Nombre: I don´t want to talk about it
Cantantes: Rode
Stewart & Amy Belle
Autora: Dulce María
Pareja central: Bella
& Edward
Raiting: k
“No quiero hablar sobre eso”
Me sentía nerviosa pues estaba ansiosa por verlo, después de pasar
el peor mes completamente sola, sin él, era de esperar este estado en el que
estaba. Me senté en el sofá de nuestro departamento mientras esperaba su
llegada.
No supe en qué momento me dormí pero de pronto sentí unos brazos
fuertes a mí alrededor y eso me hizo abrir los ojos sorprendida.
—Tranquila mi amor, soy yo— me dijo esa voz aterciopelada que tanto
amaba.
—Edward— susurre sonriendo mientras lo abrazaba. ¡Dios! Su aroma me
llego y me estremeció, estaba tan necesitada de su calor. Suspire. — ¿Tienes
mucho tiempo aquí? — pregunte alejándome pero solo un poco.
—Llegue hace una hora pero te vi tan relajada que no quise
despertarte— me dijo acariciando mi cabello. —No sabes cuánto te extrañe
pequeña— dijo con esa mirada llena de amor que siempre me desarmaba por
completo.
— Edward yo también te extrañe y mucho— le dije con verdadera
sinceridad en mis palabras mientras me acercaba a su rostro para besarlo. Fue
un beso con un comienzo de ternura pero poco a poco se torno lleno de ansiedad
y pasión.
Amaba a Edward Cullen. Lo conozco desde siempre. Primero fue mi
amigo, el mejor, luego se convirtió en mi confidente, mi escudo, finalmente es
y será siendo el amor de mi vida. Él era todo para mí. La única familia que
tenía después del terrible accidente que me arrebato a mis padres a la edad de
10 años. Desde siempre supe que estaba enamorada de él.
Edward me tomo en brazos y me llevo a nuestra habitación. Me recostó
suavemente sobre la cama. —Te necesito Bella— dijo con voz gruesa y con el
brillo de deseo en sus ojos maravillosamente verdes. Sonreí y asentí. Él era el
dueño de mi cuerpo y de mi alma. El dueño de mi corazón.
Recordé que aun no le había preguntado sobre ese viaje pero supe que
lo había hecho apropósito porque aun no estaba preparada para esa respuesta...
—Toma todo de mi Edward— susurre mientras acariciaba su rostro. Él
me regalo esa sonrisa torcida que tanto adoraba.
Me hizo el amor durante el resto de la noche, primero de la forma
más tierna posible y luego de manera frenética y llena de necesidad. Una
necesidad que los dos compartíamos.
Ya cuando los dos terminamos saciados y llenos de satisfacción sentí
y escuche como su respiración se tornaba relajada y tranquila y supe en seguida
que se había quedado dormido. Dormido entre mis brazos. Sonreí.
Al recordar lo que pocos momentos atrás habíamos compartido me
embargo una extraña sensación en mi pecho. Su forma de hacerme el amor fue tan
diferente como otras veces, como si intentara marcarme y aprender cada lugar y
parte de todo mi cuerpo... como si... Mi corazón se comprimió. ¡No! ¡Ya hubiera
hablado conmigo! ¡Por favor! Suplique mentalmente mientras me levantaba a tomar
una ducha necesitaba quitarme esa sensación de frialdad en mi cuerpo.
Cuando termine y salí del baño. Lo encontré aun dormido. Era
completamente hermoso un dios en toda su gloria. Sonreí y me acerca a darle un
suave beso en los labios sin despertarlo. Luego me dirigí a la sala a preparar
algo de comer cuando vi su celular en la mesa del teléfono. Me detuve
abruptamente, jamás me había acercado a su celular ni mucho menos tocarlo y
verlo, pero algo dentro de mí hizo que me acercara y tomara su celular.
Lo que leí me destrozo por completo.
Era un mensaje de ella.
Este mes que pasamos
juntos fue hermoso.
Ya te extraño.
T.
Deje caer el celular como si
quemara. Escuche unos pasos... rápidamente lo levante y lo coloque en su lugar.
Enseguida llegue a la cocina e intente normalizar mi respiración. No debía
adelantarme a suponer cosas. Confiaba en Edward... tenía que hacerlo.
—Mi amor— me dijo Edward sonriendo en la puerta de la cocina. Trate
de sonreír pero al parecer falle olímpicamente pues él se acerco preocupado a
mí.
— ¿Estás bien Bella? — pregunto frunciendo el ceño.
