Se que mucha chance no tengo porque es algo tarde y hay relatos muy buenos, pero ingresé a este concurso igualmente contra todo pronostico, solo para no quedarme con la duda y en un futuro pensar "Y si...". Asi que participa un antiguo One Shoot de Twilight que fue editado y adaptado, Black Heart... ¿lo recuerdan?. Si se pueden dar una vuelta y leer y votar se los agradecería mucho... Mil gracias!!!
Clik en la imagen para ir a leer y votar...
Muchas gracias por darme su apoyo, como dije es mi primera vez en un concurso literario, nunca me había atrevido a concursar en nada. Vamos a ver qué sale... las amo y pronto estaré con ustedes, muchas gracias.
Un detalle... se puede votar todos los días
Aquí les dejo mi relato, adaptado y editado...
Obscuro Corazón
"Nadie sabe cómo se siente ser el hombre malo… ser el hombre
triste… detrás de los ojos verdes."
Horas y horas conmigo
mismo, minutos… segundos contados dentro de este cuarto blanco, dentro de estas
cuatro paredes, jugando y peleando con los fantasmas de mi pasado, de mi
presente y de mi futuro… en soledad.
Sin ver caras tan
solo aquellas que vienen para drogarme, inyectarme lo que me vuelve más loco…
lo que vuelve a mi corazón más y más negro… ¡Estúpidos! ¿Por qué directamente
no me inyectan cianuro en las venas para terminar de matarme? Sería más fácil…
¿no?, sacarse el estorbo de encima, deshechos de la sociedad que solo gastan
dinero del gobierno de turno para poder ser contenidos, ¿Contenidos?...
contenidos una mierda… si estamos enfermos y nos meten aquí tan solo para
terminar de hundirnos.
En la mañana de ayer
me trajeron al cuarto de castigo, que según ellos es el cuarto de aislamiento…
pero para mí es la tortura misma, porque es allí donde debo luchar con mis
fantasmas, mi mediocridad y mis frustraciones y a caso rezar por mi expiación
si algún día se me presenta la oportunidad. Por supuesto que no quería ser un
loco más, un número más en las estadísticas de suicidio o de drogadictos que no
tenían salida y que no tenían derecho al perdón,
No…
Yo lucharía por un
perdón…
Tengo mis nudillos
morados desde anoche, no pude dormir con los gritos que inundaban mi cerebro,
tanto de los mismos internos como de las voces que moran en mi cabeza… jalé mi
cabello la mayor parte de la noche para tratar de aplacar los sonidos
torturantes, pero al verme frustrado por no poder hacerlo arremetí mi puño
contra la puerta de hierro… una… dos… tres… no lo sé, miles de veces pude
golpearla con todas mis fuerzas antes de que dos matasanos de blanco vinieran y
me inyectara algo en el brazo, lo cual agradecí porque caí como un cadáver en
el suelo y pude al fin cerrar los ojos y mi mente al infierno en el que estaba
sumergido.
Hoy desperté
aturdido, la luz del sol quemaba mis ojos como si fuera una lengua abrasadora
que me dejaba momentáneamente ciego, vinieron a darme las pastillas con un poco
de agua pero las escupí luego de que se fueron del cuarto, no quería ninguna de
sus porquerías si lo único que hacían era atormentarme más. Mi corazón
ennegrecido no necesitaba de más incentivo para desear matar a todas estas
personas, solo anhelaba morir… como una mariposa atraído por el fuego, mi
corazón solo deseaba aletargarse en el negro silencio de mi soledad.
_¡Come Gale!_ me
gritaron desde la puerta cuando me dejaron una bandeja sobre el suelo, me
acerqué enseguida porque moría de hambre a pesar de todo, olisqueé el plato
pero a pesar de que la porquería olía como mierda tomé un poco de esa mezcla
viscosa y me llevé a la boca, mastiqué un poco y con asco lo tragué, me comí el
pan que estaba un poco agrio y el vaso de agua… ¡malditos matasanos! Seguro que
la buena comida se la tragaban ellos!
Me senté en una de
las esquinas de la habitación y vi en la ventana de vidrio blindado a la
estúpida mosca que ansiaba salir a la libertad ¿por qué me sentí identificado
con ella? Una y otra vez chocaba de cabeza contra el vidrio, una y otra vez
como si no comprendiera que la salida estaba truncada… ¡que irónico!... me
hacía recordar cuando en mi habitación una y mil veces me golpeaba la cabeza
contra el concreto de la pared tan solo para poder salir de allí derechito en
camilla hacia la enfermería… solo para respirar nuevos aires ya que en la
enfermería podía verla… ¡Pobre e iluso estúpido…!
