Invitame un cafecito

Invitame un café en cafecito.app

Gracias por tu visita, los fics que se publican aquí son salidos de mi imaginación, con los personajes prestados de la gran Meyer… te agradecería que me avisaras si ves algún fic mío publicado por la web, eso se llama plagio y hay que combatirlo. Gracias!

Te toma muchos minutos leer un capitulo? Entonces puedes tomarte un minuto para comentar, no pido nada más. Escribe que algo dejas y lee que algo llevas.


Song shoot 10: "No quiero hablar sobre eso". Concurso "Notas de amor"


Nombre: I don´t want to talk about it
Cantantes: Rode Stewart & Amy Belle
Autora: Dulce María
Pareja central: Bella & Edward
Raiting: k

“No quiero hablar sobre eso”

Me sentía nerviosa pues estaba ansiosa por verlo, después de pasar el peor mes completamente sola, sin él, era de esperar este estado en el que estaba. Me senté en el sofá de nuestro departamento mientras esperaba su llegada.

No supe en qué momento me dormí pero de pronto sentí unos brazos fuertes a mí alrededor y eso me hizo abrir los ojos sorprendida.

—Tranquila mi amor, soy yo— me dijo esa voz aterciopelada que tanto amaba.

—Edward— susurre sonriendo mientras lo abrazaba. ¡Dios! Su aroma me llego y me estremeció, estaba tan necesitada de su calor. Suspire. — ¿Tienes mucho tiempo aquí? — pregunte alejándome pero solo un poco.

—Llegue hace una hora pero te vi tan relajada que no quise despertarte— me dijo acariciando mi cabello. —No sabes cuánto te extrañe pequeña— dijo con esa mirada llena de amor que siempre me desarmaba por completo.

— Edward yo también te extrañe y mucho— le dije con verdadera sinceridad en mis palabras mientras me acercaba a su rostro para besarlo. Fue un beso con un comienzo de ternura pero poco a poco se torno lleno de ansiedad y pasión.

Amaba a Edward Cullen. Lo conozco desde siempre. Primero fue mi amigo, el mejor, luego se convirtió en mi confidente, mi escudo, finalmente es y será siendo el amor de mi vida. Él era todo para mí. La única familia que tenía después del terrible accidente que me arrebato a mis padres a la edad de 10 años. Desde siempre supe que estaba enamorada de él.

Edward me tomo en brazos y me llevo a nuestra habitación. Me recostó suavemente sobre la cama. —Te necesito Bella— dijo con voz gruesa y con el brillo de deseo en sus ojos maravillosamente verdes. Sonreí y asentí. Él era el dueño de mi cuerpo y de mi alma. El dueño de mi corazón.

Recordé que aun no le había preguntado sobre ese viaje pero supe que lo había hecho apropósito porque aun no estaba preparada para esa respuesta...

—Toma todo de mi Edward— susurre mientras acariciaba su rostro. Él me regalo esa sonrisa torcida que tanto adoraba.

Me hizo el amor durante el resto de la noche, primero de la forma más tierna posible y luego de manera frenética y llena de necesidad. Una necesidad que los dos compartíamos.

Ya cuando los dos terminamos saciados y llenos de satisfacción sentí y escuche como su respiración se tornaba relajada y tranquila y supe en seguida que se había quedado dormido. Dormido entre mis brazos. Sonreí.

Al recordar lo que pocos momentos atrás habíamos compartido me embargo una extraña sensación en mi pecho. Su forma de hacerme el amor fue tan diferente como otras veces, como si intentara marcarme y aprender cada lugar y parte de todo mi cuerpo... como si... Mi corazón se comprimió. ¡No! ¡Ya hubiera hablado conmigo! ¡Por favor! Suplique mentalmente mientras me levantaba a tomar una ducha necesitaba quitarme esa sensación de frialdad en mi cuerpo.

Cuando termine y salí del baño. Lo encontré aun dormido. Era completamente hermoso un dios en toda su gloria. Sonreí y me acerca a darle un suave beso en los labios sin despertarlo. Luego me dirigí a la sala a preparar algo de comer cuando vi su celular en la mesa del teléfono. Me detuve abruptamente, jamás me había acercado a su celular ni mucho menos tocarlo y verlo, pero algo dentro de mí hizo que me acercara y tomara su celular.

Lo que leí me destrozo por completo.

Era un mensaje de ella.

Este mes que pasamos juntos fue hermoso.
Ya te extraño.
T.

