Capitulo #4 Liberando mis sentimientos.

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Liberando mis sentimientos.

Edward.

Después de salir del ascensor y luego salir del edificio, pero siempre pensando en ella, me dirigí a mi auto, entre en el, coloque la llave en su sitio, le di vuelta y rugió.

Conduje a casa, regrese por el mismo camino donde la había encontrado, luchando por zafarse del estúpido que buscaba placer en el mismo, me dio tanta rabia recordarlo, y todavía más al ver el callejón donde le sucedió ese cruel destino a la indefensa humana que no rescate a tiempo, acelere a fondo como si esa acción instantánea ayudara a borrarle la heridas de su alma a esa hermosura convertida en humana.

Estacione el Volvo en el parking de la casa, le puse su seguro, cerré la puerta del garaje y entre a casa.

-Hijo, ¿Dónde estabas?, me tenias muy preocupada- dijo Esme aliviada al verme.

Mama que crees que va a estar haciendo tu hijo inmortal a estas horas de la noche, nada, hasta encontrarme con esa chica que me penetro con esos pozos… ¡ya Edward!, es muy probable que no la vuelvas a ver.

-Esme por favor no empieces, puedo cuidarme solo, no hace falta que te preocupes tanto por mí, hasta tu puedes cuidarte sola.

-Edward, ya sabes cómo soy, no puedo dejar mis instintos maternales de lado, entiende eso, te quiero mucho- me dijo con ese sentimiento de su voz que me hacía sentir culpable y me dio un abrazo que correspondí.

-No Esme, no era mi intención ponerte así- dije pidiéndole disculpas.

Deshizo el gesto de ternura y me regalo una sonrisa, se alejo de mi tranquila, salió por la puerta de detrás de la casa, en sus pensamientos me decía lo que haría, cazar, a Esme se le hacía más rápida la idea de tomar sangre de los animales del bosque, porque sentía tanta tristeza por ellos, tener que saciar su sed acabando con una vida, por eso era más llevadera de cazar de noche, solo escucharía los ruidos que provocaban al clavar sus dientes en su piel, en vez de verlos en sus propias manos retorcerse de dolor.

Ver a Esme feliz me hiso sentir bien, había alejado de ella eso malos pensamientos de que me había pasado algo.

Me dirigí a mi compañero que deje abandonado por mucho tiempo, mi piano.

Tome la gran tela negra entre mis manos que lo cubría, según Esme para que no se llenara de polvo.

Como si eso fuera a pasar.

Alice y Esme siempre estaban limpiando la casa, o si no estaban pensando que remodelaciones hacer.

Guarde ese gran pedazo de tela en el compartimiento que Alice llamaba “cosas para reciclar o tirar”, aunque la parte de “reciclar” no se la creía a Alice, para ella nada servía, solo se podía utilizar una vez y se tiraba.

Hay duendecillo de la moda, ¿por qué tuviste que ser mi hermana Alice Cullen?, pero ¿que sería yo sin tus saltitos y grititos chillones por toda la casa?

Regrese a mi piano, al frente estaba mi banco de cuero negro, me senté, observe las teclas blancas y negras de mi amigo que me ayudaba a componer canciones, la ultima que cree se la dedique a Esme.

Acerque mis dedos a las teclas y toque la canción especial de Esme, notas delicadas y suaves sonaban a mi alrededor, luego recordé el incidente de la chica, esta vez toque con fuerza bruscamente, estaba tan enojado conmigo mismo porque no pude hacer nada por ella, luego empecé a recordarla…

… recordé su belleza que para mi seguía siendo tan pura con la que me había atrapado…

Mientras recordaba baje el ritmo de las notas altas y sin sentido que habían sido provocadas por mi ataque de rabia, ahora eran reemplazadas por suaves sonidos transmitidos de mi cabeza a mis dedos…

… seguí tocando, hace años que deje de lado mi pasión de solo tocar el piano, y que con mis sentimientos me guiara a una nueva canción que experimentaba cada vez que me sumía en mi mismo…, antes me dedicaba a componer canciones de piano solo por diversión, pero luego todo quedo en el olvido, hasta ahora.