Ese ángel que
iluminaba con su brillo sumiso y estoico, la oscuridad de mis días. Ese ángel
que yo no tenía derecho a pervertir, a tocar con mis sucias manos… esa visión
celestial y subliminal casi tan perturbadora como la Venus de Milo o los
ángeles puros de Botticelli…!
Oh si…
Tan solo con eso me
conformaba, verla de lejos como si fuera esa estrella lejana a la que no tenía
alcance, sabía que no lo tenía, todo el mundo lo sabía, era tan consciente de
ello que dolía. La miraba recorriendo su cuerpo con mis ojos hambrientos de
ella como si de un muerto de sed se tratara… ¡Diablos! Ansiaba tenerla entre
mis manos y hacer de todo con su pequeño cuerpo, sus pechos medianos… que
seguramente cabrían bien en mi mano, sus labios carnosos alrededor de mí, su
cabello castaño esparcido sobre mi almohada, sus ojos marrón chocolate
hechizantes mirándome fijo mientras la hacía mía salvajemente, su trasero
golpeando mis testículos y sus mejillas sonrosadas al llegar al orgasmo… o si
cómo la deseaba, tanto que ya la mosca no era lo importante en esa habitación,
la semejante protuberancia en mis pantalones eclipsaba todo alrededor.
Por suerte y nadie se
apareció mientras me aferraba con una mano a mi sexo autocomplaciendome, la
doctora del pabellón 6… la única que ocupaba mis pensamientos desde que llegué
por primera vez a este lugar. Si tan solo ella me visitara, si tan solo pudiera
verla en mi habitación una sola vez, le haría saber todo lo que yo siento
cuando la veo. Si ella fuera la que me pidiera tomar mis pastillas, con gusto
accedería… con mucho gusto haría lo que ella me dijera, sería un niño bueno si
de su boca salieran las palabras mágicas.
La tarde pasó
lentamente como cada vez que me arrastraban dentro de esa habitación, ya había
contado 17 paneles en el techo, 5 veces que había orinado en el mugre excusado,
10 veces que había pateado la puerta cegado por la frustración… y la maldita
mosca seguía chocando estúpidamente contra la ventana. Me levanté de un solo
salto y me acerqué a la ventana lentamente, la cubrí con mi mano y luego la
tomé entre mis dedos… una a una le saqué las alas y luego la tiré al suelo regocijándome
por mi pequeña osadía.
-Estúpida, si yo no
puedo salir de aquí tú tampoco lo harás- dije antes de dar la vuelta y volver a
sentarme en el catre, quise dormir pero el fino colchón era peor que el suelo
mismo… duro y frío sin ninguna manta que me diera un poco de calor.
Como pude encontré
una posición más o menos cómoda, mi trasero dolía como el infierno pero la
pesadez de mis parpados era más poderoso y caí en un sueño intranquilo…
Los gritos inundaban
mi mente una vez más y vi las caras a las que había llevado de puñetazos antes
de venir a parar al cuarto de castigo, el maldito interno me había estado
molestando toda la semana… maldito estúpido gay que no podía tener a su amigo
guardado… ¡Está bien!... éramos todos locos aquí, todos estábamos en la misma
situación… pero eso de calentarse conmigo no lo iba a tolerar, tenía mi puño
preparado para el que se me acercara con esa intención. Entonces en el momento
en el que el maldito me golpeaba fuerte en las costillas y valla que tenía
fuerza el maricón, una pequeña mano me sacudía el brazo…
_Gale… despierta, es
una pesadilla_ dijo una suave voz, abrí rápidamente los ojos cuando esa voz me
atrajo a la realidad y emití un jadeo cuando vi de quién se trataba, la hermosa
doctora de ojos marrones me miraba atenta con su pequeña mano en mi brazo. Vi
el pánico en su mirada y supe que yo la atemorizaba, en seguida se alejó un
paso hacia atrás y me senté en el catre, me pasé la mano por el cabello grasiento
y desalineado.. ¡Maldición, seguramente ni siquiera estaba presentable con mi
primer encuentro con ella!
_Emm… soy la doctora Evangeline
Garner y vengo en lugar del doctor Dimagio, él tuvo una emergencia en el
hospital y me envió a mí en su lugar_ dijo con esa suave voz de ángel, agaché
la mirada avergonzado… ¡por primera en mucho tiempo avergonzado! Revolví mis
cabellos con mis manos y tragué en seco ¿cómo actuar cuando la tenía por
primera vez frente a mí?... ¿cómo carajo enfrentarla?... ¿qué mierda decirle?