Deje caer el celular como si quemara. Escuche unos pasos... rápidamente lo levante y lo coloque en su lugar. Enseguida llegue a la cocina e intente normalizar mi respiración. No debía adelantarme a suponer cosas. Confiaba en Edward... tenía que hacerlo.

—Mi amor— me dijo Edward sonriendo en la puerta de la cocina. Trate de sonreír pero al parecer falle olímpicamente pues él se acerco preocupado a mí.

— ¿Estás bien Bella? — pregunto frunciendo el ceño.

—Si por supuesto. ¿Quieres desayunar? — pregunte para cambiar el tema. Edward me miro intensamente.
—Lo siento amor pero tengo que salir y solo tengo tiempo para bañarme y arreglarme pero por la noche te llevare a cenar. Hay cosas de las que tenemos que hablar—me dijo tan rápido y antes de que pudiera contestar algo ya se había ido.

Cerré mis ojos para tratar de contener las lágrimas que pugnaban por salir. Nuevamente el terror me invadió... ¿el no sería capaz de hacerme... no él no. Me repetía internamente.

Minutos después de verlo salir ya me había propuesto hablar con él mucho antes de esa “cena” por la noche. Por eso me había vestido al mismo tiempo que él y cuando me había preguntado a dónde saldría le había dicho que iría a visitar a Ángela. Me creyó.

Me sentía horrible por tener que seguir a Edward pero él jamás me habría permitido ir con él. Y menos cuando toda su familia trabajaba en la empresa Cullen. No tenía nada en contra de los Cullen y ellos tampoco contra mí. Al contrario me trataron muy bien y me consideraron parte de su familia. Los Cullen fueron amigos de mis padres.

Pero cuando me di cuenta de que estaba enamorada de Edward, me aleje de ellos porque sabía que nuestro amor no lo podrían aceptar, no cuando ellos me consideraban una niña para Edward, una niña de 17 años para su hijo de 28 años.

No, jamás tomarían en serio nuestra relación y eso lo supe en el mismo instante que vi en Carlisle la molestia en su mirada cuando nos encontró a Edward y a mí hace un año a punto de besarnos. Me sentí terrible y ese fue mi boleto para alejarme de los Cullen.

Desde entonces ya no los he vuelto a ver. Solo a Edward quien me confesó que también me quería y a partir de esa confesión vivimos juntos. Pero siempre tuve el temor dentro de mí que algún día no fuera lo suficiente para él y que se alejara de mí. Lamentablemente ese temor ahora era palpable y más por ese viaje...

Mientras manejaba mi coche a una cierta distancia lejos de su volvo plateado me di cuenta que no nos dirigíamos a la empresa sino a... a un hotel lujoso.

De nuevo ese dolor en mi pecho. “no pienses mal Bella no pienses mal” me repetía mientras estacionaba mi coche. Vi como él se adentraba al hotel y temblorosamente salí de mi coche.

Cuando por fin logre llegar al hotel, vi que se encaminaba a un pasillo y empujaba unas puertas de cristal. Estaba a punto de empujar esas puertas cuando me detuvieron.

—Lo siento señorita pero no es posible el acceso a ese salón. Están ensayando — dijo un hombre con traje. ¿Ensayando? ¿Qué sería lo que estaban ensayando?

—Bueno es que esa persona que acaba de entrar es amigo mío y pues me lo encontré y quise hablarle pero iba con prisa— termine sonriendo y rezando porque me creyera.

— ¿Es amiga del señor Cullen? — pregunto el hombre. No me sorprendí tanto por el hecho de que lo conociera pues sabía perfectamente que Edward era muy conocido en cualquier lugar.

—Sí. Edward es mi amigo— sonreí asintiendo.

—Bueno entonces no creo que haya problema porque la deje pasar— dijo y él mismo me abrió las puertas.
—Gracias— conteste.

Cuando entre mi corazón se detuvo. Toda la familia Cullen estaba en el salón. Rápidamente me aleje de la vista y me hice lugar en un rincón. Empecé a observar para saber qué era lo que hacían allí.

— ¿Están todos listos? ¿La novia esta lista?- pregunto un hombre con traje que estaba frente a... frente a Edward. Edward me daba la espalda, a su lado derecho reconocí a Carlisle, Emmett y Jasper, del lado izquierdo estaban Esme, Rosalie y Alice. ¿Qué era lo que estaban haciendo?

