta los pros y los contras esto era lo mejor.

Todos en la reserva eran muy acogedores y grandes amigos, principalmente Quile y Embrie con los que pasaba gran parte del día, me sentía un muchacho más.

Una tarde nublada, con un cielo oscuro amenazante, a punto de llover me adentre en el bosque para hacer mi recorrido diario, el aire se sentía pesado una mezcla de calor y frío, pesado.

Una oleada de aire trajo hasta mi un olor profundamente dulce, asqueroso para mis sentidos, una mezcla de naranja y jazmín, eso me retorció el estomago.

Fue allí cuando lo vi por primera vez, era un vampiro tal cual lo había descripto Pared / jefe de la manada), sus dos ojos rojos y enormes se posaron sobre mi, se veía tan sorprendido como yo, estaba segura que el no esperaba verme allí. Frunció el seño rabioso, estableciéndose en posición de combate.

De repente giro su mirada, ya no estaba viéndome, sino que ahora miraba fijamente detrás mío mientras se saboreaba como un león esperando su presa.

Gire rápidamente la cabeza y lo vi. Era un humano, extremadamente bello, de ojos claros y cabello dorado. Mi corazón comenzó a latir desesperado, haciéndome olvidar del asesino que se posaba detrás de mis espaldas.

No dude ni un segundo corrí hacia ese perfecto hombre recubriéndolo con mi cuerpo para no dejar que el vampiro se acerque.

-Que sucede ¿Que es esa cosa? –dijo con un tono de intriga y curiosidad.

El aroma de su aliento invadió mi cuerpo estremeciéndolo, llevándome a mil kilómetros de allí. Su voz era tierna y segura, encajando perfectamente con lo que el representaba. Por un segundo me olvide que estaba a punto de enfrentarme a un Vampiro.

Hasta que finalmente caí a tierra al oír el fuerte rugido del chupasangre y vi en cámara lenta como se acercaba hacia mi, como una locomotora a toda furia , estaba segura que quizás esto no acabaría bien, yo recién me iniciaba y jamás había tenido una pelea cuerpo a cuerpo. Había muchas posibilidades de perder, pero el deseo de salvar a este chico me daba fuerzas para darle batalla.

Intente transformarme pero me fue imposible entrar en trance por la incomoda situación.

Gracias a dios , detrás mío saltaron tres lobos a los que obviamente pude reconocer eran Quile, Embry y Sam , este ultimo me hizo señal con la cabeza para que sacara al chico de aquí y lo llevara a algún lugar donde no corriera riesgo su vida.

Tome la mano de esta hermosa criatura, mientras intentaba movilizar mis piernas que no respondían, su mano era suave como la misma seda y tan tibia, mas allá de que el día se había vuelto frío .Lo conduje rápidamente a una cueva entre las rocas para evitar que su aroma llegara a al viento y se esparciera llegando a la nariz de algún sucio vampiro.

Sus ojos estaban desorbitados, pero no parecía tener miedo alguno. Nuestras miradas se encontraron y se fijaron la una a la otra durante unos minutos deteniendo el tiempo. No pude evitar sonreír y bajar la mirada, seguramente estaba bordo de la vergüenza, y mi mente me castigo por tonta, por haber cortado ese momento tan especial.

-Necesito que me des alguna explicación? –dijo con vos calma y sutil

-Emmm, si tienes razón, todo esto es raro y confuso, tratare de explicarte –dije para nada relajada

-Para que no te sientas tan nerviosa porque primero no nos presentamos, mi nombre es Edward Cullen un gusto conocerte a pesar del momento –dijo y sonrío, su sonrisa perfecta ilumino su cara destacando sus rasgos mas hermosos, dejándome perpleja y alucinada.

-Mi nombre es Bella Swan –dije y extendí mi mano en señal de saludo, el la tomo entre las suyas y luego las alejo suavemente como una dulce caricia, que me dejó con ganas de mas.

-No eres de por aquí verdad? Digo, es que jamás te he visto –dije intentando no parecer un interrogatorio aunque quería saber todo de el hasta que color le gustaba.

-La verdad es que hoy llegue a Forks, mis padres viajan por todo el mundo investigando fenómenos extraños y esta vez le toco aquí –dijo

-Creo que llegaron al lugar adecuado, ya sabes por los fenómenos extraños, eso que viste, no debes decírselo a nadie –dije casi suplicando que guardara el secreto

-No te preocupes, si tu me lo pides guardare el secreto, soy una tumba ( rió) pero cuéntame todo –dijo

Yo no sabia si el me estaba mintiendo, si saldría corriendo a contárselo a sus padres pero algo en sus ojos me decía que podía creer en el , o tal vez era el hecho de que me había hechizado completamente.

Le conté toda la historia de lobos y vampiros, el me miraba intrigado, y hasta a veces sentía que observaba mis labios y mi rostro, yo solo deseaba tirarme en sus brazos.

Desde ese día pasábamos casi todos los días juntos, y cuando no lo veía la necesidad de ir a buscarlo me volvía torpe. Éramos amigos pero yo solo quería ser suya en cuerpo y alma, lo amaba locamente casi al borde de la desesperación.

Corría un domingo a la tarde y aun no tenia noticias suyas, eso me ponía histérica, quería verlo, oírlo. De pronto suena el teléfono, corrí, salte el sillón y tome el teléfono antes de que diera el segundo toque.

Era el, la piel se erizo, las palpitaciones aumentaron en forma considerable, quería verme, me esperaba en media hora en la playa. Colgué aunque sin ganas de dejar de oírlo, si fuera por mí lo hubiera hecho hablar hasta que lo encontrara tan solo por el hecho de sentirlo cerca.

Me cambie, me puse un vestido corto de verano color arena con puntillas estilo hippie y unas chatitas plateadas, arregle mi cabello, finalmente coloque brillo en mis labios, quería verme linda para el. Todo era por el, hasta la respiración.

Llegue a la playa, divise su figura a lo lejos se veía precioso, pero a la vez un tanto nervioso.

Le sonreí y el devolvió el saludo, tenia una flor blanca una margarita exactamente, la coloco dulcemente en mi pelo y beso mi frente.

-Que es eso tan urgente que querías decirme? Pregunte intrigada.

El no contesto, solo me miro, se acerco, tomo mi cara entre sus manos y nos fundimos en un beso inolvidable, apasionado, con el atardecer y el mar a nuestras espaldas, totalmente romántico. Mi corazón parecía salirse del cuerpo, mis labios parecían no tener control y los suyos acariciaban los míos con fluidez, descontrolados.

Finalmente se detuvo aunque ninguno de los dos quería.

-Te amo –dijo – quieres ser mi novia.

-Sonreí como una tonta, mi cerebro no procesaba sus palabras, me resultaba un sueño, pero era verdad, una vez mas la realidad superaba la fantasía.

-Yo te he amado desde el primer día que te vi. , y claro que quiero ser tu novia, eso y mucho mas , te quiero conmigo por siempre y mas.-dije

Me tomo de la cintura, recorrí con mis manos su rostro y me acerque a su boca retomando ese beso que ya no tendría fin.

By Sandra Ponce