_Solo vine a ver tus
heridas… si me lo permites_ murmuró en un hilo de voz, levanté la mirada y al
verla allí parada frente a mí sola, la puerta de la habitación cerrada,
seguramente con los de seguridad afuera por si algún inconveniente se
presentaba y ella tan hermosa y tranquila… ¡Aghh el deseo volvía con más
fuerza!
Asentí suavemente con
miedo a que este ángel que se había presentado en medio de mi oscuridad se
asustara y volara antes de poder tocarla... bueno, si eso sucedía yo me
colgaría de sus alas y volaría con ella dispuesto a ir donde ella me llevase…
al cielo o al infiero, siempre y cuando estuviera con ella.
La doctora avanzó
hasta la cama vacilante y yo traté de que ningún músculo de mi cuerpo se
moviera, para nada quería ahuyentarla.
-¿Cómo te has sentido
Alex?- Abrí mis ojos desmesuradamente ¿hacía cuanto tiempo que no escuchaba mi
nombre desde la voz de otra persona? Seguramente hacía mucho, pero aún mucho
más impactante era el hecho de que quien lo había nombrado era ella. Cielos… -mmm…
puedo llamarte Alex ¿verdad?- su voz parecía temerosa, no sabía el miedo que
podía infundir ante los otros hasta que ella me lo demostró y no quería eso… no
quería que ella me temiera, a ella no le haría daño, no a ella.
-Si, está bien-
murmuré… "Tú puedes llamarme como quieras, solo tú" pensó
mi maldita psiquis alterada
-Bien… te revisaré
ese ojo- dijo sacando un pequeño lápiz de metal del bolsillo de su delantal
blanco, encendió con un clik la luz que tenía en la punta y se acercó a mí lentamente,
mi ojo se encandiló cuando la luz dio de lleno, sus suaves dedos abrían
ligeramente mi parpado superior y luego hacía el mismo procedimiento con el
otro ojo.
-Está todo bien al
parecer ¿te duele la cabeza?- preguntó mirándome arqueando sus finas y delicadas
cejas, yo negué con la cabeza.
-Bien, curaré ese pequeño
corte que hay en tu ceja- murmuró buscando en su maletín. Cada uno de sus
movimientos me tenían embelesado, esa mujer sí que podía ser mi muerte si me
tocaba con esos movimientos suaves y lentos, yo podía sería el bruto que no
soportaría ese tormento y la sacudiría con mis manos fuertes y rudas pidiéndole
más.
Maldito libidinoso…
Ella se acercó
nuevamente a mí, esta vez con un poco de algodón teñido con algo cobrizo, una
especie de antiséptico tal vez…
-Te arderá un poco Alex,
solo será un momento- murmuró pidiéndome permiso con la mirada para proceder,
yo asentí ansiando que volviera a tocarme con sus suaves manos.
Pude sentir el calor
que emanaba su cuerpo al aproximarse a mí, su vientre estaba a centímetros de
mi rostro y me imaginaba, dentro de toda mi locura, que levantaba su blusa y
pasaba mi lengua mojada por su ombligo y la piel de su vientre. Reprimí un
gemido al imaginarlo, no podía dejarme llevar por mi locura, no con ella.
Ella limpiaba esa
zona herida que yo ni siquiera me había enterado que estaba en esas condiciones
y mis manos temblaron pidiendo acariciarla, fuera de mis cabales subí mi mano
derecha lentamente sin que ella se percatase en ello y toqué uno de los senos
que estaba a centímetros de mi frente, fue un leve toque… solo uno suave con el
que alcancé a sentir su montículo bajo la ropa. Contario a todo lo que esperaba
ella no se apartó, en vez de hacer eso… se paralizó en el lugar dejando el
algodón sobe mi ceja, sentí su respiración entrecortada y algo jadeante. Esa
reacción me dio valor para hacer lo que quería hacer, a lo mucho me ganaría
unos días más de detención en ese cuarto pero habría valido la pena.
No bajé mi mano, en
un acto de valentía mezclado con locura acuné mi palma y atrapé su pecho entre
mis dedos, mostrándole el deseo atormentante que sentía por ella. La escuché
jadear por la sorpresa, pero no se alejó… sus manos fueron a cada uno de mis
hombros sosteniéndose.
