Capitulo 22: Latido vital

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 Latido vital

El mundo cayó a mis pies en el mismo momento en que la vi caer, en dos pasos rápidos alcancé a atraparla antes de que su cabeza chocara contra el suelo. 

_Bella… por favor_ la llamé, me arrodillé en el suelo sosteniéndola, la acomodé en mi ragazo y toqué su mejilla con mi mano, _Bella…_

_Loise, llama a el doctor Estefan, dile que es urgente…_ oí a Benjamin detrás de mí _Taylor te llamaré más tarde, hablaremos en otro momento_ su tono era frío y calculador, _Edward lleva a Isabella a su habitación_ 

Apreté mi mandíbula para no despotricar contra él y me concentré en esa mujer que amaba tanto ahora inconsciente en mis brazos. La alcé del suelo y subí las escaleras rápidamente, sentí los pasos de Benjamin detrás, pero los ignoré mirando a mi mujer en mis brazos. Ella era tan frágil, tan liviana y parecía sin vida, su palidez era extrema y tenía los labios entreabiertos donde entraba aire lentamente.

Con rapidez atravesé el corredor hasta su habitación y entré para dejarla sobre la cama delicadamente, 

_Bella..._ volví a susurrar cuando su pequeño cuerpo reposó sobre la cama. En ese momento se me ocurrió, de las tantas veces que había tenido que hacer reaccionar a mi madre, mojar su cuello y rostro con agua bien fría, me levanté y corrí al baño para tomar una pequeña toalla y empaparla con agua fría, cuando volví, no pude evitar inquietarme al ver a Benjamin parado junto a ella, él recorría con su dedo la mejilla de mi Bella aún inconsciente y la miraba casi con ternura, 

_El doctor viene hacia aquí Edward, puedes retirarte_ demandó…

No!... no me iré ahora cuando ella más me necesita…

_Me quedaré hasta que reaccione_ dije con firmeza, él dejó de acariciar la mejilla de su… de mi mujer y volteó a mirarme, sus ojos me miraban con dureza y aprensión,

_He dicho que ella no necesita de tus servicios, pronto vendrá su doctor de cabecera a revisarla, no entorpezcas esto Edward_ masculló. 

Apreté mis puños al costado conteniéndome a duras penas no abalanzarme  sobre él y sacarlo a golpes de la habitación, él no tenía ningún derecho por más que fuera su marido. Estaba seguro que él se regocijaba al verla así, pero yo no iba a darle el gusto, me quedaría cerca de ella hasta que reaccionara, 

_No, soy su custodio y me quedaré con ella hasta asegurarme que está bien_ dije rotundamente, él rió con ironía y negó con la cabeza, 

_Es mi esposa Edward, no te ilusiones, no tienes nada qué hacer aquí_ se sentó a su lado, en el lugar que yo debería estar ocupando y tomó su pequeña mano entre las suyas, _el que te acuestes con ella en tus horas de trabajo no te da ningún derecho a quedarte aquí, no eres nadie más que un empleado. Hazme el favor de desaparecer de mi vista_ 

Respiré fuertemente y apreté mis dientes, sentía mi sangre bullir y retuve las palabras que quería gritarle a su estúpida cara. Solo me quedé allí parado con mis pies petrificados en el suelo, totalmente perdido en las caricias que él daba a sus mejillas y a su mano. Alguien golpeó la puerta y entró, un hombre alto vestido de traje saludo a Plath y se sentó a un lado de mi Bella, venía con instrumentos médicos, tomó su pequeña mano y le tomó el pulso y luego escuchó su corazón con un estetoscopio, abrió sus parpados y los observó con una pequeña luz, 

_¿A estado alimentándose bien en los últimos días?_ preguntó el médico sacando una pequeña jeringa de su maletín, _parece ser una descompensación de glucosa_ Benjamin no respondió… por supuesto él no sabía nada de su propia esposa, 