Al escuchar la tradicional marcha nupcial en todo el salón mi mundo se derrumbo. No podía ser cierto, pensé. Pero al ver como Edward volteaba para esperar y mirar a... regrese mi mirada hacía la entrada para ver a la “novia” y la encontré. Era ella. Era Tanya.

Un terrible dolor traspaso mi corazón al comprender el “ensayo”, era el ensayo de una boda pero no de cualquier boda, la boda de Edward. Cerré mis ojos y me encogí para esconderme detrás de un florero.

¡Dios mío! Ese mensaje... entonces él se paso ese mes junto a ella. Lo que respondía a mi pregunta no formulada en voz alta. Él no la había dejado, al contrario, durante ese mes habían preparado su boda y él me terminaría conmigo hoy en la noche...

Quería alejarme, quería correr, quería que se fuera el dolor, quería... tan solo no sentir nada. 

¿Por qué me hiciste esto Edward? ¿Por qué? Si sabias que te amaba. ¿Por qué me rompes el corazón de esta forma tan cruel?

Eran preguntas que jamás tendrían respuestas o al menos no quería escucharlas.

Me aleje del lugar sintiendo como las lágrimas se deslizaban por mi rostro en mi intento de huir, choque contra alguien y cuando levante mi rostro vi al hombre de traje que amablemente me había dejado pasar.
— ¿Se encuentra bien señorita?— pregunto y era claro por su expresión que estaba preocupado. Intente sonreír.

—Perfectamente. Usted sabe esto de las bodas pone a las mujeres algo sensibles— dije y termine soltando un sollozo agudo. Cerré mis ojos. No aguantaba el dolor. —Estaré bien — dije abriendo los ojos.
Él me miraba angustiado pero asintió. Me aleje del lugar y sin percatarme del tiempo llegue al departamento. Ya había tomado mi decisión.

Tome la maleta y empecé a guardar mis cosas. Cuando estaba a punto de salir de nuestro lugar y hogar por más de un año. Se escucho el teléfono pero no quise contestar y salí de ese lugar.

Cuando estaba dentro de mi carro busque mi celular y marque el número de Ángela.

Hola Bella— dijo y yo solloce. Su voz me... no sé que me hizo pero causo que me derrumbara. — ¡Dios santo! ¿Bella? Por favor contéstame ¿Estás bien? — me preguntaba con ese tono preocupado.
— No Angie, no estoy bien, me rompió el corazón, duele mucho. — seguí sollozando.   

— ¡Ese maldito bastardo! ¿Dónde estás? — pregunto desesperada. Ella sabía claramente que me refería a Edward. 

—Estoy dentro de mi coche, me iré Angie, no quiero verlo. Iré a tu casa— susurre llena de dolor.

Está bien Bella por favor ten cuidado, aquí te espero amiga me dijo y luego colgué. Estaba a punto de encender mi coche cuando vi como se estacionaba a mi lado el volvo plateado. Parpadee para dejar de ver borroso debido a mis lágrimas. Seque mi rostro con un pañuelo que saque de mi bolso.

Al parecer el destino quería que me enfrentara a él. Salí de mi coche y espere a que se acercara a mí. Sabía que a pesar de haber limpiado mi rostro aun eran claras las lágrimas que había derramado. Respire profundo.

— ¿Qué haces a fuera Bella? — pregunto sonriendo pero de inmediato se le borro esa sonrisa.