—Si por supuesto. ¿Quieres desayunar? — pregunte para cambiar el
tema. Edward me miro intensamente.
—Lo siento amor pero tengo que salir y solo tengo tiempo para
bañarme y arreglarme pero por la noche te llevare a cenar. Hay cosas de las que
tenemos que hablar—me dijo tan rápido y antes de que pudiera contestar algo ya
se había ido.
Cerré mis ojos para tratar de contener las lágrimas que pugnaban por
salir. Nuevamente el terror me invadió... ¿el no sería capaz de hacerme... no
él no. Me repetía internamente.
Minutos después de verlo salir ya me había propuesto hablar con él
mucho antes de esa “cena” por la noche. Por eso me había vestido al mismo
tiempo que él y cuando me había preguntado a dónde saldría le había dicho que
iría a visitar a Ángela. Me creyó.
Me sentía horrible por tener que seguir a Edward pero él jamás me
habría permitido ir con él. Y menos cuando toda su familia trabajaba en la
empresa Cullen. No tenía nada en contra de los Cullen y ellos tampoco contra
mí. Al contrario me trataron muy bien y me consideraron parte de su familia.
Los Cullen fueron amigos de mis padres.
Pero cuando me di cuenta de que estaba enamorada de Edward, me aleje
de ellos porque sabía que nuestro amor no lo podrían aceptar, no cuando ellos
me consideraban una niña para Edward, una niña de 17 años para su hijo de 28
años.
No, jamás tomarían en serio nuestra relación y eso lo supe en el
mismo instante que vi en Carlisle la molestia en su mirada cuando nos encontró
a Edward y a mí hace un año a punto de besarnos. Me sentí terrible y ese fue mi
boleto para alejarme de los Cullen.
Desde entonces ya no los he vuelto a ver. Solo a Edward quien me
confesó que también me quería y a partir de esa confesión vivimos juntos. Pero
siempre tuve el temor dentro de mí que algún día no fuera lo suficiente para él
y que se alejara de mí. Lamentablemente ese temor ahora era palpable y más por
ese viaje...
Mientras manejaba mi coche a una cierta distancia lejos de su volvo
plateado me di cuenta que no nos dirigíamos a la empresa sino a... a un hotel
lujoso.
De nuevo ese dolor en mi pecho. “no
pienses mal Bella no pienses mal” me repetía mientras estacionaba mi coche.
Vi como él se adentraba al hotel y temblorosamente salí de mi coche.
Cuando por fin logre llegar al hotel, vi que se encaminaba a un
pasillo y empujaba unas puertas de cristal. Estaba a punto de empujar esas
puertas cuando me detuvieron.
—Lo siento señorita pero no es posible el acceso a ese salón. Están
ensayando — dijo un hombre con traje. ¿Ensayando? ¿Qué sería lo que estaban
ensayando?
—Bueno es que esa persona que acaba de entrar es amigo mío y pues me
lo encontré y quise hablarle pero iba con prisa— termine sonriendo y rezando
porque me creyera.
— ¿Es amiga del señor Cullen? — pregunto el hombre. No me sorprendí
tanto por el hecho de que lo conociera pues sabía perfectamente que Edward era
muy conocido en cualquier lugar.
—Sí. Edward es mi amigo— sonreí asintiendo.
—Bueno entonces no creo que haya problema porque la deje pasar— dijo
y él mismo me abrió las puertas.
—Gracias— conteste.
Cuando entre mi corazón se detuvo. Toda la familia Cullen estaba en
el salón. Rápidamente me aleje de la vista y me hice lugar en un rincón. Empecé
a observar para saber qué era lo que hacían allí.
— ¿Están todos listos? ¿La novia esta lista?- pregunto un hombre con
traje que estaba frente a... frente a Edward. Edward me daba la espalda, a su
lado derecho reconocí a Carlisle, Emmett y Jasper, del lado izquierdo estaban
Esme, Rosalie y Alice. ¿Qué era lo que estaban haciendo?
Al escuchar la tradicional marcha nupcial en todo el salón mi mundo
se derrumbo. No podía ser cierto, pensé. Pero al ver como Edward volteaba para
esperar y mirar a... regrese mi mirada hacía la entrada para ver a la “novia” y
la encontré. Era ella. Era Tanya.
Un terrible dolor traspaso mi corazón al comprender el “ensayo”, era
el ensayo de una boda pero no de cualquier boda, la boda de Edward. Cerré mis
ojos y me encogí para esconderme detrás de un florero.