_Si, se ha alimentado bien, yo me aseguro de eso_ dije duramente, el hombre levantó su mirada de Benjamin a mí y arqueó las cejas, luego miró a Benjamin con curiosidad,

_Es el custodio personal de Isabella_ explicó sin apartar su mirada de mi Bella _Edward, no necesitamos tus servicios ahora, gracias_ 

No…

No me movería de allí por nada…

El médico asintió y sacó la jeringa del paquete estilizado, 

_Le haré unos análisis de sangre  para cerciorarme que es lo que creo, ¿alguna cosa que tenga que saber? ¿Enfermedad coronaria u hormonal?... en los últimos estudios que hice a Isabella hace seis meses había salido todo bien…_

_¿Puede hacerle una prueba de embarazo?_ preguntó entonces Benjamin.

Oh dios… 

¿Realmente está pasando esto?... ¿ahora?... ¿tan pronto?...

El médico asintió frunciendo el entrecejo a Benjamin que no separaba su mirada de Bella, ¿sabría su médico de cabecera que él era estéril?... 

Mi corazón comenzó a retumbar en mi pecho y el tiempo comenzó a pasar más lentamente  cuando el médico asintió y llevó sus manos a su maletín para sacar segundos más tarde, un aparato que parecía un estetoscopio pero con algo que parecía un  pequeño transductor de ecógrafo en uno de sus lados. Descubrió el vientre de Bella y se colocó los audífonos para escuchar.

Mi propio corazón latía eufóricamente esperando esas palabras que esperaba oír y al mismo tiempo no quería, eso significaría muchas cosas… cambiaría otras.

_Hay un débil latido vital, pero haré una ecografía para estar seguro, a demás de los análisis de sangre_ 

Latido vital…

Oh dios… 

Sentí que sangre abandonaba mi cuerpo, mis pensamientos… mi todo… me dejaba con esas palabras, era como si esa palabra tan hermosa… “embarazo” fuera el punto clave de mi condena. Me detuve a ver el cuerpo de mi Bella, de mi mujer… porque desde que mi semilla había entrado en su interior y anidado en su vientre, ella era mía en cuerpo y alma, no importaba que dijera un estúpido contrato. 

Su estómago no presentaba signos de agrandamiento, no había en ella nada que me dijera que sí… que ella esperaba un… hijo, oh cielos… un hijo mío. Su vientre estaba plano y sentía la urgente necesidad de quitar de las manos del médico ese estetoscopio y oírlo por mi mismo, oír ese sonido que guardaría en mi corazón…

_Bien_ la voz de Benjamin me sacó de mi letargo haciéndome caer en la cruda realidad, _quiero que en cuanto tenga los resultados de esas pruebas, me llame. No quiero que Isabella sepa esto, no quiero que se ilusione ni que se asuste, solo mantengamos la versión de que fue una hipoglucemia._ el médico asintió y guardó todos sus aparatos en su maletín, 

¿Por qué ocultárselo?... Era el hijo que tanto quería!... ahí lo tenía!

_Asegúrese que se alimente bien y que no haga esfuerzos innecesarios_ dijo el médico mirando una vez a Benjamin y luego a mí _ahora solo esta dormida, la dejaremos descansar hasta que despierte, necesita descanso_ él se incorporó y caminó por la habitación, 

_¿Doctor?_ preguntó Benjamin parándose y volteando hacia él _¿puede mandarme por favor una copia firmada por usted de esos análisis?... es, para mi póliza de seguros_  sus ojos se desviaron a mí por un segundo cuando dijo lo último.

No presté atención a nada más, caminé por detrás de Benjamin que hablaba con doctor y llegué hasta la orilla de la cama, Bella parecía dormir pero aún estaba pálida, no me importó nada… me senté a su lado y la observe, como si pudiera ver cualquier anomalía en ella a simple vista. Sentí que cerraban la puerta de la habitación y al voltear a ver, Benjamin ni el médico estaban en el cuarto, volví mi atención a Bella.