_Alex…_ susurró entre
sus jadeos, alcé mi cabeza tentativamente y la vi frente a mí, con sus ojos
abiertos de par en par y sus labios separados anhelantes de aire… o de algo
más. Sus ojos brillantes me incitaron a pedir más así que levanté mi otra mano
y la deslicé por toda la extensión de su pierna desde su rodilla, despacio fui
avanzando por la parte interna de su muslo, la oí jadear y aferrarse con más
fuerzas en mis hombros.
Nuestras miradas no
se desconectaron, nunca en todo el tiempo en que había vivido me sentí más
vivo, VIVO… y ella era la causante. Si había perdido la razón fue por los
tormentos de mi pasado y la incertidumbre de mi futuro, un presente tan ausente
que daba miedo, daba miedo vivir. Pero ella, lo había devuelto allí, en esa
mugre habitación de aislamiento, en ese hospital mental, ella se había
convertido en cuestión de minutos en… mi todo, mi razón y mi futuro.
--
_Dime Evangeline,
dime que volverás… por favor_ pedí desesperadamente cuando caímos agotados
contra la pared de ese mugroso cuarto. Asumiría mi culpa si ella no deseaba
verme nunca más, buscaría la manera de tenerla de nuevo aunque tuviera que
romperme la cabeza en mil pedazos contra la pared solo para que sus finas y
delicadas manos me curasen.
_Si…_ musitó besando castamente
mis labios _ volveré Alex, lo haré_ en seguida luego de oír su promesa la
abracé con fuerza hundiendo mi rostro en su cuello, Dios… deseaba retenerla
aquí conmigo. ¿Tan loco podía estar que soñar no parecía tan descabellado
ahora? ¿Tan necesitado de amor, de ternura es mi vida tan negra y llena de
violencia que con solo su toque ella me apaciguaba?
-Oh bebé, te
necesito… no sabes cuánto te necesito para sobrevivir este infierno- dije
apretando mis brazos en su cintura, ella también me abrazó, aún unidos, aún
envueltos el uno en el otro.
Un golpe en la puerta
nos hizo despertar de la locura que habíamos hecho, ella me miró asustada y
luego miró la puerta,
-Doctora Garner ¿está
todo bien?- preguntó una voz masculina desde afuera, los guardias de seguridad estaban
atentos -¿necesita algo?- la miré suplicante… si nos descubrían nos iría mal a
ambos y lo peor era que no nos íbamos a poder volver a ver, si es que ella lo
deseaba.
-¿Entraran?- susurré
temiendo lo peor, a ella la podían despedir, podía ser sancionada, era consciente
al menos de eso. Yo podía ser trasladado, podía terminar en cualquier otro
hospital aún más aterrador que este y lo peor de todo, nunca más volverla a ver.
-No- me aseguró ella
acariciando mi mejilla –no pueden entrar cuando estoy revisando un paciente a
no ser que active mi alarma de seguridad, no lo haré… no es necesario- sonrió
suavemente.
-Cielos- resoplé casi
con alivio.
-Si… está todo bien,
en un momento salgo- dijo con voz firme mirando hacia la puerta, luego volteó
hacia mí para mirarme y sonrió… esa sonrisa que llevaría en mi corazón hasta el
próximo encuentro.
La dejé sobre el
suelo y a regañadientes salí de ella, en seguida sentí el frío y la soledad
nuevamente, siempre así, siempre solo. Me alejé un paso de ella demasiado
avergonzado y adolorido por la frialdad a la que mi cuerpo y alma se exponían nuevamente.
Mi ángel abotonó su camisa blanca e impoluta dentro de su falda lápiz, un atuendo
que ninguna doctora tenía que usar en un lugar repleto de locos sin nada qué
perder. Se acercó a mí, sus manos tomaron mis mejillas con calidez y extrema ternura
y me dio un último beso dulce en los labios, lleno de promesas y
confirmaciones.
Caí en la cuenta de
que ella era demasiado para mí, tanto que a veces como ahora, parecía inalcanzable.
Solo un sueño, un hermoso sueño que llenaba mi negra pesadez en cálida
supervivencia. Eso nada más… ¿qué expectativas podía tener? ¿Qué podía esperar?
En seguida bajó sus
manos y dio unos pasos hacia atrás, fue hasta la cama y tomó su maletín. No
quería perderla, por dios que no quería perderla y si eso requería luchar por
ella, en mi locura lo haría, lo haría. Pelearía por ser merecedor de algo tan
puro y hermoso como ella, yo… la negra y oscura carroña del mundo, esperando
ser amado por alguien que no merecía siquiera tocar mi piel.