¡Dios mío! Ese mensaje... entonces él se paso ese mes junto a ella.
Lo que respondía a mi pregunta no formulada en voz alta. Él no la había dejado,
al contrario, durante ese mes habían preparado su boda y él me terminaría
conmigo hoy en la noche...
Quería alejarme, quería correr, quería que se fuera el dolor,
quería... tan solo no sentir nada.
¿Por qué me hiciste esto
Edward? ¿Por qué? Si sabias que te amaba. ¿Por qué me rompes el corazón de esta
forma tan cruel?
Eran preguntas que jamás tendrían respuestas o al menos no quería
escucharlas.
Me aleje del lugar sintiendo como las lágrimas se deslizaban por mi
rostro en mi intento de huir, choque contra alguien y cuando levante mi rostro
vi al hombre de traje que amablemente me había dejado pasar.
— ¿Se encuentra bien señorita?— pregunto y era claro por su
expresión que estaba preocupado. Intente sonreír.
—Perfectamente. Usted sabe esto de las bodas pone a las mujeres algo
sensibles— dije y termine soltando un sollozo agudo. Cerré mis ojos. No
aguantaba el dolor. —Estaré bien — dije abriendo los ojos.
Él me miraba angustiado pero asintió. Me aleje del lugar y sin
percatarme del tiempo llegue al departamento. Ya había tomado mi decisión.
Tome la maleta y empecé a guardar mis cosas. Cuando estaba a punto
de salir de nuestro lugar y hogar por más de un año. Se escucho el teléfono
pero no quise contestar y salí de ese lugar.
Cuando estaba dentro de mi carro busque mi celular y marque el
número de Ángela.
— Hola Bella— dijo y yo
solloce. Su voz me... no sé que me hizo pero causo que me derrumbara. — ¡Dios santo! ¿Bella? Por favor contéstame
¿Estás bien? — me preguntaba con ese tono preocupado.
— No Angie, no estoy bien, me rompió el corazón, duele mucho. —
seguí sollozando.
— ¡Ese maldito bastardo!
¿Dónde estás? — pregunto desesperada. Ella sabía claramente que me refería
a Edward.
—Estoy dentro de mi coche, me iré Angie, no quiero verlo. Iré a tu
casa— susurre llena de dolor.
—Está bien Bella por favor ten
cuidado, aquí te espero amiga— me
dijo y luego colgué. Estaba a punto de encender mi coche cuando vi como se
estacionaba a mi lado el volvo plateado. Parpadee para dejar de ver borroso
debido a mis lágrimas. Seque mi rostro con un pañuelo que saque de mi bolso.
Al parecer el destino quería que me enfrentara a él. Salí de mi
coche y espere a que se acercara a mí. Sabía que a pesar de haber limpiado mi
rostro aun eran claras las lágrimas que había derramado. Respire profundo.
— ¿Qué haces a fuera Bella? — pregunto sonriendo pero de inmediato
se le borro esa sonrisa.
— ¿Cuándo tenías planeado decírmelo Edward? ¿El día de
tu boda o en tu luna de miel? — le pregunte sin ninguna emoción en mi voz,
porque ya estaba vacía.
— ¿Boda?... ¿Cómo te enteraste? — dijo
en voz baja. Cerré mis ojos al darme cuenta que tontamente albergaba la
esperanza de que él me dijera que todo había sido un mal entendido.
—Contéstame— replique fríamente.
— Bella, Tanya es la hija de unos amigos de mis padres y
bueno hay una fusión de empresas que se lograría si ella se casa conmigo pero
eso no significa que yo la ame Bella yo te amo a ti, yo te quiero junto a
mí...— cada palabra pronunciada por su boca fue como mil cuchillas que se
enterraban en mi corazón.
— ¿Está diciéndome que me quieres cómo tu amante? — le
pregunte incrédula. No podía creer que Edward fuera capaz de querer algo tan
bajo como eso.
—Por supuesto que no— dijo indignado.
—Pero tampoco te casarás conmigo— dije afirmando y al
ver que no me respondía el hueco en mi pecho se hacía más grande y vacío.
—Entonces te casas con ella por la fusión de empresas—
dije levantando una ceja.
—No es por eso sino porque Tanya está enferma y tal vez
pueda morir y no puedo hacerle daño— dijo tratando de explicarse.