Ella aún dormía, tan apaciblemente que me estremecía, levanté mi mano y con cuidado rocé mis nudillos en su mejilla, era tan suave y cálida. Dejé caer mi frente sobre mi mano libre sin dejar de mirarla ni acariciarla.

Dios… abre los ojos Edward, tú ya lo sabías, solo necesitabas la confirmación de que tu hijo, tu sangre estaba creciendo dentro de ella. Porque no importaba qué dijeran los papeles, los malditos contratos y que llevara el maldito apellido de él, no… ella tenía mi hijo en su interior. Y sentía una amarga felicidad.

Dejé caer una lágrima de mis ojos y miré su vientre plano tapado por su remera, bajé mi mano desde sus mejillas acariciando cada centímetro de su piel y con todo el miedo del mundo, por lo que eso representaba para mi corazón, coloqué la palma de mi mano por debajo de la tela justo sobre su ombligo. 

Allí estaba, no podía sentirlo, pero allí estaba esa pequeña vida que habíamos creado ella y yo, ¿Cómo sería?... tal vez solo una pequeña semilla abriéndose a la vida, tomando de Bella lo que ella involuntariamente y sin saberlo le ofrecía, ¿cómo sería?... 

_Espero que seas como mamá… igual a ella_ susurré con mi garganta apretada, tragué el nudo y una nueva lagrima cayó de mis ojos…  _no importa qué suceda… ya te amo_ dije acariciando la suave piel, justo sobre el lugar donde se suponía que el fruto de mi amor por Bella crecía.

Tal vez esto sea lo mejor… seguramente es lo mejor, para todos… para Bella, obtendrá lo que siempre quiso y nunca tuvo, un hijo, para Esme… su corazón continuará latiendo y mi hermana y padre no la perderán, para Benjamin, obtendrá su heredero… a él o a ella, nunca le faltará nada y vivirá feliz con su madre, Bella no quedará en la calle y sola y yo… yo, puedo soportar sabiendo que ella y su niño… mi niño, serán felices, se tendrán el uno al otro. 

Acaricié con la yema de mis dedos la piel de su estómago y sonreí ligeramente al verla removerse a Bella bajo mi mano, estaba reaccionando por la sensación de mis dedos con su piel… 

Limpié rápidamente la lágrima que había caído por mi mejilla y traté de poner mi mejor cara sacando la mano de su vientre, 

Ella frunció el ceño y alzó una mano para tapar sus ojos, gimió incomoda y luego de unos segundos descubrió sus ojos para mirarme, 

_Hey_ susurré apartando un mechón de cabello de su rostro, ella enfocó su mirada en mí y sonrió lánguidamente _¿cómo te sientes?_

_Bien_ susurró _¿qué pasó?, no recuerdo nada_

_Te desmayaste_ murmuré acercándome a su boca, besé sus labios suavemente y ella entreabrió los suyos para dejar entrar mi lengua, fui suave, sumamente suave… solo acaricié el borde de sus labios y me dejé inundar del calor de su boca, ella levantó una mano y acarició mi nuca y cuando el beso se quiso profundizar me separé de su ella.  Cerré los ojos fuertemente y respiré profundo recostando mi frente sobre la de ella.

_Estas delicada, te traeré algo para comer, es muy tarde bebé… el médico te revisó y dijo que debes comer bien, tal vez fue una hipoglucemia_ murmuré antes de hundir mi rostro en su cuello. Otra mentira más… otra hasta confirmar lo que tanto sospechábamos, lo que el médico había escuchado. 