-¡¿Dime quien es Edward?! ¡¿Cómo es ella?!- Alice, apareció de quien sabe donde apoyada a un lado de mi piano, bloqueo su mente para llegar a mi sin predecirla.

¡Tramposa Alice!

-Alice por favor, no empieces con tu interrogatorios, espera… ¿ya lo sabías? ¿Viste que me encontraría con ella?

No debería sorprenderme algo como eso, Alice podía saber todo lo que pasaba alrededor de ella.

-Hay Edward no te enojes, ¿ahora resulta que quieres discutirme algo que ya estaba marcado en tu futuro?, además, no creí que te lo tomarías tan seriamente, ya sabes oyes muchos pensamientos que la mayoría de las veces no te interesan, bla, bla, bla… - se acerco y se sentó junto a mi en el banco- pero dime, ¿Cómo la conociste? ¡¿Ya sabe de mí?! ¡¿Cómo se-

¡Alice!- la corte, estaba invadiendo mi espacio personal y ¡mi futuro!

-Dime, anda por favor, quiero saber- dijo con esa carita de perro triste y eso ojitos brillosos haciendo pucheros.

-¡Déjame en paz!, ¡déjame escribir mi vida!, ¡no te metas Alice!- dije, aunque eso nunca sucedería, Alice podía enterase de las decisiones futuras pero no podía controlarlas, solo venían a ella sin llamar, como ella lo hizo conmigo.

¿Por qué tendrías que estar enterada de lo que yo haga? Eres odiosa la mayoría del tiempo, no, ¡latosa todo el tiempo!

-Esme ven aquí- dijo Alice con cara de malicia frotándose las manos.

¡No!, no utilizes a Esme…

Alice sabia que con Esme nunca ocultaba secretos, de hecho con nadie de la familia, tarde o temprano se sabría todo, aunque con Alice espiando el futuro siempre es temprano.

Paso menos del segundo en que el duendecillo parlante que tengo como hermana llamara a Esme, que ya estaba al otro lado de mí.

-Vamos Edward, cuéntale a Esme, prometo calmarme esta vez y no gritar, lo juro- diciendo esto, pozo su mano derecha en alto.

Pase una de mis manos por mi cabello, luego con las dos lo volví hacer pero aun más fuertemente y cerrando mis ojos, tome aire innecesario para después soltarlo.

¡No es suficiente para ti Alice, ir de compras, estar cambiando de ropa y solo usarla una vez!, nada te satisface hermanita, no sé cómo te soporta Jasper, que bueno que no estoy las 24 horas del día cerca de ti, aunque en algunas ocasiones es así.

-Alice, esta vez no lograras tentarme con Esme, es muy delicado- dije seriamente- además, tú ya sabes, siempre sabes todo, aunque no quiera que te inmiscuyas en mi vida, no entiendo porque tanto alboroto.

-Es que… es más interesante saber los detalles, mira, te lo voy a explicar con el sentido de la moda vampírica…

Tu cuando no explicas algo que tengas que hacerlo con el “sentido de la moda vampírica”, solo es simple ropa

… por ejemplo, no puedes, más bien no debes comprar cualquier ropa, tienes que saber si es de marca, de diseñador, si la tela es buena, de qué lugar del mundo es fabricada, o si está de moda o no-

-Ya entendí- la corte.

Este choro mareador me lo decía cada vez que podía, como si seguramente entendiera, ¡ja!... mujeres.

-Edward, cuéntame hijo, quiero ayudarte- dijo Esme tomando mis manos y mirándome a los ojos con gesto paciente, nada que ver con Alice.

-OK- suspire, contra estas mujeres no se puede- si, Alice, es una chica.

Aquí vamos de nuevo con la bomba Alice.

Vi como a Alice le legaba esa felicidad a su boca, subiendo a sus ojos llenándose de un brillo peculiar que nunca antes había visto en sus ojitos, aplaudió dando saltitos aun en el banco, pero como era de esperarse no se contuvo y salió disparada del asiento para dar vueltas a velocidad de la luz alrededor de mi madre y de mi.