—Pero a mí si puedes hacerme daño, ¿verdad? — dije con
rabia. Era injusto. Esa forma como Tanya tenía amarrado a Edward era tan bajo,
y pensándolo bien ella no se veía nada enferma. ¡Por Dios! Si era una de las
modelos más reconocidas en todo el país y por lo que sabía estaba más sana que
nada.
—No, por supuesto que no— dijo desesperado. Se acerco a
mí pero yo me aleje. Vi una mueca de dolor en su rostro pero no me importo. Yo
estaba sufriendo más. —Dame una oportunidad Bella... hablare con Tanya y...
esto se arreglara— dijo pero no le creí. Por qué después de todo llevaba siete
años de conocerlo y de esos siete, un año viví con él y lo conocí mejor. —Iré
ahora mismo hablar con Tanya. Te lo juro. —
No dije nada simplemente me acerque a él y lo bese
suavemente en la mejilla.
—Haz lo que tengas que hacer— dije tranquilamente y
luego observe como volvía a entrar en su volvo y arrancaba, alejándose.
—Adiós Edward— susurre mientras sentían nuevamente como
salían a flote más lágrimas.
Entre en mi coche y seguí con mi camino. Un camino lejos de Edward.
Me aleje del causante de este agujero profundo en mi pecho. Me aleje de la vida
de Edward Cullen. Llámenme cobarde pero no me importaba, no soportaría más
dolor con su presencia. No. No podría.
********************
Tres
años después
—Mami qero fesa— decía la pequeña voz infantil de mi
bebe.
—Tony, ya no más fresa después te dolerá el estomago— le
dije mientras preparaba todo para la salida al parque.
—No mami, no me dolea el estomado— dijo sonriendo. Esa
sonrisa me traía muchos recuerdos...
—Te dolerá y lo sabes. Y si eso pasa no podremos ir al
parque— le dije y como suponía dejo de lado la fresa. Le coloque su mochila de
“Cars” y tome mi bolso con todo lo necesario.
—¡Ángela! ¿Estás lista? — grite para que lograra
escucharme ya que se encontraba en la segunda planta.
Después de haberme alejado de la vida de Edward no volví
a saber nada de él y tampoco lo busque. A los dos meses después me había
enterado que estaba embarazada y esa noticia había apartado el dolor de mi
corazón roto. Era una bendición mi pequeño Anthony.
—LISTO— grito Ángela sonriendo.
— ¡tonces mamonos al paqe! —grito mi hijo entusiasmado.
Reí al ver a mi amiga Ángela y mi hijo tan entusiasmados.
—Vamos entonces— dije sonriendo.
Al llegar al parque Tony tomo la mano de su tía y la
llevo para que se subiera al resbaladero. Me carcajee al verla resbalarse y
comportarse como niña pequeña. Me gire para buscar el lugar donde pondría el
picnic y choque contra un duro pecho que si no me hubiera agarrado me habría
caído de bruces.
—Lo siento y gracias— dije riendo por mi torpeza pero al
levantar mi rostro para ver a mi salvador del posible ridículo de mí caída...
mi corazón se detuvo y me puse pálida. Era Edward. Trate de alejarme pero él me
lo impidió tomando mi brazo.
—Suéltame— exclame indignada por su trato.
— ¿Por qué te fuiste Bella? — pregunto con un dejo de
dolor en su mirada. Trague y parpadee para contener a mis ojos.
Puedo
decir por tus ojos
Que probablemente
has estado llorando por siempre,
Y las estrellas en el cielo
no significan nada para ti,
Son un espejo
Que probablemente
has estado llorando por siempre,
Y las estrellas en el cielo
no significan nada para ti,
Son un espejo
—Edward no quiero hablar del pasado— dije fríamente.
No
quiero hablar de eso,
de cómo rompiste mi corazón
de cómo rompiste mi corazón
—Por favor Bella, necesito hablar contigo— me dijo
intensamente. Ahora que lo veía demasiado cerca ya veía los cambios en su
físico, seguía igual de guapo pero ya se notaban sus más de treinta años.
Suspire.
Si me
quedo aquí solo un poco más de tiempo
Si me quedo aquí
¿Escucharás a mi corazón, corazón?
Si me quedo aquí
¿Escucharás a mi corazón, corazón?
—Está bien Edward— dije y claramente escuche como me
gritaba mi hijo, cerré mis ojos. —Tenemos que hablar— continúe abriendo mis
ojos y vi que él tenía su mirada clavada detrás de mí. Sabía a quién observaba.
Tantas emociones vi en su rostro que me quede sin aliento al ver cómo se le iba
formando una sonrisa. Esa hermosa sonrisa torcida.