_Está bien_ murmuró ella acariciando mi nuca con sus dedos, mi cabello enredándose en sus manos, _de hecho tengo un poco de hambre y estoy cansada, fue un día largo_ 

Respiré el olor de su cuello y suspiré dejando un último beso en su piel, levanté la cabeza para mirarla y fruncí el ceño, 

_¿No recuerdas nada?_ 

Ella me devolvió una mirada pensativa, su frente se arrugó un poco y se mordió el labio inferior, me volvió a mirar y hizo un mueca de frustración, 

_Solo el momento que entramos a la casa, Benjamin estaba hablando por teléfono y… no recuerdo nada más, todo se nubló y las voces se hicieron lejanas_  susurró acariciando mi cabello lánguidamente, 

_Te caíste y alcancé a atraparte antes de que tocaras el suelo, pensé que habías perdido el equilibrio, pero me… desesperé cuando te llamé y no reaccionaste, Benjamin llamó a un médico de la familia y vino a revisarte, dijo que estabas cansada y necesitabas comer, que seguramente fue una hipoglucemia_  le expliqué sin poder mirarla directamente a los ojos, el suave camino de pecas sobre su nariz me pareció sumamente más interesante… lo acaricié con mis dedos. 

_Benjamin ¿qué dijo?... ¿se… molestó?_  dijo cautelosamente, 

_No, él simplemente se apresuró a llamar al médico, fue… atento_ dije resignado, él lo había sido más allá de las circunstancias. 

Ella arqueó una ceja incrédula y rió suavemente, levantó la cabeza y besó mis labios una vez más. 

_¿Te asustaste?_ preguntó cambiando de tema, sonreí dolorosamente al recordar su cuerpo frágil y blando entre mis brazos, 

_Por supuesto que si_ confirmé esta vez mirándola a los ojos, porque no había más grande verdad que esa  _no sabía qué hacer, si Benjamin no hubiese estado hubiera estado fuera de mí…_  

Hundí mi cabeza en su pecho tratando de olvidar el mal momento, sin logro alguno, la imagen de Bella cayendo estaba grabado en mi retina. Gemí al no poder hacerlo, ella susurró cosas suaves en mi oído… 

_Estoy aquí… contigo, gracias por atraparme, siempre me tendrás en tus brazos_ 

Siempre mi amor… siempre estaré en los tuyos…

_Dime lo que deseas comer… ¿hay algo en especial que quieras?_ pregunté alzando la cabeza, tenía que dejar mis pensamientos de lado, resistirme a decir lo que tanto ansiaba decirle. 

Ella sonrió y asintió con impaciencia, una suave sonrojo tiñó sus mejillas antes de contestar y rió incrédulamente, 

_¿Dile a Claire que prepare un poco de su pastel de manzanas?... es… lo primero que se me vino a la mente, lo siento_ dijo apenada. Sonreí al verla tan avergonzada solo por pedir un trozo de pastel de manzana, 

_Te traeré leche también_ dije besando su frente para luego levantarme de la cama y salir en busca de su pedido, si podía colaborar en algo para que esa pequeña semilla creciera en su vientre, ese pequeño pedazo mío y de ella, sin importar lo que dijeran los papeles, iba a ser lo que fuera necesario.

_Edward…_ me llamó, volteé a verla desde la puerta y me sonrió, se mordió el labio nuevamente y cerró los ojos… _... nada, ve_ 

Asentí y salí de allí, dispuesto a llevarle el alimento a mi… niño, repitiéndome en mi cabeza, que no importaba lo que dijeran los papeles, no importaba el apellido, ese pequeño no tendría nunca el color de ojos de Benjamin, ni su rubio platinado… ni tampoco esperaba, con el corazón apretado, que tuviera mis rasgos, tan solo que heredara de mí el inmenso amor por su madre. Yo solo quería que creciera feliz junto a ella, lo único que importaba y si una estrella lejana escuchaba mi deseo… que fuera la imagen viva de Bella. 

POV de Bella.