— ¿Cuándo tenías planeado decírmelo Edward? ¿El día de tu boda o en tu luna de miel? — le pregunte sin ninguna emoción en mi voz, porque ya estaba vacía.
— ¿Boda?... ¿Cómo te enteraste? — dijo en voz baja. Cerré mis ojos al darme cuenta que tontamente albergaba la esperanza de que él me dijera que todo había sido un mal entendido.
—Contéstame— replique fríamente.
— Bella, Tanya es la hija de unos amigos de mis padres y bueno hay una fusión de empresas que se lograría si ella se casa conmigo pero eso no significa que yo la ame Bella yo te amo a ti, yo te quiero junto a mí...— cada palabra pronunciada por su boca fue como mil cuchillas que se enterraban en mi corazón.
— ¿Está diciéndome que me quieres cómo tu amante? — le pregunte incrédula. No podía creer que Edward fuera capaz de querer algo tan bajo como eso.
—Por supuesto que no— dijo indignado.
—Pero tampoco te casarás conmigo— dije afirmando y al ver que no me respondía el hueco en mi pecho se hacía más grande y vacío.
—Entonces te casas con ella por la fusión de empresas— dije levantando una ceja.
—No es por eso sino porque Tanya está enferma y tal vez pueda morir y no puedo hacerle daño— dijo tratando de explicarse.
—Pero a mí si puedes hacerme daño, ¿verdad? — dije con rabia. Era injusto. Esa forma como Tanya tenía amarrado a Edward era tan bajo, y pensándolo bien ella no se veía nada enferma. ¡Por Dios! Si era una de las modelos más reconocidas en todo el país y por lo que sabía estaba más sana que nada.
—No, por supuesto que no— dijo desesperado. Se acerco a mí pero yo me aleje. Vi una mueca de dolor en su rostro pero no me importo. Yo estaba sufriendo más. —Dame una oportunidad Bella... hablare con Tanya y... esto se arreglara— dijo pero no le creí. Por qué después de todo llevaba siete años de conocerlo y de esos siete, un año viví con él y lo conocí mejor. —Iré ahora mismo hablar con Tanya. Te lo juro. —
No dije nada simplemente me acerque a él y lo bese suavemente en la mejilla.
—Haz lo que tengas que hacer— dije tranquilamente y luego observe como volvía a entrar en su volvo y arrancaba, alejándose.
—Adiós Edward— susurre mientras sentían nuevamente como salían a flote más lágrimas.
Entre en mi coche y seguí con mi camino. Un camino lejos de Edward. Me aleje del causante de este agujero profundo en mi pecho. Me aleje de la vida de Edward Cullen. Llámenme cobarde pero no me importaba, no soportaría más dolor con su presencia. No. No podría.
********************
Tres años después
—Mami qero fesa— decía la pequeña voz infantil de mi bebe.
—Tony, ya no más fresa después te dolerá el estomago— le dije mientras preparaba todo para la salida al parque.
—No mami, no me dolea el estomado— dijo sonriendo. Esa sonrisa me traía muchos recuerdos...
—Te dolerá y lo sabes. Y si eso pasa no podremos ir al parque— le dije y como suponía dejo de lado la fresa. Le coloque su mochila de “Cars” y tome mi bolso con todo lo necesario.
—¡Ángela! ¿Estás lista? — grite para que lograra escucharme ya que se encontraba en la segunda planta.
Después de haberme alejado de la vida de Edward no volví a saber nada de él y tampoco lo busque. A los dos meses después me había enterado que estaba embarazada y esa noticia había apartado el dolor de mi corazón roto. Era una bendición mi pequeño Anthony.
—LISTO— grito Ángela sonriendo.
— ¡tonces mamonos al paqe! —grito mi hijo entusiasmado. Reí al ver a mi amiga Ángela y mi hijo tan entusiasmados.
—Vamos entonces— dije sonriendo.
Al llegar al parque Tony tomo la mano de su tía y la llevo para que se subiera al resbaladero. Me carcajee al verla resbalarse y comportarse como niña pequeña. Me gire para buscar el lugar donde pondría el picnic y choque contra un duro pecho que si no me hubiera agarrado me habría caído de bruces.
—Lo siento y gracias— dije riendo por mi torpeza pero al levantar mi rostro para ver a mi salvador del posible ridículo de mí caída... mi corazón se detuvo y me puse pálida. Era Edward. Trate de alejarme pero él me lo impidió tomando mi brazo.
—Suéltame— exclame indignada por su trato.
— ¿Por qué te fuiste Bella? — pregunto con un dejo de dolor en su mirada. Trague y parpadee para contener a mis ojos.
Puedo decir por tus ojos
Que probablemente
has estado llorando por siempre,
Y las estrellas en el cielo
no significan nada para ti,
Son un espejo
—Edward no quiero hablar del pasado— dije fríamente.
No quiero hablar de eso,
de cómo rompiste mi corazón
—Por favor Bella, necesito hablar contigo— me dijo intensamente. Ahora que lo veía demasiado cerca ya veía los cambios en su físico, seguía igual de guapo pero ya se notaban sus más de treinta años. Suspire.
Si me quedo aquí solo un poco más de tiempo
Si me quedo aquí
¿Escucharás a mi corazón, corazón?
—Está bien Edward— dije y claramente escuche como me gritaba mi hijo, cerré mis ojos. —Tenemos que hablar— continúe abriendo mis ojos y vi que él tenía su mirada clavada detrás de mí. Sabía a quién observaba. Tantas emociones vi en su rostro que me quede sin aliento al ver cómo se le iba formando una sonrisa. Esa hermosa sonrisa torcida.
Voltee y me dirigí a Tony quien iba de la mano de una furiosa Ángela.
— ¿Qué demonios hace ese aquí? — me susurro furiosamente señalando a Edward. Me encogí de hombros.
—Hablar... de una vez por todas— conteste mientras tomaba la mano de Tony. Edward no se había movido de su lugar y observaba atentamente a Tony.
—Edward, te presento a Anthony mi hijo— dije tranquilamente Edward al escucharme salió de su trance y me miro, luego a Tony.
—Mucho gusto Anthony— dijo mientras se agachaba y lo saludaba de mano.
—oa ewar soy tony— dijo mi bebe sonriendo. Esa sonrisa era idéntica a la de Edward junto con ese brillo verde en su mirada.
—Ángela ¿podrías llevar a Tony a comprar un helado? — pregunte y mi amiga simplemente asintió e ignorando a Edward se fue con mi tesoro.
— ¿Anthony es...- empezó a preguntar pero lo interrumpí.
—Sí es tu hijo. Dos meses después de que me fui me entere que estaba embarazada pero no quise buscarte porque sencillamente no quería sufrir, sabía que hacía mal pero aunque suene egoísta no quise sufrir teniéndote cerca. — dije sinceramente.
—Yo... Bella lo siento, fui un estúpido. Tanya... —No quería escuchar nada relacionado con su matrimonio...
Si me quedo completamente solo,
¿Esconderán las sombras
el color de mi corazón?
Azul por las lágrimas,
negro por los temores de la noche.