Voltee y me dirigí a Tony quien iba de la mano de una
furiosa Ángela.
— ¿Qué demonios hace ese aquí? — me susurro furiosamente
señalando a Edward. Me encogí de hombros.
—Hablar... de una vez por todas— conteste mientras
tomaba la mano de Tony. Edward no se había movido de su lugar y observaba
atentamente a Tony.
—Edward, te presento a Anthony mi hijo— dije
tranquilamente Edward al escucharme salió de su trance y me miro, luego a Tony.
—Mucho gusto Anthony— dijo mientras se agachaba y lo
saludaba de mano.
—oa ewar soy tony— dijo mi bebe sonriendo. Esa sonrisa
era idéntica a la de Edward junto con ese brillo verde en su mirada.
—Ángela ¿podrías llevar a Tony a comprar un helado? —
pregunte y mi amiga simplemente asintió e ignorando a Edward se fue con mi
tesoro.
— ¿Anthony es...- empezó a preguntar pero lo interrumpí.
—Sí es tu hijo. Dos meses después de que me fui me
entere que estaba embarazada pero no quise buscarte porque sencillamente no
quería sufrir, sabía que hacía mal pero aunque suene egoísta no quise sufrir
teniéndote cerca. — dije sinceramente.
—Yo... Bella lo siento, fui un estúpido. Tanya... —No
quería escuchar nada relacionado con su matrimonio...
Si me
quedo completamente solo,
¿Esconderán las sombras
el color de mi corazón?
Azul por las lágrimas,
negro por los temores de la noche.
¿Esconderán las sombras
el color de mi corazón?
Azul por las lágrimas,
negro por los temores de la noche.
—No quiero saber nada de tu relación con Tanya. Ahora
que sabes que tienes un hijo no te voy a negar que lo visites ni mucho menos.
Hablaremos poco a poco con Anthony para decirle que tú eres su padre. No te lo
voy a negar Edward. — dije interrumpiéndolo.
Las
estrellas en el cielo
no significan nada para ti,
Son un espejo
no significan nada para ti,
Son un espejo
—Eso quiere decir que nosotros... — Antes de que
terminara ya estaba negando con mi cabeza.
—No Edward, te lo dije, no quiero hablar del pasado, no
hay ni un nosotros, eso acabo cuando me rompiste el corazón— dije con voz
neutra.
No
quiero hablar de eso,
de cómo rompiste mi corazón
Si me quedo aquí solo un poco más de tiempo
Si me quedo aquí
¿Escucharás a mi corazón, corazón?
de cómo rompiste mi corazón
Si me quedo aquí solo un poco más de tiempo
Si me quedo aquí
¿Escucharás a mi corazón, corazón?
—Bella dame la oportunidad de explicarte las cosas,
debes saber en realidad todo lo que paso después de que te fuiste— dijo tomando
mi manos. No sabía qué hacer, lo único que sabía era que no quería sufrir ni
mucho menos derrumbarme y menos ahora teniendo a Tony, quien necesitaba una
mamá completa y no herida.
—Edward... yo... — empecé a balbucear. No sabía que
decirle.
—Bella, cuando te fuiste, termine el trato de la fusión
de las empresas y le dije a Tanya que no habría boda. Al regresar me encuentro
que tú ya te habías ido y sufrí como no tienes idea, con tu distanciamiento
pague los errores que cometí contigo. Te busque por todos lados pero nunca creí
encontrarte aquí en Forks y por eso no te busque aquí pues sabía que te traía
muchos recuerdos dolorosos... Por favor Bella dame la oportunidad de ser parte
de tu vida y de nuestro hijo. Te amo Bella y quiero que seas mi esposa. — dijo
mirándome intensamente. Cada palabra curaba poco a poco las heridas en mi
corazón pero sobre todo hacía sanar es agujero en mi pecho...
—Edward muchas veces el amor no es suficiente— dije con
voz neutra y me dolió ver su expresión de tristeza y dolor. —Pero siempre habrá
maneras de que ese amor se sobreponga ante todo. Cuando uno quiere se puede
lograr. Y porque aun creo en eso, te daré la oportunidad. — dije sonriendo.
Segundos después Edward me tomo del rostro y me beso tiernamente.
—Te amo Bella y ten por seguro que pondré todo de mi
parte para hacerte feliz, a ti y a nuestro hijo— me dijo con esa sonrisa
torcida. Asentí.