_Así que… ¿cómo dices que se llama ese lugar?_ pregunté levantando la mirada de la revista, Rosalie sonrió sin bajar la cabeza alzada al cielo, sus gafas negras cubrían sus ojos al estilo Jaki Onasis y su cabello rubio estaba elevado en su nuca para descubrir más luz al sol. 

Habíamos pasado toda la tarde en el balcón de su departamento aprovechando el hermoso día de verano que ya llegaba a su fin, ella recostada sobre una reposera con un biquini blanco como única vestimenta y yo con uno azul. Había pasado más de dos semanas desde cuando sufrí mi desmayo, Edward estuvo conmigo la cantidad del tiempo que era necesario, repartiéndose entre su hogar y su familia, yo y mis perpetuas tardes en nuestro refugio. Él  había insistido tanto como Benjamin, que me hiciera estudios médicos, ya que el desmayo podía corresponderse a una falta de glucosa en mi sangre o  una posible enfermedad encubierta, les hice caso. Benjamin insistió en que me pusiera en manos de su médico personal, al que yo había visitado pocas veces, Estefan, prefería la atención de Zafrina, mi médica, pero ante la insistencia de Benjamin me dejé atender por él, solo para demostrarle que no tenía nada. Que tal vez se debía al cansancio o a una simple baja de presión. 

_El Húngaro_ murmuró Rose abanicándose con una revista, _es comida húngara casera, pero muy rica… llevé a Emmett allí para ampliar sus opciones y no solo pedir para comer en casa y le gustó_

Reí ante la imagen mental, Emmett, un agente del FBI seguramente acostumbrado a comer piza y café, saliendo a un restaurante exclusivo a cenar comida húngara junto a mi despampanante amiga rubia increíblemente hermosa, bueno… Emmett tenía suerte, y si la tenía era seguramente porque mi amiga lo amaba y si lo amaba, seguramente él sería un hombre que la merecía, gentil, de buen corazón, una excelente persona… mi amiga era difícil de tomar y Emmett lo había logrado, lo admiraba por eso.

_Le diré a Edward que vallamos…_ susurré antes de pararme de mi reposera y caminar hacia dentro del departamento, el sol me estaba comenzando a hacer mal y a demás de tener sensible mi piel, temía insolarme. 

_¿Edward?... ¿cómo van las cosas con él? ¿Le gustó el departamento?... _ preguntó ansiosa. Ella había sido la encargada de obtenerlo, de firmar el contrato y la garantía, no había necesidad de exponer mi nombre ni el de Edward. 

Me recosté en uno de los cómodos sofás de Rosalie y asentí con una sonrisa en mi cara, 

_Lo amó, no hay día que estemos allí un par de horas… es como nuestro cielo personal, gracias Rose_  

_Todo porque mi amiga disfrute de unas buenas horas de sexo duro y sucio_  dijo tazando sus pechos enormes sugestivamente 

_Rose!_  tome un cojín pequeño y se lo tiré directo a su cabellera rubia recogida, 

_Hey!... ¿o no tengo razón?_ inquirió acomodando un mechón que se había desacomodado, _ ¿Qué pretendes con él Isabella?... sé que lo amas, pero… ¿qué harás con Benjamin?_ su ceño fruncido y su mirada fija en mi, olvidándose completamente del sol, no me gustó para nada. Pero en alguien tenía que confiar…

_Quiero pedirle el divorcio a Benjamin_ dije firmemente, esa idea me había dado vueltas en la cabeza desde que me di cuenta de que amaba a Edward, no porque él me correspondiera, que de hecho no parecía hacerlo, al menos… no me había dicho nada directamente más que solo puras insinuaciones.  Sino porque no podía estar más con él, Benjamin me había amenazado demasiadas veces con dejarme en la calle si yo pedía el divorcio y al estar sola, sin nadie más que él, eso me había puesto entre la espada y la pared. Pero ahora de alguna manera tenía alguien por quién luchar, tal vez si me divorciara de Benjamin y saliera de esa casa, Edward estaría dispuesto a declarar su amor por mí, si es que lo había.  Trabajando allí y con Benjamin como mi esposo, nunca lo haría. 