—No quiero saber nada de tu relación con Tanya. Ahora que sabes que tienes un hijo no te voy a negar que lo visites ni mucho menos. Hablaremos poco a poco con Anthony para decirle que tú eres su padre. No te lo voy a negar Edward. — dije interrumpiéndolo.

Las estrellas en el cielo
no significan nada para ti,
Son un espejo

—Eso quiere decir que nosotros... — Antes de que terminara ya estaba negando con mi cabeza.
—No Edward, te lo dije, no quiero hablar del pasado, no hay ni un nosotros, eso acabo cuando me rompiste el corazón— dije con voz neutra.
No quiero hablar de eso,
de cómo rompiste mi corazón
Si me quedo aquí solo un poco más de tiempo
Si me quedo aquí
¿Escucharás a mi corazón, corazón?
—Bella dame la oportunidad de explicarte las cosas, debes saber en realidad todo lo que paso después de que te fuiste— dijo tomando mi manos. No sabía qué hacer, lo único que sabía era que no quería sufrir ni mucho menos derrumbarme y menos ahora teniendo a Tony, quien necesitaba una mamá completa y no herida.
—Edward... yo... — empecé a balbucear. No sabía que decirle.
—Bella, cuando te fuiste, termine el trato de la fusión de las empresas y le dije a Tanya que no habría boda. Al regresar me encuentro que tú ya te habías ido y sufrí como no tienes idea, con tu distanciamiento pague los errores que cometí contigo. Te busque por todos lados pero nunca creí encontrarte aquí en Forks y por eso no te busque aquí pues sabía que te traía muchos recuerdos dolorosos... Por favor Bella dame la oportunidad de ser parte de tu vida y de nuestro hijo. Te amo Bella y quiero que seas mi esposa. — dijo mirándome intensamente. Cada palabra curaba poco a poco las heridas en mi corazón pero sobre todo hacía sanar es agujero en mi pecho...
—Edward muchas veces el amor no es suficiente— dije con voz neutra y me dolió ver su expresión de tristeza y dolor. —Pero siempre habrá maneras de que ese amor se sobreponga ante todo. Cuando uno quiere se puede lograr. Y porque aun creo en eso, te daré la oportunidad. — dije sonriendo. Segundos después Edward me tomo del rostro y me beso tiernamente.
—Te amo Bella y ten por seguro que pondré todo de mi parte para hacerte feliz, a ti y a nuestro hijo— me dijo con esa sonrisa torcida. Asentí.
— ¿poqe besas a mi mama ewar?— pregunto una pequeña voz infantil a nuestras espaldas. Voltee y me encontré a Tony con su boca manchada de chocolate por el helado y a Ángela muy seria.
—Porque tú mamá es muy guapa— dijo guiñando un ojo haciendo reír a Tony. —Vamos campeón, vamos a los columpios ¿si? — le pregunto y Tony empezó a saltar y asentir. Se fueron a los columpios. Sonreí ante la imagen de los dos. Padre e hijo. Una lágrima se me escapo y rápidamente me la quite. Voltee a ver a Ángela y seguía mirándome seriamente.
—Supongo que ya lo perdonaste— dijo aun seria.
—No del todo Ángie, no del todo. Hay heridas que tardan en curarse pero con el tiempo se compondrán. — dije tomando sus manos. Era cierto lo que le decía aun no perdonaba del todo a Edward.
—No me entusiasma mucho la idea de que regreses con Edward pero eres una persona adulta y muy capaz. Harás lo correcto amiga—me dijo sonriendo.
Estaba segura que con el tiempo me curaría y cerrarían por completo esas heridas pero también estaba segura que aun tenía mucho camino que recorrer junto a Edward por que a fin de cuentas cuando te rompen el corazón este queda temeroso por arriesgarse a volver a amar. Y temía que Edward volviera a romperlo... pero el que no se arriesga no gana. Y yo me voy a arriesgar.
 ....................................
Gracias Dulce María otra vez. Besos y suerte!