— ¿poqe besas a mi mama ewar?— pregunto una pequeña voz
infantil a nuestras espaldas. Voltee y me encontré a Tony con su boca manchada
de chocolate por el helado y a Ángela muy seria.
—Porque tú mamá es muy guapa— dijo guiñando un ojo
haciendo reír a Tony. —Vamos campeón, vamos a los columpios ¿si? — le pregunto
y Tony empezó a saltar y asentir. Se fueron a los columpios. Sonreí ante la
imagen de los dos. Padre e hijo. Una lágrima se me escapo y rápidamente me la
quite. Voltee a ver a Ángela y seguía mirándome seriamente.
—Supongo que ya lo perdonaste— dijo aun seria.
—No del todo Ángie, no del todo. Hay heridas que tardan
en curarse pero con el tiempo se compondrán. — dije tomando sus manos. Era
cierto lo que le decía aun no perdonaba del todo a Edward.
—No me entusiasma mucho la idea de que regreses con
Edward pero eres una persona adulta y muy capaz. Harás lo correcto amiga—me
dijo sonriendo.
Estaba segura que con el tiempo me curaría y cerrarían
por completo esas heridas pero también estaba segura que aun tenía mucho camino
que recorrer junto a Edward por que a fin de cuentas cuando te rompen el
corazón este queda temeroso por arriesgarse a volver a amar. Y temía que Edward
volviera a romperlo... pero el que no se arriesga no gana. Y yo me voy a
arriesgar.
12 comentarios:
Hola ¿Como estás? Bueno la verdad es que yo no lo habría perdonado tan fácilmente al fin y al cabo él la estaba engañando y aunque pienso que se lo iba a decir esa noche, no se porque me da que el hecho d de que Bella lo descubra es lo que hace que se decida a dejar a Tanya ¿que habría pasado sino? ¿si se lo hubiera dicho aquella noche también su decisión hubiera sido dejar a Tanya?
Bueno he de decirte que me gusto mucho es Song Shot.Me gusta que me dejen con preguntas y teorías ja,jja,a
un beso y suerte
Bueno se me olvidó decirte ja,ja,ja, que como es Edward y se trata de Bella a la larga le perdona todo ¿o no? Si es que la palabra perdón es muy bonita.
un beso de nuevo.
no me gustó para nada . muy machista
hijo de #$#$(/&%!!!! yo le hubiese dado una bofetada y vete por donde viniste! mira que olvidarse todo como si nada hubiese pasado! aagg....pero bueno... a veces somos débiles de corazón. Muchas gracias por participar y mucha suerte!
Bueno creo que yo no lo hubiera perdonado tan facilmente se la pondria mas dificil, porque a final de cuentas el la estaba engañando y quien sabe que hubiera pasado si ella no se entera por si misma...... pero sin lugar a dudas cuando te enamoras te vuelves debil..... Suerte......
Me encanto aunque estuvo algo feo por lo que el le hiso pero te quedo muy padre, yo no lo hubiera perdonado tan facil es mas lo hubiera mandado a la china pero psss hay veces en que uno es debil
Chica el capí estuvo muy bueno. Me dio mucha tristeza que Edward engañara a Bella, ya que no me lo esperaba. No pense que ella lo perdonará tan fácil, aunque sé que el amor es así. Además con ello le da la oportunidad a Anthony de conocer a su padre. Te deseo mucho éxito, Saludos!!!!
aauuuuu!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! yo veo eso y ni paso a recoger mi ropa me largo sin pensarmelo dos veces..... pobre Bella, si es feo que te rompan el corazon verdad... bueno un abracitoy suerte
k tristeza y k dolor, yo tampoko lo perdonaba tan pronto, k sufra el condenado un pokito mas, buena historia felicidades
medio triste pero con un final feliz =) me gusto mucho, suerte!
Hola, yo no lo hubiera perdonado tan facilmente, aunque los tres años de sufrimiento se le están bien empleados. ¿Cuando le iba a decir que se iba a casar con Tanya? En la cena de esa noche? O no se lo iba a decir y la iba a seguir engañando, como todo el mes anterior?.
No sólo se iba a casar con la otra, sino que además había engaño, y sólo dejo a Tanya pq Bella lo descubrio.
Si que se le ve contento con su hijo ahora, pero creo ganarse otra vez la confianza de Bella le costará mucho, mucho tiempo.
Suerte y besos
Hay que tireno (suspiros), me alegra saber que termino bien ya me veia derramando unas lagrimitas como tonta jaja
Suerte!!!
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