-Pero no se su nombre- corte toda esa felicidad única en mi hermana, convirtiéndola en enojo y brazos cruzados.

-¿Cómo que no sabes su nombre?, ¡¿Por qué no le preguntaste?!

-Emm… es un tema del que no quiero hablar, yo no soy el indicado para contarla, aunque lo haiga presenciado solo para salvarla.

-¿A qué te refieres Edwadr?, ¿Qué le paso a esa muchacha?- dijo Carslie detrás de mí, tomando mi hombro.

Genial… ahora solo falta Jasper, Emmet y Rosalie.

-¿Y ahora que les pasa a todos en esta familia?, ¿Por qué reaccionan asi?, con Tanya nunca me pidieron explicaciones- todos estaban reaccionando raro.

Todos actuando raro en una familia fuera de lo común, ¡que ironia!

-Es fácil Edward, con los ojos del amor- dijo Alice suspirando.

-También porque con Tanya nunca sentiste estas extrañas sensaciones Edward, sola una amistad que a ella no le pareció- dijo Jasper después de entrar por la ventana que daba a la oscuridad del bosque.

Empecé a escuchar esa risa única y ruidosa de nada más y nada menos que de Emmet, acompañado de Rosalie, que según ella era la vampira más bella de este clan.

No cabe duda que en una familia de vampiros si pueden existir locos…

-No pienso decirles nada con Emmet presente, el siempre esta  cerraba mis ojos mirando a Emmet que iba llegando a nosotros.

-¿Qué?, ¿Por qué me miras así?, no he hecho nada, acabo de llegar, ni siquiera se de lo que estás hablando Edward- dijo Emmet con el seño fruncido.

Aunque no me importa mucho hermanito, siempre y cuando me pueda burlar de ti…

-Sé lo que tramas en tu cabezota loca Emmet, recuérdalo- dije llevando mi dedo índice a mi cien viendo a Emmet.

¡Rayos!

-No me importa que no sepas, y no quiero que te enteres, en cuanto lo sepas no aguantaras la risa y no quiero estar presente para soportarte- me levante de mi asiento rodeado por toda mi familia, al otro segundo después estaba en mi cuarto con el seguro de la puerta puesto, oí a Alice venir tratando de abrir la puerta.

-Edward, por favor, ábreme, quiero hablar seriamente contigo hermanito, no quiero que vuelvas a estar solo de nuevo, porfa, es en serio- dijo Alice al otro lado de la puerta, su voz decía la verdad al igual que sus pensamientos, decidí abrirle, de todos modos sino lo hacia la tendría pegada a la puerta por un tiempo indefinido hasta que cediera, solo a ella le contaría las cosa extrañas que me sacudían internamente con la chica.

Suspire, me senté en mi sillón de cuero y Alice se sentó junto a mi más tranquila.

¡Vaya Alice!, cuando quieres saber algo no te rindes con facilidad…

Mi hermana espero paciente a que hablara.

Fue violada Alice- lo dije, sin rodeos, solo directo al punto.

Perdón Alice por decírtelo así, pero tú tienes la culpa, además no sabia como explicártelo.

¿Qué?- dijo Alice con la mirada perdida, reviviendo una visión en su cabeza y también yo en la mía.

Por favor Alice, no revivas ese momento, me siento tan culpable e impotente- dije apretando fuertemente mis ojos para borrar esa verdad.

Edward, no te sientas así- dijo Alice- no es tu culpa que hayas llegado a tiempo para evitar esa tragedia- poso una mano sobre mi hombro.

Abajo podía escuchar a Jasper, y él me sentía a mí, pude sentir que mis culpas se alejaban, dando lugar a la paz.

¿En serio crees eso Alice?- dije con la seguridad que Jasper me proporcionaba, trate de levantarme animo yo mismo, no quería invadir a Jasper.

Gracias amorcito- decía Alice para Jass con una sonrisa.

Claro Edward, mira el lado positivo de esto- dijo Alice enseñándome telepáticamente lo que sucedería entre la humana y yo.