12 comentarios:

Rios de Tinta dijo... [Responder]

Hola ¿Como estás? Bueno la verdad es que yo no lo habría perdonado tan fácilmente al fin y al cabo él la estaba engañando y aunque pienso que se lo iba a decir esa noche, no se porque me da que el hecho d de que Bella lo descubra es lo que hace que se decida a dejar a Tanya ¿que habría pasado sino? ¿si se lo hubiera dicho aquella noche también su decisión hubiera sido dejar a Tanya?
Bueno he de decirte que me gusto mucho es Song Shot.Me gusta que me dejen con preguntas y teorías ja,jja,a
un beso y suerte

Rios de Tinta dijo... [Responder]

Bueno se me olvidó decirte ja,ja,ja, que como es Edward y se trata de Bella a la larga le perdona todo ¿o no? Si es que la palabra perdón es muy bonita.
un beso de nuevo.

Anónimo dijo... [Responder]

no me gustó para nada . muy machista

K dijo... [Responder]

hijo de #$#$(/&%!!!! yo le hubiese dado una bofetada y vete por donde viniste! mira que olvidarse todo como si nada hubiese pasado! aagg....pero bueno... a veces somos débiles de corazón. Muchas gracias por participar y mucha suerte!

Bell.mary dijo... [Responder]

Bueno creo que yo no lo hubiera perdonado tan facilmente se la pondria mas dificil, porque a final de cuentas el la estaba engañando y quien sabe que hubiera pasado si ella no se entera por si misma...... pero sin lugar a dudas cuando te enamoras te vuelves debil..... Suerte......

Camila Cullen Masen dijo... [Responder]

Me encanto aunque estuvo algo feo por lo que el le hiso pero te quedo muy padre, yo no lo hubiera perdonado tan facil es mas lo hubiera mandado a la china pero psss hay veces en que uno es debil

Lumy Cullen dijo... [Responder]

Chica el capí estuvo muy bueno. Me dio mucha tristeza que Edward engañara a Bella, ya que no me lo esperaba. No pense que ella lo perdonará tan fácil, aunque sé que el amor es así. Además con ello le da la oportunidad a Anthony de conocer a su padre. Te deseo mucho éxito, Saludos!!!!

Ada Parthenopaeus dijo... [Responder]

aauuuuu!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! yo veo eso y ni paso a recoger mi ropa me largo sin pensarmelo dos veces..... pobre Bella, si es feo que te rompan el corazon verdad... bueno un abracitoy suerte

karla dijo... [Responder]

k tristeza y k dolor, yo tampoko lo perdonaba tan pronto, k sufra el condenado un pokito mas, buena historia felicidades

Leticia dijo... [Responder]

medio triste pero con un final feliz =) me gusto mucho, suerte!

anamart05 dijo... [Responder]

Hola, yo no lo hubiera perdonado tan facilmente, aunque los tres años de sufrimiento se le están bien empleados. ¿Cuando le iba a decir que se iba a casar con Tanya? En la cena de esa noche? O no se lo iba a decir y la iba a seguir engañando, como todo el mes anterior?.
No sólo se iba a casar con la otra, sino que además había engaño, y sólo dejo a Tanya pq Bella lo descubrio.
Si que se le ve contento con su hijo ahora, pero creo ganarse otra vez la confianza de Bella le costará mucho, mucho tiempo.
Suerte y besos

flopii cullen dijo... [Responder]

Hay que tireno (suspiros), me alegra saber que termino bien ya me veia derramando unas lagrimitas como tonta jaja
Suerte!!!