_Ya era hora mi niña…_ dijo Rose levantándose de la reposera, entró al departamento y sonrió con tristeza _espero que no te ponga peros… que no trate de retenerte de ninguna manera otra vez_ ella se sentó frente a mí en el sofá y acarició mi cabello,

_Ojalá…_ susurré cerrando los ojos y disfrutando del toque de mi amiga, _según su abogado, Taylor, él anuló la clausula de nuestro contrato de matrimonio_ 

_¿Confias en Tayler?_ preguntó ella nuevamente _es decir, leíste el contrato y te aseguraste de que eso fuera cierto_

Oh dios…

_Taylor es muy profesional, él no mentiría a nadie con eso y no, no leí… pero..._  vacilé mientras ella cerraba los ojos y apretaba la mandíbula,

_Oh cielos Is!_ dijo finalmente _¿cómo pudiste firmar algo sin leer?..._

_Era de Taylor y yo estaba apurada, fue cuando Benjamin estaba en su viaje de negocios y Taylor vino de visita… no te preocupes Rose, Benajamin me aseguró que era una anulación del contrato_

Ella miró al suelo pensativa y suspiró resignada, por un momento entré en pánico, pero decidí confiar por una vez en mi marido,  ¿qué puede llegar a hacerme?. Rosalie era una exagerada…

~#~

Esa tarde llegué a casa a la hora de la cena. Luego de tomar sol con Rose, habíamos ido al centro comercial a conseguir algunas cosas, ella se entretuvo mirando la última colección de zapatos Prada y yo fui hasta una joyería cercana, quería obsequiarle algo a mi ángel guardián. Busqué en la estantería de vidrio las joyas que habían allí, algo masculino, fino y delicado… algo que estuviera cerca de su corazón. La dependienta me atendió y le pedí lo que deseaba, tratando de explicarle detalladamente mis deseos, ella sacó una pequeña caja de terciopelo desde  la segunda vitrina y me mostró las diferentes piezas que había allí. Eran insulsas… clásicas y sin gracias, no quería nada de eso, negué con la cabeza derrotada y ella guardó enseguida la caja, 

_Algo… que represente cuanto lo amo_ dije ausentemente mirando en una vitrina las distintas joyas que habían allí, ella silenciosamente fue hasta una mesa de vidrio alejada de los clientes y sacó algo sobre una almohadilla de terciopelo azul, 

_Este es el símbolo celta del amor eterno_ dijo ella con una suave voz, sacó de la almohadilla una fina cadena en el cual colgaba una pequeña joya circular y me la dio en mano para verla mejor, eran finas bandas entrelazadas que formaban nudos, no tenía ni principio ni final, brillaba como la plata y por el centro de cada banda corría un fino hilo de oro… era hermoso. _Son nudos de amor… según la cultura celta, este relicario representa el amor infinito, puro y eterno_

Perfecto…

Sonreí ante esas palabras y sin preguntar el precio le dije a la dependienta que lo llevaba.

Al salir de la tienda Rosalie me buscaba entre los ventanales con un montón de bolsas en sus manos, mi amiga era una compradora entusiasta. 

_Allí estas!_ exclamó al verme, enseguida vino hacia mí. Tomó mi brazo y me llevó hasta las escaleras eléctricas,  _¿Quieres comer algo antes de ir a casa?..._

En cuanto dijo la palabra “Comer”, literalmente se me hizo agua la boca… ¿qué diablos?...

_Una hamburguesa_ dije sin pensar, ella arqueó las cejas y rió, 

_Ok, si la perfecta Isabella de curvas perfectas y toda su vida con miedo al filet de carne quiere una hamburguesa ¡Vamos!_ bromeó. 