… estaba yo con ella, tratando por días que saliera de su burbuja negra para que confiara en mi, viéndome con esos esplendidos ojos que nadie del mundo donde ella provenía podría apartarme de ella, sus ojos tenía una extraña conexión conmigo, difícil de explicar, fácil entre mis ojos y sus ojos…

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Bella.

Desperté de nuevo en mi cama, no recuerdo haber regresado a dormir por mi propio pie.

Me dirigí al baño, abrí el agua caliente y la deje correr, me despoje de mis ropas y entre a la ducha, deje que el agua ardiendo tocara mi cuerpo, quería alejar el frio, pero sobretodo el olor a ese estúpido que casi me mataba a golpes.

No mas humillaciones, no mas Isabella.

Después de arreglarme, fui a la cocina y me prepare unos deliciosos hot cakes con un vaso de leche para desayunar, hoy mi apetito estaba deseoso de tener comida dentro de su sistema, no solo oxigeno.

Al terminar mi desayuno y lavarme los dientes, tome mi mochila y camine a la escuela, al llegar, me presente en la oficina de director, le explique que deseaba cambiarme del turno vespertino al turno matutino, que no estaba convencida con el horario vespertino por así decirlo en el que me encontraba, al principio creyo que yo era una chica problemática por los golpes, pero solo le dije que habían intentado robarme y que no paso a mayores, no cambio mis planes en absoluto, el cambio fue rápido, no tenia reportes en mi expediente y los maestros se referían a mí como buena alumna, y por supuesto no tenia materia reprobadas, me dio un recado para que se lo entregara a la secretaria, ella se lo quedo, a cambio me dio mi horario nuevo, llevaría las mismas materia, no había problema.

Salí del instituto y fui a la cafetería “Cafeinno”, lugar favorito de mi amiga Angela, y efectivamente se encontraba allí, en una de las mesas dentro del local, entre y me dirigí a la caja, debía consumir, ¿no?, se supone que a eso va a un café, ordene uno sabor vainilla, el de siempre, no podía apetecer un café mejor que el de vainilla, algún día probaría otro sabor, pero no será hoy.

Me senté frente Angela en la misma mesa.

-Hola, Angela- la salude mientras le daba las gracias al chico que se encargo de llevarme mi café esta la mesa.

-Hola, Bella, ¡que sorpresa!, ¿Qué te paso?- me dijo mi amiga sorbiendo de su café y observando los golpes que se notaban a simple vista en mi cara y manos, trate de cubrirme lo más posible con mi pantalón de mezclilla, una sudadera azul marino, acompañada de una chaqueta azul claro, después de todo estábamos en temporada de frio, no había problema, podría cubrirme todos los días sin que nadie se diera cuenta de los golpes que intentaba ocultar, para nada me estaba sirviendo hasta que con el tiempo se me fueran borrando lentamente.

-Me asaltaron- dije, mejor decidir decirle eso, estaba cerca de ser verdad, de hecho si me habían robado, mi virginidad, pero solo me engañaba a mí misma, prefería eso a contagiar de lagrimas y tristeza por nadie a Angela, tome un sorbo de mi café mientras daba ligeros soplidos para no quemarme la lengua.

-Qué bueno que estas bien Bella, ¡esos salvajes!, como te dejaron, al menos no te hicieron algo peor- sorbió de su café con fuerza, se notaba que a ella le gustaba el café bien caliente.

¿Eso crees?, prefiero que creas eso a que te enteres de la verdad.

-No Angela, estoy bien, solo fueron unos cuantos golpes, en serio, estoy bien- dije mientras la ayudaba a calmarse.

-¿Cuándo fue esto Bella?- me pregunto queriendo saber más, pero para despistar le dio otro sorbo a su café.

-Ayer, saliendo de la escuela-, ¡aunch!, eso me pasa por sorber café tan rápido para bloquear una respuesta a una pregunta,- pero ya no preguntes mas sobre eso, cambiemos de tema- no pensaba darle más información.

-Bueno, ¿Qué haces aquí?- tomando un poco de café.

-Vine a verte y a despedirme- dije sinceramente, debía hacerlo porque a partir de mañana no la vería.

-¿Despedirte?- dejo a un lado su café para escucharme atentamente.