Evangeline caminó
hasta la puerta lentamente como aletargando el momento… ¿a caso ella tampoco
deseaba que eso terminase allí, entre las paredes de esa fría habitación? Me
acerqué a ella por detrás y rodeé posesivamente su cintura con mis brazos sintiéndome
con el pleno derecho de hacerlo, porque simplemente en mi fuero interno ella
era mía.
-Eres mía Evangeline…
mía- dije a su oído casi tomado absortamente por la locura. Ella asintió de
acuerdo y la solté dejándola irse por la puerta con una última mirada llena de
promesas cálidas y tiernas, demasiado bueno para ser verdad, demasiado hermosa
para un reo como yo, sin embargo tan lleno de algo que no pude negar. Esperanza
Caminé cual soldado
camina hacia su pira, su muerte, su campo de batalla, me dejé caer nuevamente
en mi incomodo y sucio colchón y cerrando los ojos le di la bienvenida a la
resignación.
Y así nuevamente me
hundí en mi oscuridad…
Gracias!!!!!
19 comentarios:
Maravilloso mi lu...como siempre nos dejas sin aliento...tu talento no conoce limites.
Un bsazo enorme
tu amiga d madrid...yoli
Mucha suerte en el concurso para mi tu ya eres la ganadora..bssss
yoli
Maravilloso mi lu...como siempre nos dejas sin aliento...tu talento no conoce limites.
Un bsazo enorme
tu amiga d madrid...yoli
Es fantastico,me dejas sin palabras ,suerte nena...
Hola Lu.
Bueno ya sabes que lo leí, el original y este, y vote y si se puede entrar para votar todos los días, cuenta con mi apoyo y con ello.
El relato esta genial a mi me gusto mucho entonces y me gusta mas ahora.
Un beso
hola como estas yo te e votado y en k estes desaparecida llevo mucho tiempo leyendo y en k te tiraras meses por descanso te seguiria leyendo y apoyando en lo k pueda y si alguna vez publicaras algo k se pueda comprar solo tienes k enviarme un correo y el nombre del libro y estara en mi habitacion me llamo bruja y mi correo es bruja2010@hotmail.es no se si te llegara este correo no se estoy investigando pk me da cosa no poder poner opinar soy torpe en esto
Por supuesto que vamos a apoyarte!!, me encantó el relato!!, desde hoy ya a votar todos los días!!
OH SI! YA LO RECUERDO, ESTUVO GENIAL, YA SABES QUE ME ENCANTA TODO LO QUE ESCRIBES Y POR SUPUESTO CUENTA CON MI VOTO!!! XOXOXOXOXOXOXOXOXOXOXXOXOX ISSY
Hola maravilloso One Shoot, te deseo toda la suerte del mundo pero para mi ya eres la ganadora,,,,,,,,,, ya vote y creeme que entrare dia a dia a votar eres una gran escritora......Besos
Lully: estoy votando, te voy apoyar adiario si puedo, quiero que ganes.
OMG woowww....ya vote Lu, que alegria tenerte aqui, la historia es estremcedora, me puso la piel chinita...uuff
De sobra sabes que puedes contar con nosotras, por mi parte tienes mi voto diario. Espero que tu talento pueda ser reconocido ganando ese concurso, pero ganes o no aqui estamos nosotras, tus fieles seguidoras y eso es algo que no muchos escritores pueden decir y espero sea suficiente para mantener vivo tu entusiasmo y así nunca nos dejes de obsequiar con tus historias.Besos y mucha suerte lindaaaa!!!
LU , POR SUPUESTO QUE TIENES MI HUMILDE VOTO. ES UN RELATO ESPECTACULAR OSCURO PERO A LA VEZ ESPERANZADOR, SUERTE Y UN ABRAZO.
Mi Lu hermosa, ya me inscribi, y vote y seguire votando, besotes desde Colombia, y exitos ojala salgas seleccionada XD ! ♥
Listo Lu, ya entre que bueno que nos diste el tip. Yo nunca he dudado de tu talento. Y como dicen aqui arriba para nosotras tu seras la ganadora!!!!
Un abrazo de Mexico
Mi querida Lullaby... Ya vote hoy! Ojalá ganes, eres muy grande y representas muy bien nuestro Fandom con tus escritos.
Aquí para lo que sea.
Un enorme beso...
Lucero Silvero.
Estudiante de Ciencias Básicas.
Ciudad del Este, Paraguay.
Woooowww genial leido y votado !! increible me encanto como siempre!!la mejor de las suertes y abrazos desde Tijuana Mexico !!
Te deseo toda la suerte del mundo mi Lu sigue deleitándonos con tus historias.
un beso
Mi Lu te deseo mucho éxito, ya tienes mi voto. Tus historias son fantásticas.
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