~#~

Más tarde estaba ansiosa esperando en mi cuarto, Loise me había dicho que Edward había acompañado a Benjamin a un lugar ¿me preguntaba a donde?... Benjamin tenía sus propios custodios y nunca había pedido la asistencia de Edward. 

De todos modos, mi ansiedad iba en aumento, el símbolo que tenía entre mis manos era el primer regalo que le daría que representara mi amor por él, era casi como gritarle a la cara y a los siete vientos “Te amo” y estaba nerviosa por cómo lo iba a recibir… ¿y si lo rechazaba?... 

Oh cielos, no podría conmigo misma si hace eso. 

Salí de mi habitación en vista que no iba a venir pronto y fui hasta mi estudio,  había adquirido cuerdas nuevas para mi chelo y aprovecharía el tiempo para cambiarlas.  El cuarto estaba frío y oscuro, lo había abandonado un poco ahora que tenía un mejor pasatiempo, pero enseguida acondicioné con la calefacción central y encendí las luces, puse algo de música en el reproductor y busqué mi chello que estaba en su esquina habitual para  llevarlo hasta la silla en la que siempre me sentaba a tocar, lo coloqué entre mis piernas y me dispuse a aflojar las cuerdas viejas. 

Tarareé la canción que sonaba y llenaba la habitación mientras trataba de sacar con mis dedos la fina cuerda de una de las mariposas, cuando sentí unos fuertes y familiares brazos ceñirse a mi cintura. Me sobresalté y casi descuido mi chello que solté del susto, pero una  mano fuerte lo sostuvo a tiempo, 

_Lo siento Bella… ¿te encuentras bien?_ preguntó mi amor, su voz dulce y preocupada me llenó los sentidos y respiré tranquila. Sonreí y asentí a pesar de que mi corazón latía indomable en mi pecho. 

_No lo vuelvas a hacer_ advertí cuando se acuclilló frente a mí, él dejó el chello en el suelo y se arrodilló entre mis piernas. No sonrió, no bromeó ni siquiera me miró, alcé mis manos para acariciar su cabello, parecía como si hubiese pasado varias veces sus dedos entre ellos. Él rodeó mi cadera con sus brazos y acercó suavemente su cabeza en mi regazo, lo sentí respirar profundamente y  removió su frente contra mi vientre,  parecía tan angustiado…

_¿Qué sucede Edward?... ¿dónde fuiste?_  pregunté preocupada, en seguida recordé a su madre, que al parecer estaba delicada… ¿habría sucedido algo?. Él gimió en la tela de mi remera y acaricié su nuca con suavidad, trasmitiéndole mi amor, mi devoción. 

_Benjamin tuvo un viaje de urgencia_ dijo ahogando su voz en mi vientre _lo llevé a hacer unos… tramites y luego al aeropuerto. Tengo que cuidar de ti… él vendrá en uno o dos días, pero te llamará…_ 

Asentí un poco más tranquila, entonces con un respiro profundo el levantó la cabeza y corrió la orilla de mi remera para dejar un suave beso en mi vientre, subió dando suaves toques en mi piel con sus labios hasta la cima de mis pechos, cerré los ojos disfrutando su toque y sonreí cuando sus dedos impacientes corrieron la copa de mi sostén y su lengua se arremolinó en mi pezón. 

_Edward…_ susurré enredando mis dedos en su cabello, el gimió y me besó más fuerte mis pezones, que parecían más sensibles a sus toques. 

_Te necesito_ dijo sin dejar de besarme _tanto… dame lo que quiero esta noche amor, por favor_ 

Y fueron palabras suficientes para hacer que me levantara de esa silla y de la mano, juntos los dos, fuéramos a saciar nuestra necesidad.

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Hey!!! a ver... ¿qué fue ese viaje repentino de Benjamin?... quiero teorías. Bueno, si!... algo pasó y lo sabrán en el próximo capi, tendrál el POV de Edward y comprenderán todo. Besotes!!!