-Sí, -sorbí un poquito de mi café, no deseaba otra quemadita en mi lengua-decidí cambiarme al turno de la mañana, no quiero que me ocurra esto otra vez- dije haciendo una mueca de tristeza, Angela también lo estaba- además, ya estoy oyendo en mi cabeza lo que Charlie me dirá cuando se entere…, mientras tomaba mas café.

… Bella aun eres muy chica para vivir sola, debiste rentar un cuarto con compañera para que no vivieras sola hija… regresa conmigo Bella, en tu propia casa con tu padre estas más segura que en tu departamento… necesito que estés aquí conmigo, la comida no es igual desde que te fuiste mi cielo…

Solo para eso me necesitaba Charlie con él, para prepararle sus comida favoritas, como el no salía de huevo, espagueti, ensaladas, yo era la que hacia todo en la casa, podía alguien entrar a robar a la casa y él ni en cuenta, nunca estaba en casa, era lo mismo que vivir en un mi ahora apartamento, vivir sola.

-Angela, no te pongas así- dije- puedes venir a visitarme, seguimos siendo amigas, no hay porque ponernos tristes- hice una cara feliz mientras tomaba un poco mas de mi café.

-Ok, pero será extraño ir a la escuela y no verte, sentarte junto a mí en clases, almorzar juntas…

-Oh, vamos, seguiremos viéndonos, podemos planear mas salidas como esta, aunque esta no fue planeada- reímos juntas y sorbimos más café.

-De acuerdo pero regresando al tema del asalto, ¿Cómo te libraste de ellos?

Temía que preguntaras eso, distrayéndome para encerrarme con la pregunta del millón.

-Pues no fue tarea fácil, un chico, no se su nombre pero conducía un Volvo plateado…- dije recordándolo, pose mi mano izquierda apoyada debajo de mi mentón.

-¿Bella?- dijo Angela regresándome con ella y alejándome de los buenos recuerdos de esa noche- tal parece que te gusto- dijo mi amiga poniendo atención a mis reacciones.

-Angela, ¿Cómo crees?, si no lo conozco, es un extraño para mí como yo para el-  dije tratando de actuar normal, no pensaba dejar que me atacara con otras miles de preguntas, sorbí un poco mas de mi café tratando de que eso no me diera algún interés, pero sí que lo tenía, sus ojos ocultaban cosas, sentimientos…

-Solo digo que tal vez algún día- tomo de su café y siguió- por azar del destino vuelvas a verlo sin que te lo esperes- dijo mi amiga sorbiendo algo de su café, aparentando ningún interés, yo fingía mejor que ella.

Crees engañarme Angela,  eres mi amiga, te conozco muy bien, además ni siquiera habías tomado ni un sorbo de tu café cuando te dije que me “asaltaron”, no sabes fingir.

-Es poco probable, no creo que sea de por aquí, nunca lo había visto- dije intentado luchar contra el deseo de dejarme llevar por mis pocos momentos con eso chico.

-Entonces, en ese caso, ¿Qué estaría haciendo tan tarde paseando en su Volvo?, ¿esperando encontrarte de la nada hasta dar contigo?

Buen punto Angela, diste en el blanco.

-No lo sé, tal vez es nuevo en el pueblo y estaba perdido o yo que voy a saber- dije tomando otro sorbito de café para entrar en calor poco a poco.

-Mmm… buena suerte mañana en el nuevo turno Bella, nos vemos después- dijo Angela levantándose de su silla y tomando su café para írselo tomando en el camino mientras se dirigía a otro lugar, yo hice lo mismo.

-Adiós Angela- dije con mi mano libre.

Después de despedirme de Angela, tire lo poco que quedaba de mi café en el contenedor de basura más cercano, tanto café en mi cuerpo no iba a dejarme dormir con tanta cafeína, de por si tengo problemas para dormir, aun peor tomando tanto café tan seguido, salí de la cafetería para regresar al edificio y organizar mis cosas para mi “nuevo regreso a clases matutino”.

Si en serio existes destino, no más sorpresas en mi vida.

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Amores!! Comentarios para Twilightmaníaca o Pame, como gusten llamar a esta hermosa niña. Besos!!